jueves, 12 diciembre 2024

La OTAN advierte a China de que se defenderá frente a sus «tácticas coercitivas»

La OTAN ha lanzado a China la advertencia de que se defenderá ante sus «tácticas coercitivas» y ante cualquier intento de dividir a los aliados. Es la primera vez que se menciona al gigante asiático en el nuevo Concepto Estratégico que se ha adoptado para esta cumbre en Madrid.

Los 30 líderes aliados han aprobado el nuevo documento que guiará a la Alianza durante la próxima década y en él lanzan un claro aviso a China, si bien también aseguran «estar abiertos a una relación constructiva con Pekín, incluso a forjar una transparencia recíproca, con vistas a salvaguardar los intereses de seguridad» de la OTAN.

En el documento adoptado, la Alianza reconoce que «las ambiciones manifiestas y las políticas coercitivas» de China «amenazan nuestros intereses, seguridad y valores». En este sentido, acusan a Pekín de «emplear un amplio abanico de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su huella mundial y proyectar su poder al tiempo que se mantiene opaco sobre su estrategia, intenciones y crecimiento militar».

Asimismo, denuncia «las operaciones maliciosas de carácter híbrido y cibernético así como su retórica de confrontación y su desiformación» contra los países de la Alianza y acusa a China de «buscar controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructura crítica, materiales estratégicos y cadenas de suministro».

CHINA INTENTA SUBVERTIR EL ORDEN INTERNACIONAL

China, admiten los aliados, «usa su influencia estratégica para crear dependencias estratégicas y reforzar su influencia» además de esforzarse para «subvertir el orden internacional basado en reglas, incluido en el ámbito espacial, cibernético y marítimo».

Por otra parte, los 30 países de la OTAN reconocen también su preocupación por la creciente «asociación estratégica» entre China y Rusia, país al que señalan como la «mayor amenaza» en el Concepto Estratégico.

Así las cosas, los aliados se comprometen a trabajar juntos de manera responsable para hacer frente a los «desafíos sistémicos» que plantea China para su seguridad y para garantizar su defensa. «Reforzaremos nuestra conciencia compartida, fortalecer nuestra resiliencia y preparación y protegernos contra las tácticas coercitivas y esfuerzos para dividir a Alianza».

«Defenderemos nuestros valores compartidos y un orden internacional basado en reglas incluida la libertad de navegación», rematan los líderes, en referencia a la creciente presencia de China en el Pacífico.

UNA MENCIÓN ESPERADA

La inclusión de China en el Concepto Estratégico era algo esperado ante las circunstancias cambiantes en la escena internacional. Pekín ha estado durante décadas lejos del radar de los aliados, al no constituir una amenaza militar directa, pero no se le había considerado como una amenaza hasta ahora.

Fue precisamente el actual secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el que puso sobre la mesa la cuestión. En la cumbre de líderes de la Alianza en Londres en diciembre de 2019, planteó que había que «abordar el hecho de que China se nos está acercando». «Les vemos en África, en el Ártico, invirtiendo en infraestructura en Europa y también en el ciberespacio», acotó.

Como resultado de ello, en la declaración conjunta al término de aquella cumbre se mencionó por primera vez al gigante asiático para constatar que «la creciente influencia y política internacional de China representan tanto oportunidades como desafíos que tenemos que abordar juntos como Alianza».

En el comunicado al término de la cumbre de junio de 2021 en Bruselas, los líderes aliados abundaron en esta idea. Así, expresaron su preocupación por las «ambiciones declaradas y la conducta asertiva» de Pekín y que constituye «desafíos sistémicos al orden internacional basado en reglas».

Igualmente, constataron que China cuenta con un creciente arsenal nuclear e incidieron la «opacidad» con la que está llevando a cabo la modernización de sus fuerzas armadas, además de su cooperación en materia militar con Rusia.

Por otra parte, los líderes de la Alianza reconocieron su preocupación por «la frecuente falta de transparencia y el uso de desinformación» por parte de China, al tiempo que manifestaron su voluntad de «mantener un diálogo constructivo donde sea posible».

Con ello, ponían negro sobre blanco las principales preocupaciones que plantea para la Alianza actualmente China y que el país no planteaba cuando se creó la organización en 1949 y daban pie a que ahora se le incluya en el Concepto Estratégico.