El PSOE erradicará los peajes de su programa por el miedo a la crisis económica

No habrá peajes obligatorios. Esa medida tan impopular a la que se comprometió el Gobierno ha quedado en una vía muerta por dos cuestiones: la crisis económica que amenaza con presentarse en otoño y el año electoral. Aún así, este «no» del Gobierno a las tarifas por kilómetro supone un desplante descarado a Europa, dado que Pedro Sánchez se comprometió con Bruselas (y por escrito) a imponer peajes en todas las vías nacionales españolas. Algunos altos funcionarios han sido cesados por estos anuncios políticos. Otros simplemente apartados, pero lo cierto es que ahora Moncloa no quiere ni oír hablar de peajes porque la inflación augura para 2023 una crisis económica importante. No quieren anuncios e incluso preparan una respuesta contundente para cuando saquen el tema.

«En este entorno y contexto hay que atender a la situación económica y a los sectores más afectados, siendo el del transporte uno de ellos. Lo plantearemos en el momento más propicio y siempre con consenso, pero ahora no se dan las bases para facilitar ese contexto, por lo que a corto plazo difícilmente podremos contemplarlo», ha asegurado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Este mensaje choca frontalmente con la idea inicial del Gobierno que era la de imponer estos peajes en 2024, un compromiso que adquirió este Ejecutivo con Bruselas.

habrá una crisis económica

Mientras que hace unos años era una evidencia para el Gobierno la necesidad de hacer sostenible el mantenimiento de las carreteras, los rumores internos de que habrá una crisis económica con pocos precedentes antes de que acabe el año han obligado al Gobierno a cambiar sus planes. No se pueden permitir el lujo hacer una campaña electoral anunciando subidas de impuestos cuando la inflación y la crisis esquilmará la cartera de los españoles. Y la única que respira aliviada es la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, dado que ahora lo que le faltaba era anunciar a los transportistas que tendrán que pagar peajes en todas las autovías nacionales.

A la crisis hay que añadirle el precio elevado del combustible. Hablamos de que la gasolina o el diésel no bajan de los dos euros por litro ni aunque el barril de petróleo se desplome. Todo esto ha creado una tormenta perfecta que amenaza con soltar sus relámpagos en plena campaña electoral. Todo el año 2023 estará completamente marcado por las elecciones. Y en Moncloa han dado la orden interna, según detallan fuentes del Gobierno, de no hablar de los peajes bajo ningún concepto pese a que sea un compromiso que Pedro Sánchez ha adquirido con Bruselas.

La idea era la de implementar los peajes con una tarifa de unos dos céntimos por kilómetro. Poner una pegatina en el parabrisas y un par de cámaras en todas las entradas y salidas de las carreteras sería suficiente para cobrar una buena suma a los españoles.

EL PLAN DE RAQUEL SÁNCHEZ

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha recogido el testigo de su predecesor, José Luis Ábalos, en materia de peajes y ya tiene un esbozo de cómo será el nuevo modelo. El mayor problema hasta ahora para el ministerio había sido el cómo decirlo. No es fácil tras una pandemia, una crisis económica con no muchos precedentes y con el coste de la vida (gasolina y electricidad a la cabeza) por las nubes anunciar a los españoles que pagarán por coger cualquier autovía o autopista española. Pues bien, Raquel Sánchez ha decidido lanzarse a la piscina sin contemplaciones y ha anunciado cómo será ese modelo de peajes. Y la clave será que quien sufrirá las peores consecuencias serán aquellos propietarios de coches que más contaminen. Si tienes un coches desde hace 20 años, te crujirán. Si te has comprado el último modelo eléctrico de Tesla, serás bienvenido. Si tienes una C15, mejor ni te asomes por la autopista. No han entrado sobre cuestiones de clase social, solo ambientales.

La ministra de Transportes se ha quitado el problema de la comunicación de golpe. Es curioso que haya cambiado el estilo de Ábalos dado que todo su equipo es exactamente el mismo que el de su predecesor. Aún así, el Gobierno está necesitado de ingresos para contentar a Europa y sobretodo para no condicionar las ayudas europeas más de lo necesario, razón por la que Sánchez ha salido al paso a anunciar que habrá peajes y que quienes pagarán serán los que más contaminen. El concepto es un poco como el estacionamiento regulado de Madrid. No se tienen en cuenta criterios económicos (al menos no se mira la renta ni la situación laboral o económica del ciudadano o ciudadana que pretenda usar la carretera) ni de ningún otro tipo. Solo se habla de criterios ambientales y de impuestos a los que tengan un coche que contamine.