La «dejación de funciones» de Pilar Llop harta a todos los funcionarios de Justicia

La ministra de Justicia, Pilar Llop, sigue en su urna de cristal a la espera de que Adriana Lastra le dé el visto bueno para que se lance a por la candidatura a la Comunidad de Madrid. La propia titular de Justicia tiene dudas sobre si finalmente se impondrá Juan Lobato como chivo expiatorio al que quemar frente a Isabel Díaz Ayuso o si mantendrán la idea de que será ella la que se presente a los comicios. Pero mientras Pilar Llop espera paciente encerrada en su despacho, todos los poderes vivos de la Justicia aseguran estar «desesperados» por la inacción de la ministra y por su «dejación de funciones» absoluta. El único que hace acto de presencia de vez en cuando para justificar las ausencias perpetuas de Pilar Llop es su jefe de gabinete e íntimo amigo de la pareja de la ministra. Pero solo para bloquear las visitas y para no dar pie a nuevas reuniones entre Llop y quien sea del ámbito judicial.

Algunos entienden que Pilar Llop está esperando en un jarrón de cristal a que Adriana Lastra le dé el visto bueno. Otros que simplemente no tiene mayor interés en trabajar, a excepción de cuando se trata de hablar de violencia de género o de cualquier asunto feminista. Mientras que la sombra de su predecesor, Juan Carlos Campo, la está dejando a la altura del betún, Pilar Llop parece inmune a las críticas por su inacción. Quizá porque su jefe de gabinete, Rafael Pérez, se ha propuesto aislarla del resto de funcionarios del Ministerio de Justicia y de todos los altos funcionarios del Consejo General del Poder Judicial. Pero lo cierto es que las únicas apariciones públicas que hace la ministra son para hacer campaña en favor de su partido o para hablar del único tema que parece dominar: la violencia de género.

Pilar Llop ha tenido la capacidad de hartar a todos y cada uno de los funcionarios de la Justicia. Su empeño en aislarse se suma a la dificultad para el normal funcionamiento del CGPJ que ha dejado la falta de renovación de los vocales. Fuentes del Ministerio de Justicia aseguran que Pilar Llop es una mujer de partido antes que una funcionaria pública. Está pendiente de que el encargo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se haga realidad y solo piensa en no quemar su perfil público antes de las elecciones autonómicas. Ir contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es un proyecto casi imposible de llevar adelante con éxito, pero Pilar Llop sabe que es la elegida de Sánchez. Al menos es lo que le prometió Moncloa.

El problema que ahora se interpone entre Pilar Llop y su obsesión de mantenerse limpia y pulcra antes de las elecciones autonómicas es Juan Lobato y su arrollador y constante trabajo. Nadie le ha negado a Lobato que vaya a ser él el candidato a la Comunidad de Madrid. Ferraz mantiene un curioso silencio que anima a Lobato a seguir trabajando por ganarse la candidatura a la Comunidad mientras que Llop confía en que la palabra que le dio el presidente y que mantiene Adriana Lastra no cambiará. Aún así, tras varios meses, el entorno de la ministra empieza a deslizar pequeñas dudas. Ya no todo son certezas sobre si Pilar será la ministra/candidata a la Comunidad de Madrid. El silencio de Ferraz se ha encargado de alimentar estas dudas.

El Ayuntamiento de Madrid está cubierto con Mercedes González

El Ayuntamiento de Madrid está cubierto con Mercedes González. Pero la Comunidad de Madrid no. Fuentes socialistas aseguran que Lobato también ha recibido un visto bueno a su candidatura. Desde luego, el secretario general del PSOE de Madrid está trabajando día y noche por apuntalarse como candidato. La idea de dejarle al frente no está completamente descartada porque saben que el resultado del PP coqueteará con la mayoría absoluta. «Si le dejan es para quemarle», insisten fuentes socialistas. Pero lo cierto es que las elecciones andaluzas dejarán claro si es una buena estrategia tirar la toalla en según que comunidades y «regalarle» la Comunidad de Madrid a Ayuso.

PILAR LLOP, PENDIENTE DE ADRIANA LASTRA

Quien tiene la voz cantante es Adriana Lastra. Es quien transmitirá el mensaje del presidente del Gobierno y la decisión de Pedro Sánchez. De esa llamada están pendientes a partes iguales tanto Juan Lobato como Pilar Llop. El miedo que ahora recorre el PSOE de Madrid es que una hipotética crisis de Gobierno motivada por el mal resultado electoral de Andalucía acabe con Pilar Llop fuera del Consejo de Ministros para que pueda preparar con tiempo su candidatura a la Comunidad de Madrid. Desde luego, las fechas cuadran y esto dejaría solo el fleco suelto de Lobato. Aún así, fuentes de Ferraz aseguran que el líder socialista madrileño no goza del visto bueno del PSOE. Y menos del de Moncloa. Por lo que con estos elementos encima de la mesa, todo parece indicar que la promesa que Sánchez le hizo a la ministra de Justicia no se romperá, sino que se consumará tras las andaluzas.