Aunque las primeras fragatas de la clase Santa Maria llevan desde la segunda mitad de los años ochenta en servicio, gracias a su magnífico diseño y la gran eficacia de sus dotaciones, siguen siendo un elemento esencial para la operatividad de la Armada.
Como sus antecesoras de la clase Baleares, las fragatas de la clase Santa María o tipo F-80 están basadas en uno de los magníficos diseños de navíos de combate procedentes de los Estados Unidos, ampliamente estudiados y depurados previamente por su principal usuario, la marina militar norteamericana o US Navy. Así los referidos navíos de escolta de la clase Santa María son una variante desarrollada y construida por la empresa española Izar (hoy Navantia) en Ferrol (La Coruña), sobre el diseño de las norteamericanas Oliver Hazard Perry, la clase más numerosa de navío de escolta del mundo construida después de la Segunda Guerra Mundial.
Así, el pasado viernes 10 de junio la fragata “Numancia” ha iniciado su singladura desde la Base Naval de Rota (Cádiz) para incorporarse a la European Naval Force (EUNAVFOR) “Somalia” en el marco de la operación Atalanta, que se desarrolla en aguas del Océano Índico desde 2009.
Tanto este navío como sus cinco “hermanos” de clase están asignados a la 41ª Escuadrilla de Escoltas, que tiene sede en la referida base gaditana, de utilización conjunta entre la Armada y la US Navy, desde su construcción financiada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos a mitad de los años cincuenta, tras la firma de los Pactos de Madrid en 1953.
La fragata “Numancia”, diseñada como un buque de escolta oceánico, se dedicará durante su despliegue a labores de seguridad marítima. Sus principales objetivos serán impedir la piratería, proteger el tráfico marítimo vulnerable, especialmente los barcos del Programa Mundial de Alimentos y cooperar con otros organismos y misiones internacionales para ayudar a Somalia a adquirir capacidades que promuevan un entorno seguro, posibilitando su desarrollo social y económico.
Para cumplir con esta misión, la fragata “Numancia” cuenta con una Unidad Aérea embarcada (UNAEMB), formada por un helicóptero Agusta-Bell AB-212 de la Tercera Escuadrilla, además de un sistema de aeronave remotamente tripulada o Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS) Boeing/ Insitu Scan Eagle de la Undécima Escuadrilla. Las referidas Escuadrillas dependen de la Flotilla de Aeronaves (FLOAN).
Embarca también un equipo de Infantería de Marina que conforma un Equipo Operativo de Seguridad (EOS), que asume labores de seguridad y abordaje, y un equipo médico, con capacidad de realizar intervenciones quirúrgicas a bordo. Además, durante el despliegue permanecerá a bordo una oficial de la Marina de Guerra del Perú. A partir de agosto, la fragata “Numancia” ejercerá como buque insignia de dicha operación Atlanta, embarcando para ello a un Estado Mayor internacional al mando de un almirante portugués. La ceremonia de despedida, presidida por el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río Jáudenes, contó con numerosa presencia de familiares de la dotación y compañeros de otros buques y fue amenizada por la Unidad de Música del Tercio Sur de Infantería de Marina. La fragata “Numancia”, con una dotación de doscientos veinte efectivos, al mando del capitán de fragata Santiago Martínez Mata, relevará en el operativo a la “Canarias”, de su misma clase, y se espera que permanezca integrada en la EUNAVFOR hasta el próximo mes de octubre, en que será a su vez relevada por otra unidad de la citada 41ª Escuadrilla de Escoltas.
La fragata “Numancia”, tercera de la clase Santa María, se entregó a la Armada en agosto de 1988 y desde entonces ha participado en multitud de operaciones y misiones entre las que destacan la ‘Guerra del Golfo’, ‘Sharp Guard’, ‘Libertad duradera’ ‘Active Endevour, ‘Sea Guardian’ y su integración en las Agrupaciones Permanentes de la OTAN o Standing NATO Naval Group (SNMG). Además también ha participado, recientemente, en operaciones lideradas por la Unión Europea, entre las que destacan la operación Sophia y la mencionada Atalanta, en la que participa por cuarta vez.
Paralelamente, la fragata “Santa María” y el destructor norteamericano USS “Arleigh Burke” han participado en un adiestramiento bilateral que busca incrementar la interoperabilidad y fomentar el hermanamiento entre las dos punteras marinas de la OTAN.
Al acabar esta misión, el pasado 9 de junio la fragata “Santa María” regresó a su base tras participar en un adiestramiento bilateral entre la US Navy y la Armada junto al referido destructor USS “Arleigh Burke”, que comenzó el pasado 1 de junio. Los ejercicios se desarrollaron a lo largo de la costa atlántica entre los citados puertos atlánticos de Rota y Ferrol, donde ambos buques recalaron durante el pasado fin de semana.
Los ejercicios se vieron reforzados con la participación de las fragatas “Cristóbal Colón”, de la clase Alvaro de Bazán, y la también F-80 “Victoria”, el buque de aprovisionamiento en combate “Patiño” y el buque anfibio “Galicia”, además de cazabombarderos EF-18 del Ejército del Aire y un avión de patrulla marítima P-3C de la Fuerza Aérea portuguesa. El adiestramiento supuso una excelente oportunidad para incrementar la interoperabilidad y el hermanamiento entre dos miembros de la OTAN pocos días después de que España celebrara 40 años desde su adhesión a la Alianza Atlántica. Tanto la “Santa María” como el “Arleigh Burke” se encuentran basados en Rota y son, respectivamente, los primeros buques de la clase a la que dan nombre.
