Nadia Calviño redobla la presión sobre la presidenta de la CNMC por no poner coto a las petroleras

La vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño no está demasiado contenta con la labor de su «amiga» y presidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, Cani Fernández Vicién, en plena tormenta inflacionaria. La razón por la que la ministra tiene puesto el ojo en Cani tiene que ver con las petroleras y con los elevados precios de la gasolina y del diésel. Pese a que la vicepresidenta económica ha pedido en varias ocasiones a la CNMC que controlara si las petroleras habían convertido la ayuda de 20 céntimos el litro en una subvención, los resultados no han sido óptimos. Lo cierto es que la CNMC no ha sido capaz de encontrar pruebas contundentes como para meter mano a las principales petroleras. Pero en el Gobierno están completamente convencidos de que estas grandes empresas han utilizado la ayuda para engrosar sus cifras.

Desde la vicepresidencia de Calviño tienen claro que en los dos años que Cani Fernández Vicién lleva al frente de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, no ha conseguido contentar las pretensiones de la ministra en los tiempos más difíciles. La inflación disparada tiene el elevado precio del carburante como una de las razones principales por las que ya se supera el 10%. Esto ha llevado al Gobierno a obsesionarse con el hecho de que el oligopolio formado por las petroleras está condicionando al Ejecutivo. No es la primera vez que Competencia vigila si las petroleras se ponen de acuerdo para establecer unos precios concretos. En 2013 ya pusieron la lupa sobre las estaciones de servicio sin demasiado éxito. Y ahora parece que tampoco Cani ha conseguido el principal objetivo.

La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia depende orgánicamente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. La decisión de Calviño de nombrarla no parece haber sido la adecuada, según filtran ahora desde el entorno de la vicepresidenta económica. El hecho de que también Mariano Bacigalupo, marido de la vicepresidenta Teresa Ribera, esté en el consejo de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia tampoco ayuda. Pero lo cierto es que hay un malestar importante en el ministerio de Calviño porque no ha habido resultados concluyentes que permitan al Gobierno erigir un argumentario que les permita culpar de la inflación a las petroleras.

Todo empieza en un gráfico. Cuando se ve la evolución de los precios del carburante desde que empezaron a subir y hasta ahora queda claro cómo las ayudas del Gobierno se ha convertido en una subvención para las petroleras como Repsol, BP o Cepsa. Esta realidad se constata con un pico absolutamente llamativo que coincide con el momento en el que se estableció la ayuda de 0,20 euros el litro. En el Gobierno están convencidos de que las petroleras no han estado dispuestas a asumir ni un solo coste del cambio de los precios. Pero tienen más necesidad de construir un argumento que les quite presión sobre su responsabilidad con los precios elevados.

La CNMC ya ha investigado estos últimos meses si es justificada esa subida de precios y ese pico concreto que se produjo justo después de que se aplicara la ayuda de 20 céntimos por litro. El problema es que la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) no ha sido capaz de encontrar una justificación aunque los beneficios de las petroleras se hayan disparado con respecto a los mismos meses del año anterior. Esa incapacidad es lo que ha irritado al departamento de Calviño, que a su vez recibe presiones de arriba para encontrar una causa a la que aferrarse para quitarse responsabilidad, pues no hay que olvidar que el 52% de lo que se paga por el litro de la gasolina son impuestos.

La CNMC argumenta que pese a que el precio del barril de petróleo (el de Brendt) esté en torno a los 110$, la realidad es que el coste del petróleo es más caro que nunca porque el euro ha perdido mucho terreno frente al dólar. Sea como sea, parece que los informes de la CNMC dejan claro que el elevado coste de la gasolina y del diésel está, aparentemente, justificado. El problema es que en el Ejecutivo están convencidos de que Repsol y otras petroleras presentarán cifras de beneficios récord que harán dudas sobre esa realidad. Y la culpa recae sobre la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, Cani Fernández Vicién.

EL LOBBY CON SEDE EN LA CNMC

El matrimonio de la vicepresidenta Teresa Ribera y Mariano Bacigalupo es un lobby interno que ya ha hartado a Moncloa y algunos que otros socialistas. La ministra de Medio Ambiente, famosa por su mal carácter y por el mal ambiente de trabajo que genera, y su marido, uno de los hombres más notables de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), han convertido sus posiciones en el lobby más peligroso del Gobierno. Fuentes de Moncloa aseguran que Teresa Ribera están sobrepasada por el precio de la luz y la complejidad para bajar los precios de la energía, pero lo cierto es que el tándem que ha montado con Bacigalupo empieza a hartar a los socialistas y ya sopesan la posibilidad de echarla con la próxima crisis de Gobierno que se prevé para finales de agosto o principios de septiembre.

Mariano Bacigalupo lleva como consejero en la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia desde 2017. Teresa Ribera entró al ministerio de Transición Ecológica en 2018, aunque ya tenía mano con la política dado que fue secretaria de Estado de Cambio Climático desde 2008 hasta 2011. Como introducción, deja claro que el arranque de la etapa “sanchista” ha estado marcada por el lobby Ribera-Bacigalupo, que ahora con los elevados precios de la energía ha multiplicado por tres sus acciones e intervenciones, pero solo para velar por los intereses de la pareja. Una anécdota que da color a este relato es el hecho de que Bacigalupo utilizara su puesto para quejarse de cómo los medios trataban el alza de los precios de la luz, dado que no entendía que se hiciera a diario. Por supuesto, que estuvieran defenestrando a diario la “incompetencia” de Teresa Ribera tenía algo que ver, pero esto es solo un detalle de color.