El veterano  patrullero “Infanta Cristina” inicia una nueva misión de vigilancia y disuasión 

Tras casi 42 años al servicio de la Armada, el patrullero de altura “Infanta Cristina” iniciaba una nueva de las discretas pero imprescindibles misiones de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía nacional y presencia en las aguas de Gibraltar.

Así, el pasado 1 de junio el navío salía de su base, sita en el Arsenal de Cartagena (Murcia), para iniciar una nueva patrulla, en este caso  en aguas del estratégico sur peninsular. Durante la navegación, el ‘Infanta Cristina’ estará integrado en el Mando Operativo Marítimo (MOM), bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS) del Estado Mayor de la Defensa, que es el encargado de dirigir las misiones operativas, ya sean en territorio nacional o en escenarios internacionales como Malí, el Báltico, Líbano, Cuerno de África, etc.

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El patrullero «Infanta Cristina» es un veterano medio de la Armada. (foto Armada)

El veterano buque, que empezó su servicio a España en 1980 cuando era una corbeta,  sale a la mar con una dotación de 74 personas. Además durante la misión la capacidad de seguridad propia y de inspección a navíos sospechosos se fundamentará en la presencia a bordo de 7 Infantes de Marina, que conforman un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) reducido, lo normal es que sean 11 profesionales, perteneciente al Tercio de Levante (TERLEV), que también tiene sede en Cartagena, en concreto en la Estación Naval de la Algameca.

Su principal misión en la actualidad comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad marítima en los espacios de soberanía nacional. En el caso de este tipo de patrullas en el sur de España, el punto fundamental es el estratégico Estrecho de Gibraltar, por donde discurren, además de miles de embarcaciones, el tráfico ilegal de personas, drogas y contrabando entre Marruecos y España. Igualmente en el curso de estas misiones los patrulleros de la Armada hacen acto de presencia en las aguas cercanas al Peñón de Gibraltar, lo que motiva la interceptación de las patrulleras de la Real Marina o Royal Navy británica. Reino Unido considera que las aguas aledañas a esta última colonia en Europa son de soberanía propia, aunque el tratado de Utrecht de 1714, firmado entre ambas naciones, precisaba que solo les correspondían a los invasores británicos las aguas del puerto.

Volviendo al presente, el “Infanta Cristina”, que luce en su casco el numeral P-77 que se corresponde a su rol de patrullero, durante la misión también colabora y apoya a otros organismos públicos en el control del tráfico marítimo, vigilancia de pesca y en la búsqueda y rescate de náufragos.

Es de destacar que la misión se hace bajo las órdenes del MOM, que es la organización de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), responsable del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Se encuentra bajo el mando del Almirante de Acción Marítima (ALMART) y tiene sede en Cartagena, incluido su centro de control permanente, que funciona al 100% 24/7 (24 horas al día y las 7 jornadas de la semana), el denominado Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (COVAM).

Las Operaciones Permanentes de vigilancia y disuasión son una herramienta eficaz para mantener la vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis.                                                                                                                                                                    Los Mandos Operativos Terrestre (MOT), Marítimo (MOM), Aeroespacial (MOA) y el recientemente creado Ciberespacial (MOC) conforman la estructura de Mandos Permanentes. Diariamente hay unos 3.000 efectivos de las FAS involucrados en las operaciones permanentes, bajo control operativo del Mando de Operaciones.

Aunque el “Infanta Cristina”no ha tenido siempre el presente rol depatrullero, ya que fue construido como corbeta, en concreto fue la cuarta de la clase “Descubierta”, por la entonces Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) en sus astilleros de Cartagena. Precisamente dada esta función de combate, cuando fue entregado a la Armada el 24 de noviembre de 1980 llevaba en su casco el numeral F-34, la F es por fragata que fue la categoría que se dio al pequeño navío de escolta. Posteriormente, con la llegada de más modernos navíos de escolta, entre septiembre de 2004 y junio de 2005 se realizó la transformación a su actual función de patrullero de altura.

En su primera época,  estos navíos de la clase Descubierta, con un desplazamiento de unas 1.640 toneladas, tenían un espectacular armamento de todo tipo, antiaéreo, antibuque, antisubmarinos, por lo que se los denominaba como las “hormigas atómicas”.