Las trabajadoras sexuales salen a la calle para exigir derechos laborales

Ellas piden que se les deje ejercer, libremente, la profesión más antigua del mundo. En este momento de la historia les resulta casi risible el hecho de que los partidos políticos españoles pretendan castigar a quienes consumen la prostitución, cuando lo que consideran realmente urgente es que se garanticen los derechos laborales, a través de contratos que garanticen todos los beneficios que contemplan las leyes.

Fue por ello que salieron ayer a la calle a manifestar frente a la sede del PSOE y el PP, y hasta el Congreso de los Diputados, en contra de la aprobación de la ley de la abolición de la prostitución, llevada al Congreso de los Diputados donde fue aprobada y que no es más que la reforma de varios artículos del Código Penal, donde se castiga a quien consuma prostitución y a quienes tengan locales para que las trabajadoras sexuales trabajen.

Denuncian que la abolición de la prostitución solo las condenará a la clandestinidad, porque tratar de prohibirla solo hará que tanto clientes como trabajadoras sexuales deban ocultarse para poder seguir ejerciendo y consumiéndola.

«Nos estamos preparando para llevar nuestra posición ante los grupos parlamentarios, así como lo hicimos con la ley del solo sí es sí, porque no estamos de acuerdo con la criminalización de los clientes y levantaremos nuestras voces para defender nuestros derechos ante el Partido Popular, Podemos y ante Irene Montero», expresó Concha, secretaria general de la Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS) en conversación con este medio.

De acuerdo con la propuesta llevada al pleno de los diputados, por el PSOE, y que fue aprobada con 232 votos a favor, 38 en contra y 69 abstenciones, se establece que serán sancionados con multas de 12 a 24 meses los clientes o consumidores de prostitución y con prisión de 2 a 4 años a quien destine, de manera habitual y con ánimo de lucro, un local para la práctica de la prostitución.

Concha aseguró que la promoción de este tipo de reformas en el Código Penal español las deja en un estado de indefensión, porque con castigar a los clientes simplemente las dejan a ellas sin trabajo, por lo que denuncian que se trata más bien de una ley prohibitiva que en nada las va a ayudar.

Las trabajadoras sexuales defienden su derecho a hacer con sus cuerpos lo que les venga en gana, pues aseguran que es la prostitución es un trabajo como cualquier otro, que les permite mantenerse a ellas y a sus familias.

«Nosotras somos clase obrera, si no nos dejan trabajar no podemos llevar el pan a nuestra mesa, mantener a nuestras familias, y lo que necesitamos en este momento, y es por lo que estamos luchando, es por tener verdaderos derechos laborales», expresó la vocera de la organización sindical que agrupa a por lo menos 600 mujeres en este momento.

La representante de la organización sindical de las trabajadoras sexuales considera un insulto que las autoridades españolas comparen la prostitución con un acto de violación, pues asegura que eso es faltar el respeto a las mujeres que han pasado por esa situación y le dejó bien claro a las representantes de los partidos políticos que quienes se dedican a la prostitución lo hacen porque quieren y que criminalizando a los clientes no conseguirán abolir esta práctica.

Entre las críticas que estas mujeres manifestaron contra las voceras de los principales partidos políticos que han promovido la iniciativa legislativa está el hecho de que se diga que 90% de las trabajadoras sexuales lo hacen obligadas.

«La única protección necesaria para las trabajadoras sexuales es la aprobación de plenos derechos laborales y aquí no hay más posibilidad de nada. Los primeros partidos políticos que deberían velar por eso son justamente el PSOE y Podemos, que se llenan la boca diciendo que con esta ley nos quieren ayudar, cuando la realidad es otra. Estamos en un momento complicado y ya nos hemos reunido con grupos parlamentarios que sí no escuchan y nos quieren apoyar», aseguró la representante de OTRAS.

El colectivo ha señalado que todos sus esfuerzos están enfocados en que se les mejoren las condiciones laborales, de la misma manera que se luchan en otras profesiones y oficios y advirtieron que continuarán manifestando en las calles, a pesar de que con estas actividades corren el riesgo de ser identificadas y estigmatizadas ante una sociedad que a estas alturas del siglo XXI todavía ve con malos ojos a las trabajadoras sexuales y que ahora con la reforma impulsada desde el parlamento, se busca castigar a quienes consumen y pagan por la prostitución.