El PSOE huye de la «vía Esquerdo» para sustituir a Pilar Llop y apuesta más por Paco Aranda

En un principio sonó como posibilidad, pero a medida que se acerca la posible crisis de Gobierno que planean ejecutar a finales de verano, desde Moncloa entienden que no es el adecuado. La salida de Pilar Llop del Ministerio de Justicia está «cantada» por varias cuestiones. La primera, porque ha sido capaz de ahondar más en la brecha que hay entre su ministerio y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por su «dejación de funciones». Y la segunda, porque el PSOE quiere que se prepare su hipotética candidatura a la Comunidad de Madrid. Esta «clara» salida tiene solo un inconveniente: a quién colocar como ministro o ministra los meses restantes de legislatura. Y lo que deslizan ahora desde Ferraz es que buscarán una cara nueva y descartan la posibilidad de que el secretario de Estado de Justicia, Antonio Julián Rodríguez Esquerdo, tenga posibilidades de hacerse con el mando «por mucho que quiera».

En Ferraz aseguran que no son ajenos a la ambición de este secretario de Estado. Desde que el rumor de que Pilar Llop dejaría el Ministerio de Justicia antes de que acabara la legislatura empezó a sonar con fuerza en las dependencias de la socialista, Esquerdo cogió posiciones de forma algo evidente. Aún así, y pese a su pasado socialista, en Ferraz no confían en que sea el secretario de Estado quien se quede con el ministerio. Es cierto que no niegan la posibilidad de que mantenga su puesto, pero también lo es que no le darán más galones. Quizá el hecho de que haya «presumido» de esa posibilidad le ha salido caro, dado que en Ferraz insisten en que sí que eran conscientes de que algo se había comentado. Pero lejos de eso, las fuentes del partido desechan esa posibilidad. Esquerdo, como mucho, se quedará donde está.

Sobre qué ministro llegará en sustitución de Llop hay diferentes opciones. La que suena con más fuerza en estas últimas semanas es la de colocar a Paco Aranda al frente, dado que es lo más parecido a Juan Carlos Campo que podrán encontrar.

PILAR LLOP Y LA CRISIS DE GOBIERNO

La salida de Pilar Llop es uno de los asuntos más comentados sobre esta crisis de Gobierno. En el mismo saco están Margarita Robles, titular de Defensa, o Fernando Grande-Marlaska, de Interior. Pero el caso de Llop es más evidente dado que el PSOE tiene planes para ella en la Comunidad de Madrid. Soltar lastre en septiembre sería una buena noticia para Ferraz dado que así podrían reconstruir las relaciones con el CGPJ y darían tiempo a la socialista para que se preparara para la carrera electoral que espera en Madrid. Es casi evidente para los socialistas que Isabel Díaz Ayuso será imbatible en la Comunidad, pero creen que Pilar Llop representa bien la alternativa que buscan, pues su partido no es contra Ayuso sino contra Mónica García, candidata de Más Madrid.

Dicho esto, queda la tensión que se vive en el ministerio. En Ferraz no tienen intención de mover demasiados cargos en el Ministerio de Justicia. De hecho, la idea es mantener el grueso, a excepción del jefe de gabinete de la ministra, Rafael Pérez, quien ha hartado a medio ministerio, a medio CGPJ y a medio partido por su obsesión con tratar a la ministra como si fuera un jarrón Ming y por no permitir que se relacione con nadie ni que se exhiba en los medios de comunicación. La salida de Pérez es, de hecho, la que más urge a Ferraz. Pero entienden que para ello habrá que echar a Pilar Llop previamente. La titular de Justicia se encontró el equipo hecho y uno de los pocos fichajes que hizo a título personal es el de Rafael Pérez.

«Ha visto el cielo abierto»

La opinión de quienes conocen a Antonio Julián Rodríguez Esquerdo no es del todo mala. Sí que entienden que no ha despuntado demasiado a nivel político y son conscientes de que está algo obsesionado con la idea de hacerse con el ministerio. «Ha visto el cielo abierto». El problema es que pese a que cuenta con apoyos en el partido y tiene una trayectoria política decente (al menos libre de traiciones o movimientos bruscos en apoyo a uno u otro candidato del PSOE), no convence a nadie en Ferraz ni en Moncloa. Esquerdo no tiene especialmente una relación buena con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni tampoco con nadie de Moncloa. Antonio Hernando y Óscar López le conocen, pero tampoco apoyarían su nombre como posible ministro.

Con todos estos elementos encima de la mesa, la idea de Ferraz es que Antoni Julián Rodríguez Esquerdo caiga por su propio peso y acabe por dejar la política en cuanto finalice la legislatura. Como mucho, el PSOE le llevaría a un cementerio de elefantes para que acabara con un sueldo decente, pero no creen que tenga ningún tipo de proyección política. Paco Aranda, sin embargo, sí que cumple todos los requisitos que busca Moncloa en un ministro. Y de momento no ha presumido ni ha mencionado la posibilidad de sustituir a Llop. Es discreto, a diferencia del otro socialista.