El Gobierno monta una «trampa» para pagar menos prestaciones a los autónomos

El Gobierno se ha puesto manos a la obra de cara a las elecciones. Tiene que contentar a los funcionarios, jubilados y dependientes del Estado, su gran nicho de voto, y tiene que recortar de algún otro lado. Y el colectivo al que meter la tijera ya lo han elegido: los autónomos. El equipo de Pedro Sánchez ha preparado una trampa fiscal motivada por José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social y Migraciones, para adelgazar el peso que suponen los autónomos para las arcas públicas. La «trampa» que han preparado consiste en recortar dinero del total que reciben los trabajadores por cuenta propia en forma de prestaciones. La zanahoria es que bajarán la cuota a los autónomos, pero el balance general solo beneficia al Gobierno, no a este colectivo.

El PSOE sabe que entre los autónomos no son un nicho de voto para ellos. Quizá por eso no tienen problema ninguno en recortar prestaciones constantemente. Quien ha puesto encima de la mesa la necesidad de recortar ha sido José Luis Escrivá. El ministro de Seguridad Social y Migraciones lleva meses quejándose en el Consejo de Ministros y en las llamadas privadas al presidente, que tiene pocas, de que el coste de los dependientes del Estado son cada vez más. Y ante este problema, el Ejecutivo ha lanzado una «trampa» para los autónomos escondida como una medida beneficiosa para estos trabajadores. La idea es que el balance general suponga un ahorro para las arcas del Estado en detrimento de los autónomos. Pero de cara a la galería el Ejecutivo espera que los trabajadores por cuenta propia reciban la medida con los brazos abiertos porque han buscado un buen envoltorio.

El Gobierno bajará la base de cotización para 1,3 millones de autónomos. El envoltorio de este regalo envenenado es que bajará la cuota de este colectivo, pero a cambio de reducir considerablemente las prestaciones que recibirían en caso de que les sucediera algo. La trampa es que quien sale beneficiado de esta medida es el Estado, que verá como en el balance general se ahorrarán un puñado de euros para aliviar, aunque sea poco, el peso que suponen los dependientes del Estado, tanto jubilados, como parados con prestación como los propios funcionarios, de los cuales la mayoría estarán jubilados en diez años. Por supuesto, los pocos autónomos que se han dado cuenta de la trampa no están conformes porque ven que es una medida para ahorrar a costa de los de siempre.

LOS AUTÓNOMOS, EN PIE DE GUERRA

En el PSOE lo tienen claro. Los dependientes del Estado rondan los 17 millones de personas. Los autónomos son 3,3 millones de trabajadores. Mantener las condiciones de los jubilados y los funcionarios es una cuestión clave para el partido antes de las elecciones. Sin embargo, el partido es perfectamente consciente de que pocos votos sacará de los autónomos por mucho que intente contentarles con medidas. Este balance interno que es vox populi en Ferraz deja claras las prioridades. Y los gritos de José Luis Escrivá en referencia a lo poco sostenible que es, entre otras cosas, el sistema de pensiones español, han motivado al Ejecutivo a tomar una pequeña reforma que ataca directamente a los autónomos.

Con esta nueva medida, el Gobierno rebajará la base de cotización de los autónomos un 15%. Por poner un ejemplo, un trabajador que pague ahora 960 euros pasará a pagar poco más de 800, pero la letra pequeña no compensa. No a los autónomos. Si uno de estos trabajadores necesitara una prestación por paternidad, maternidad, por cese de actividad o incluso un accidente laboral, el importe que dejarían de cobrar sería de más de 100 euros al mes, aproximadamente. Aunque son las bases de cotización las que determinan el importe de las prestaciones de cada uno de los trabajadores, por lo que podría ser una rebaja aún mayor.

La sensación es que el Gobierno recortará en los derechos de los autónomos y que saldrá ganando con esta medida. Sin entrar del todo en el balance de cuentas que haga el Gobierno, lo cierto es que los autónomos también ven que no se les regala nada. Puede que les rebajen un poco la base de cotización, pero también a costa de reducir ciertos derechos en caso de contingencia. En el caso de la prestación por maternidad o paternidad, el importe que se cobrará de menos será de 140 euros, aproximadamente.

No es la primera vez que el Gobierno se mete con los autónomos. El discurso oficial del PSOE es que el balance entre lo que aportan los trabajadores por cuenta propia y lo que reciben del Estado es muy desigual. Los socialistas entienden que es necesario ajustar más las cuentas porque la realidad de los autónomos está muy polarizada económicamente.