Los independentistas luchan por un aeropuerto transoceánico sin infraestructura para ello

Los líderes independentistas luchan por un aeropuerto internacional de gran envergadura en Barcelona. Sin embargo, el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat​ no tiene la capacidad para que lleguen a diario cientos de vuelos transoceánicos como ocurre en otras infraestructuras aeroportuarias. Aunque exista falta de logística, los líderes independentistas que forman parte del Gobierno de Pere Aragonés se resisten a aceptar que el tráfico de viajeros desde otros continentes llegue a través del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. No obstante, la estrategia no está siendo las más idónea ya que la inversión que iba a llegar desde el Gobierno central para ampliar el aeropuerto de Barcelona acabó en Barajas al rechazar el proyecto de ampliación por motivos ecologistas.

El aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat es una de las grandes infraestructuras de aviación con las que cuenta España. Sin embargo, la llegada y salida de vuelos transoceánicos sigue siendo una asignatura pendiente para El Prat. Su ubicación a escasos kilómetros de la ciudad condal y colindante a una laguna protegida medioambientalmente no ayudan para que se pueda ampliar el aeropuerto barcelonés. A día de hoy, el aeropuerto catalán cuenta con tan solo dos terminales y el número de viajeros diarios no logra superar las mil operaciones. Estos datos le sitúan muy lejos de las cifras del aeropuerto de la capital de España que actualmente es el hub en el que aterrizan los vuelos procedentes de otros continentes que no sean Europa.

Este liderazgo de Madrid ha desatado ampollas dentro del Ejecutivo catalán liderado por Pere Aragonés. Según fuentes internas del Gobierno de la Generalitat, uno de los objetivos del ejecutivo catalán es hacer del aeropuerto de Barcelona un aeródromo capaz de acoger vuelos transoceánicos. Sin embargo, su escasa infraestructura no permite la llegada masiva de estos aviones capaces de acometer vuelos intercontinentales.

uno de los objetivos del ejecutivo catalán es hacer del aeropuerto de Barcelona un aeródromo capaz de acoger vuelos transoceánicos

El empeño de los líderes independentistas y el respaldo del Gobierno central a través del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha hecho que Aena se plantee en diversas ocasiones la ampliación del aeropuerto de Barcelona. La gestora aeroportuaria ha tratado de llevar al aeropuerto catalán por excelencia a otro nivel, sin embargo, las inversiones han quedado empañadas principalmente por motivos ecologistas.

LOS LÍDERES INDEPENDENTISTAS CEDEN ANTE LOS ECOLOGISTAS

El año pasado, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España liderado por Raquel Sánchez dio luz verde para ampliar El Prat. Con una generosa inversión de 1.700 millones de euros, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretendía hacer más grande el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat​ con el objetivo de que pudiera albergar un mayor volumen de operaciones. De este modo, las instituciones catalanas trataron de negociar este proyecto en el que está previsto la extensión de la infraestructura aeroportuaria. Tanto la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, negociaron con los empresarios, Aena y el Gobierno de España la ampliación.

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Pere Aragonés (ERC)

A pesar de la interesante propuesta de crecimiento del aeropuerto catalán, existe un gran hándicap. Una laguna protegida colinda con el aeropuerto de Barcelona. Esta laguna se trata de La Ricarda, una reserva verde de gran valor medioambiental. Este ecosistema del delta del Llobregat es un espacio muy delicado ya que está expuesto a las emisiones del aeropuerto barcelonés. Marismas y pinares se dan cita en este enclave que estaría amenazado por la ampliación de la infraestructura aeroportuaria. Es por ello que plataformas como ZerØport están luchando contra la ampliación del aeropuerto de Barcelona. «La Ricarda es un ecosistema protegido por la Red Natura 2000 porque acoge una gran biodiversidad y es una de las zonas agrícolas más fértiles y ricas del Mediterráneo. Las últimas ampliaciones del aeropuerto y otros proyectos urbanísticos han destruido su entorno inmediato, y la gran contaminación lumínica y sonora que genera el aeropuerto afecta negativamente a la salud y el bienestar de la fauna», explican desde ZerØport.

A pesar de las presiones ecologistas, Aena trató de sacar adelante estas obras. Cabe destacar que el gestor aeroportuario gana millones de euros al año por realizar obras en la red aeropuertos españoles y extranjeros. “No todos los días se plantean proyectos con este volumen de inversión”, que además tiene unos beneficios “que van más allá” de los propiamente empresariales, afirmó el presidente de AENA, Maurici Lucena, en un encuentro de la Confederación Española de Directivos Ejecutivos en Madrid celebrado el pasado mes de abril. Y es que el presidente de Aena aún mantiene el interés para que la ampliación del aeropuerto de Barcelona salga adelante a pesar de las tensiones en cuanto a la negociación.