El éxito de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía frena en seco a Vox y abre un nuevo horizonte para el PP

El Partido Popular ha arrasado, Vox se ha dado el batacazo y el PSOE se sostiene en sus malos resultados. Este es el resumen de una jornada electoral en la que el PP ha salido claramente reforzado y se ha erigido como el verdadero freno de la ultraderecha. Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, ha obtenido mayoría absoluta (tras «tragarse» a Ciudadanos) tras estas elecciones siguiendo una estrategia sencilla: moderación y aislar a Vox. Macarena Olona se ha quedado muy lejos de sus expectativas y Juan Espadas se mantiene en sus malos resultados. Es un cambio de ciclo histórico para Andalucía y para el Partido Popular. Ahora llega la jornada de reflexión para Por Andalucía y Adelante Andalucía, que se han quedado con resultados residuales, y para Ciudadanos, que directamente ha desaparecido del mapa.

El PP se queda en una situación inmejorable. La mayoría absoluta le quita la dependencia de cualquier partido y evita tener que mantener conversaciones con Vox o con el PSOE para conseguir la investidura. Hablamos de 58 escaños que han permitido a Juan Manuel Moreno Bonilla no solo reforzar su posición como presidente de Andalucía, sino consolidarse como el heredero real de Alberto Núñez Feijoo para el Partido Popular. Tiene tirón, entusiasma a los suyos y nadie pone en duda su validez política. La otra cara de la moneda es Macarena Olona, quien con sus 14 parlamentarios se ha quedado a las puertas y ha dejado el «efecto Olona» en el «defecto Olona. Vox se hunde, no capitaliza el descontento, y el PP se dispara de cara a las elecciones generales

Se habla de que la crisis no afectará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El PSOE se ha quedado como estaba, pero un poquito peor. Son 31 parlamentarios los que se queda Juan Espadas a la par que ha hundido al PSOE en Sevilla. Se habla de que la crisis no afectará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni a sus siglas. Pero en el partido hay un nivel de tensión alto porque es muy mala noticia para ellos que el descontento social lo esté capitalizando el PP y no Vox. En el PSOE esperan montar una crisis de Gobierno de aquí a poco para intentar lavar la cara de la formación, pero no las tienen todas consigo. 30 diputados es uno menos que los obtenidos en las anteriores elecciones de 2018 por la expresidenta de Andalucía Susana Díaz.

Las izquierdas están desechas. Que se hayan presentado por separado no ha gustado nada a sus votantes. Por Andalucía, partido en el que estaba integrado Podemos e Izquierda Unida, y Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez y José María González, se han hundido en la más absoluta miseria política. Los morados se han quedado con tan solo 5 diputados y los de Teresa Rodríguez se han quedado tan solo dos diputados. La división no les ha beneficiado y la representación de la extrema izquierda se ha quedado en algo meramente testimonial que no tendrá capacidad para nada. Y más cuando hay una mayoría absoluta del Partido Popular.

El mayor drama se lo lleva Ciudadanos, que ha desaparecido con poco menos de 100.000 votos (cuando venía de tener más de 600.000). Juan Marín se ha quedado fuera del parlamento y no tendrá capacidad ninguna de influencia ni sueldo público al que aferrarse. Ni el cachorro de pastor alemán recién adquirido por el dirigente ha sido capaz de seducir a los votantes que confiaron en él en las elecciones anteriores.

VOX SE QUEDA CORTO

Andalucía ha frenado a Vox. El «macarenazo» se ha quedado en nada dado que el partido tan solo ha subido dos escaños respecto a las elecciones anteriores. Había algunas encuestas internas que hablaban de que rozarían los 30, pero se ha quedado en unos 14 parlamentarios, dos más que los obtenidos en las anteriores elecciones de Andalucía. Este desastre, porque así es visto pese al orgullo de algunos militantes de la formación, tiene una mala lectura porque el PP ha conseguido dar con la tecla para anular a la formación de extrema derecha.

Durante el recuento, en los primeros momentos, en la sede de Vox aseguraban que harían valer sus votos con todo el peso para conseguir algún asiento en el momento en el que el PP no tenía todavía mayoría absoluta. Ese era el único resquicio al que se aferaron hasta que se superó el 40% del voto escrutado. Entonces quedó claro que Vox no va a tener capacidad de presionar en nada a la Junta de Andalucía. Y quedó claro que el efecto Macarena se ha quedado más en un defecto Olona.

JUAN MANUEL MORENO BONILLA GANA TERRENO

El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha ganado más peso en el Partido Popular. La mayoría de los visitantes de la séptima planta del edificio de Génova consideran que el sustituto natural de Alberto Núñez Feijoo al frente del Partido Popular será el andaluz. Y ahora que ha conseguido un resultado histórico en los comicios autonómicos, más. El gran resultado de Moreno Bonilla ha sido recibido con alivio por parte de los dirigentes del partido porque muchos temían que el avance de Vox podría poner en riesgo no solo la hegemonía del PP en la derecha, sino que podría alterar los Gobiernos con nuevas vicepresidencias dirigidas en la sombra por Santiago Abascal.

Tras este resultado, queda claro que la pugna por el PP tras la salida de Feijoo quedará entre Moreno Bonilla y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pero lo más curioso es que prácticamente todos en el PP dan por hecho que el presidente gallego solo tendrá una oportunidad para hacerse con la Moncloa. Y si falla, dará vía libre a la pelea entre Isabel Díaz Ayuso y Moreno Bonilla.