Pedalear en bicicleta durante 20 minutos cada día disminuye el riesgo de mortalidad hasta 10%. Además, la mortalidad relacionada con diferentes tipos de cáncer es un 30% menor entre las personas que se desplazan en bicicleta de forma habitual. Todo esto se desprende de un informe de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en el Día Mundial de la Bicicleta.
Asimismo, el documento recoge estudios que apuntan que los desplazamientos activos al trabajo, es decir, andando o yendo en bicicleta, están asociados a una disminución del 10 por ciento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y del 30 por ciento del riesgo de diabetes de tipo 2.
Otros efectos beneficiosos de ir en bicicleta tienen que ver con la calidad de vida en general, como la reducción del riesgo de aumento excesivo de peso, la sensación de ansiedad y depresión, y la mejora del sueño.
Y más allá de la prevención directa de enfermedades, «esta actividad física se ha relacionado con la fortaleza de los huesos, la mejora de la función cognitiva y física, y la reducción del riesgo de lesiones asociadas a las caídas entre las personas mayores».
«Caminar y montar en bicicleta puede reducir la inactividad física, responsable de aproximadamente un millón de muertes al año en Europa. También puede ayudar a reducir la contaminación atmosférica, que por sí sola se cobra más de medio millón de muertes al año en Europa, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así de forma significativa a la descarbonización del transporte», ha comentado en el informe el director regional de la OMS en Europa, Hans Henri P. Kluge.
Asimismo, añade que las políticas de transporte y urbanas pueden desempeñar un «papel clave en la configuración de la salud, para bien o para mal», teniendo en cuenta el impacto en Europa de las principales enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y los trastornos mentales, que representan aproximadamente el 86 por ciento de las muertes y el 77 por ciento de la carga de morbilidad.
La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana para los adultos y de una hora al día para los niños. Sin embargo, en Europa casi uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes en edad escolar no son suficientemente activos.
El número anual de muertes causadas por una actividad física insuficiente en todo el mundo se ha estimado entre uno y seis millones, y el número anual de muertes prematuras que se previenen con una actividad física suficiente en todo el mundo está calculado en cuatro millones. La OMS estima que la inactividad física causa alrededor de un millón de muertes al año sólo en Europa.