Ortuzar advierte de que el PNV votará ‘no’ cuando no le gusten «cosas» del Gobierno

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha dejado claro que la formación jeltzale votará ‘no’ cuando no le gusten «cosas» del Gobierno central. «Con que nosotros nos pasemos al no, este Gobierno, tal como están sus relaciones con ERC, entraría en crisis. Nosotros no queremos ir por esa vía pero, tienen que ponerse las pilas», explicó.

En una entrevista a El Correo, el dirigente jeltzale ha considerado que, en lo que se refiere al nuevo estatus, no hay agua en la piscina, aunque reconoce que «si alguien la pone, voy mañana». «¿Cuánta agua? Pues la suficiente para que si nos tiramos de cabeza no nos demos contra el fondo. Pero luego el agua para poder nadar bien la tiene que poner Madrid. Esa es la clave, cuál es el momento para que hagamos las dos cosas», concreta.

Tras indicar que dependiendo de las elecciones andaluzas de este domingo el PP va a tener que «definir su relación con Vox, sabiendo que eso marca su relación con los demás», también con el PNV, Ortuzar reconoce que la formación jeltzale se alinea con el bloque de izquierdas ya que «si el PP depende de Vox el resultado va a ser malo para Euskadi».

No obstante, subraya que el presidente Sánchez «no puede ser un peso muerto en la embarcación y pedir que el pequeño sea el que se eche a la espalda el peso muerto de un Gobierno y sus discrepancias». «Estaremos dispuestos a echar siempre una mano, pero no podemos ser los artífices de la recuperación», añade.

Por otro lado, cree que Yolanda Díaz tiene «ángel, carisma y talante, y eso puede movilizar a esa izquierda descreída», aunque «hay mucha nebulosa todavía». Asimismo, incide en que el PNV va a seguir apretando «hasta el último minuto posible» para que el Gobierno cumpla los acuerdos de legislatura firmados con el PNV. «Si Sánchez va al trantrán, el PNV se pondrá a silbar en la vía. No estamos mínimamente satisfechos», avisa.

Tras indicar que no cree que haya «mala fe», sí defiende que el Gobierno se ha instalado «en una especie de miércoles al sol, donde solo les importa qué pasa en las votaciones». «Todos sus esfuerzos están encaminados a ir sacándolas y les da igual con quién y cómo. Y como a nosotros nos tienen casi siempre a su lado pues dicen, total, estos son responsables. Eso vale para un tiempito, pero ese tiempito se está haciendo largo», detalla.

De este modo, advierte de que, «cuando vengan cosas que no nos gusten del todo, votaremos que no». «Con que nosotros nos pasemos al no, este Gobierno, tal como están sus relaciones con ERC, entraría en crisis. Nosotros no queremos ir por esa vía pero tienen que ponerse las pilas», aconseja.

«No hay causas objetivas que expliquen la poca diligencia en el cumplimiento de los acuerdos… Para nosotros una transferencia es una transferencia. El Gobierno vive instalado en el miedo al qué dirán», explica.

NUEVO ESTATUS

Respecto al nuevo estatus, Ortuzar cree que no hay agua en la piscina aunque reconoce que «si alguien la pone, voy mañana». A su juicio, habrá una ventana de oportunidad a finales de 2023 o principios de 2024 y «hay que aprovecharla».

En este sentido, afirma que el lehendakari, desde su papel institucional, tiene que pedir a los partidos que hagan su parte, algo que el PNV ya ha hecho. «Yo ya hice mi ‘cata’, hablé con todos los que tenía que hablar y nadie me dijo que quería ponerlo en marcha. Luego podrán decir lo que quieran», sostiene.

Según argumenta, si hubiera voluntad política «esto se arregla rápido pero ahora mismo no la hay». «No lo podemos sacar nosotros solos. Y no creo que debamos malograr una oportunidad por correr. No se dan las condiciones y tampoco tenemos la prisa y la urgencia por abordar ese proceso», asegura.

Por otro lado, argumenta que los choques entre PNV y PSE se circunscriben «al ámbito de la política comunicativa y a la necesidad de marcar perfil», de tal forma que «no afecta al corazón ni a ningún órgano relevante de los acuerdos de coalición ni a la relación PNV-PSE».

Respecto a la posibilidad de reeditar los acuerdos entre ambas formaciones, Ortuzar indica que «las cosas que funcionan hay que mantenerlas y si se puede mejorarlas». «La mayoría absoluta es algo a preservar por el bien de la ciudadanía», defiende.

Por último, valora que los datos de recaudación son buenos en Euskadi pero eso no presupone nada. «Si la guerra en Ucrania sigue más allá del invierno los problemas coyunturales pueden convertirse en estructurales», concluye.