La «traición» de Fernando Grande-Marlaska a la Guardia Civil marca sus últimos días de ministro

Se sienten completamente engañados. La Guardia Civil ha visto cómo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, les ha dado largas durante poco más de una legislatura para no cumplir su palabra. No habrá finalmente equiparación salarial. Eso sí, los Mossos d’Esquadra han visto mejoradas sus condiciones mientras los agentes de la Guardia Civil se han tenido que conformar con «parches» y «excusas» por parte del ministro del Interior. El resultado final, con un Fernando Grande-Marlaska enfilando la puerta de salida en la futura crisis de Gobierno que precipitará el resultado electoral del PSOE en Andalucía, es que la Guardia Civil se ha quedado muy lejos de lo prometido. Por eso resumen que se sienten «traicionados».

Las condiciones de los Mossos son infinitamente más ventajosas

El mayor insulto se ha visto este mes, cuando el Gobierno ha aprobado con discreción una partida de 1.009 millones de euros para ejecutar la financiación prevista para los Mossos d’Esquadra. Las condiciones de los Mossos son infinitamente más ventajosas que las de la Guardia Civil, pero poco le ha importado al ministro del Interior dar luz verde a una partida de mil millones para los Mossos mientras incumple sus promesas con la Guardia Civil. La tensión es elevada porque tanto el propio Fernando Grande-Marlaska como el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, han prometido por activa y por pasiva a los altos mandos de la Guardia Civil que cumplirían su palabra y ejecutarían la equiparación. Pero una vez más, esto se ha quedado en nada y los altos mandos de la Guardia Civil han puesto el grito en el cielo porque se sienten «traicionados» por el ministro. 

Los Mossos cuentan con 1.009 millones de euros más para financiar tanto sus salarios como su equipamiento. La Guardia Civil tiene también un material mucho menos eficiente y nuevo que el de los agentes catalanes. Pero este es otro cantar. Lo cierto es que la importancia de los partidos catalanes para el Gobierno se ha reflejado este año en una partida de grandes cantidades de dinero mientras aseguran por activa y por pasiva a los agentes de la Guardia Civil que «no hay dinero suficiente» como para ejecutar esa equiparación. Pese a que realicen la misma labor que los catalanes en cualquier provincia española, lo cierto es que los Mossos d’Esquadra cobran considerablemente más.

La traición de Fernando Grande-Marlaska viene marcada porque el Gobierno aún tiene pendiente cumplir varias cláusulas del Acuerdo de Equiparación Salarial para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que firmó en el año 2018. Entrando más en detalle, el equipo de Fernando Grande-Marlaska se ha negado hasta ahora a cumplir con el compromiso expreso y firmado de reingresar a los policías en segunda actividad y a los guardias civiles en situación de reserva, por no hablar de que también se ha negado a aprobar una ley de retribuciones que impida nuevas situaciones de discriminación salarial, como la que se ve entre los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil.

Para Fernando Grande-Marlaska, la Guardia Civil es el último cuerpo al que hacer caso y atender. Son los que más carencias denuncian y tienen el problema añadido de que María Gámez, su directora, es más socialista que estadista, por lo que siempre cumple ante su partido aunque ello le lleve a dar la espalda a las demandas de los agentes, constantemente en pie de guerra por conseguir lo que consideran justo: cobrar lo mismo que los que hacen su mismo trabajo en otra comunidad autónoma que tiene representación parlamentaria.

El mimo de Fernando Grande-Marlaska a los Mossos d’Esquadra no es nuevo. Nadie en el PSOE se ha atrevido a tocar a los catalanes porque saben que eso podría traer problemas políticos. La Guardia Civil, sin embargo, no es un cuerpo que amenace con grandes protestas pese a que el Gobierno se niega de forma sistemática a la reclasificación al grupo B y se resiste aún a cumplir con estos acuerdos firmados tanto con los sindicatos de policías y asociaciones de guardias civiles. Aunque el gran problema no solo está en la presión que ejercen los partidos nacionalistas, sino que el PSOE los tiene en su propia casa.

LA PINZA FERNANDO GRANDE-MARLASKA 

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se apoya en varios socialistas que entienden que esa diferencia de salarios está más que justificada. Los dirigentes del PSC son completamente partidarios de que la situación actual se mantenga porque entienden que la Guardia Civil tiene algunas ventajas en otras cuestiones que les coloca en una mejor posición, por encima de los Mossos d’Esquadra. Los diputados del Congreso incluso son los primeros que defienden que la situación se quede como está.

Estos parlamentarios del PSC son los primeros que ejercen presión a nivel interno para que no haya movimiento alguno en el PSOE del Congreso en esta cuestión. Su presión ideológica contra la Guardia Civil ayuda a que el ministro Fernando Grande-Marlaska no sienta la obligación de cumplir su palabra. Entretanto, no dudan en dar «largas» a los altos mandos de la Guardia Civil que tantean el terreno y piden que se cumpla lo acordado. Desde el Partido Popular han acusado directamente al diputado José Zaragoza de ser uno de los instigadores de este bloqueo a la equiparación salarial.