El salmorejo es uno de los platos preferidos del verano. Llegar a casa y tomar un vasito de este manjar es la mejor solución para combatir el calor. Además, lo puede acompañar de otros alimentos que le dan el toque perfecto. Ahora bien, no es un plato fácil de hacer, para hacerlo cremoso tienes que poner las cantidades exactas. Así que toma nota.
En estos meses de verano es lo que apenas tenemos ganas de cocinar y no siempre mucha hambre, el mejor plato es un salmorejo. Lo puedes hacer un día y tenerlo en tuppers en el frigorífico porque es un plato muy socorrido. Eso sí, hay que saber las cantidades exactas para que te salga bien cremoso. Nos ponemos a ello.
1El salmorejo
Pero antes de ponernos manos a los fogones, hay que saber un poco más de teoría sobre este plato tan característico de la cultura española y andaluza. El salmorejo cordobés es una crema servida habitualmente como primer plato; se trata de una preparación tradicional de Córdoba.
El posible origen del salmorejo, entendido como lo es en la actualidad, se remonta a un periodo que va desde el siglo XIX a comienzos del siglo XX, donde el último ingrediente a incluir en la popular receta fue el tomate. Sus orígenes corresponden a los de un plato humilde que fue popularizado lentamente fuera de Andalucía a lo largo de mediados del siglo XX.