Fernando Grande-Marlaska encabeza el grupo de «defenestrados» que saldrán tras la crisis de Gobierno

Juan Espadas será el impulsor de la segunda crisis de Gobierno de esta legislatura. Su previsiblemente pésimo resultado electoral en Andalucía se llevará por delante a ministros como Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles o Pilar Llop y pondrá en la cuerda floja a otros como José Luis Escrivá. Con algunos hay menos dudas, como es el caso del ministro del Interior, a quien Pedro Sánchez lleva años buscando una salida. Pero con otros, como es el caso del titular de Seguridad Social, están en una situación marcada por las dudas. En cualquier caso, julio será el escenario de una crisis de Gobierno, previsiblemente y siempre que Espadas cumpla con los sondeos y hunda el PSOE en Andalucía, y habrá un mínimo de tres ministros que abandonarán la casa. Fernando Grande-Marlaska el primero, Margarita Robles, ministra de Defensa, la segunda por la polémica del CNI y Pilar Llop la tercera por su «dejación de funciones».

La crisis de Gobierno de este verano será más sangrienta que la de 2021. Con ella, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere demostrar a los españoles que reacciona. Lo hará descabezando a los ministros más incómodos de su legislatura y empezará por quitarse de encima ese gran problema que siempre ha sido Fernando Grande-Marlaska. No es nuevo que desde Moncloa quieran reubicar al magistrado. Ya en 2019 intentaron sacarle de Interior para colocarle en el Ministerio de Justicia, pero la falta de un sustituto claro hizo que el presidente del Gobierno decidiera dejarle en su ministerio. Y así ha aguantado hasta ahora. Para algunas fuente  del PSOE, Fernando Grande-Marlaska ha sido una «gran decepción» dado que muchos tenían grandes expectativas con su llegada tras la moción de censura. Y eso le ha valido que ahora fuentes de Presidencia de Gobierno aseguren con rotundidad que será el primero en abandonar la casa. Solo falta que Espadas cumpla su cometido.

Fernando Grande-Marlaska ha sido una «gran decepción»

El ministro del Interior también ha conseguido mantener esa «decepción» en niveles altos en estos últimos meses con pequeños errores y peores soluciones como es el caso del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y los colapsos en el control de pasaporte. Todo esto han sido pequeñas losas, dado que las grandes ya se han encargado de ponerlas la Policía Nacional y la Guardia Civil al entender que Fernando Grande-Marlaska les ha traicionado con algunos asuntos clave como es el tema de la «equiparación salarial». El ministro del Interior está en el punto de mira y casi con toda probabilidad será el primero en salir en la crisis de Gobierno. Fuentes directas de Presidencia del Gobierno así se lo han acreditado a MONCLOA.com.

Junto a Grande-Marlaska, la otra señalada es la ministra de Defensa, Margarita Robles. Tanto Robles como el ministro del Interior tienen algo en común. Ambos son profundamente conservadores, algo que incomoda notablemente a Moncloa. Tanto es así, que incluso hay quien llama a la titular de Defensa «la ministra más querida por la derecha» en las dependencias del Gobierno. Esto es un asunto de imagen que Sánchez quiere salvar de cara a las elecciones. y expulsar a los dos ministros con el corte más conservador podría granjearle algún que otro voto en la izquierda.

FERNANDO GRANDE-MARLASKA, EL MÁS CONSERVADOR

Aún así, lo cierto es que la losa que ha condenado a Robles ha sido el fiasco del espionaje con Pegasus al propio presidente del Gobierno y a algunos ministros, por no hablar de la filtración de que los independentistas también fueron espiados por el CNI. El echar a Robles no es solo una cuestión de depurar responsabilidades en este entuerto, sino que también allanaría las relaciones entre ERC y el PSOE, algo fundamental para aprobar presupuestos y prepararse para la investidura de las siguientes elecciones siempre que tenga posibilidades reales de ser presidente del Ejecutivo.

A la salida de Robles le acompañará otra conocida ministra que tiene un futuro más autonómico que de otra naturaleza. Hablamos de la titular de Justicia, Pilar Llop, quien ha conseguido ponerse en contra a una buena parte de los funcionarios que la rodean y de miembros del Consejo General del Poder Judicial. El cesar a Llop dejaría vía libre a la socialista para que se dedicase a las elecciones de la Comunidad de Madrid, un puesto que le ha prometido Pedro Sánchez y que Llop espera representar cuanto antes. De hecho, que la ministra se haya encerrado en su despacho y no atienda absolutamente a nadie tiene que ver con el hecho de que se vea candidata a la Comunidad de Madrid. Eso siempre que el PSOE decida dar el paso y bautizar a la magistrada como la candidata del partido para batirse directamente con la presidenta autonómica popular más conocida en la capital.

A esta crisis de Gobierno de julio habrá que sumarle nuevas caras. Estos tres ministros anteriormente mencionados con los que saldrán con más seguridad, pero hay otros, como es el caso del titular de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que también están en el punto de mira desde hace meses por sus choques perpetuos con Moncloa. Su equipo está obsesionado con controlar lo que se publica de Escrivá, pero ya parece tarde. Desde Presidencia de Gobierno deslizan que están a las puertas de echar de una patada al ministro por varias cuestiones, aunque la posición de Escrivá no es tan sensible como la de otros.