Las Cámaras polacas piden no comprar más gas a Rusia y cortar toda relación económica con Putin

El mariscal del Senado de Polonia, Tomasz Grozni, ha sido duro y ha pedido este lunes incrementar las sanciones económicas contra Rusia y Bielorrusia. Incluso ha puesto sobre la mesa dejar de comprar combustible ruso. Y es que sus beneficios, ha denunciado, sirven a Putin para continuar la guerra en Ucrania. Mientras, la vicepresidenta de la Dieta polaca, Malgorzata Gosiewska, ha llamado a alejar la tentación de intentar recomponer las relaciones económicas con aquel país.

Así lo han puesto de manifiesto ambos durante sus respectivas intervenciones en la inauguración del VIII Foro Hispano-Polaco que tiene lugar hasta este martes en el Teatro Principal de Burgos, y en la que también han participado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el del Senado, Ander Gil.

El mariscal del Senado polaco ha subrayado que no hay «otra alternativa que ganar esta guerra» porque «cada cesión y cada fracaso puede suponer consecuencias fatídicas no sólo para Europa sino para todo el mundo».

A su juicio, «no es realista» esperar que Rusia cese en su ofensiva y, por eso, hay que seguir incrementando las sanciones económicas, también contra Bielorrusia, y «garantizar a los héroes ucranianos equipos, armas, munición para que puedan repeler la agresión y empujar a Rusia al lugar que le corresponde en Asia».

EL NIVEL DE VIDA «TENDRÁ QUE RESENTIRSE»

«El mundo libre debe poner todos los medios para mantener la existencia de nuestros ciudadanos al mejor nivel posible», ha dicho Grozni, antes de admitir que «el confort» en sus vidas «tendrá que resentirse». «Todos lo estamos notando, pero es un precio pequeño comparado con el precio de sangre y vidas perdidas que pagan los ucranianos por querer ser miembros de nuestra comunidad», ha remarcado.

También la vicepresidenta de la Dieta polaca ha llamado a continuar la ayuda militar, económica y humanitaria a sus vecinos ucranianos, pero ha recordado que Rusia lleva desde 2014 perpetrando crímenes de guerra, violaciones y torturas en territorio de Ucrania.

«El mundo no veía como es la Rusia de Putin, se le recibía en salones de Europa y del mundo, pero ahora las máscaras han caído y el mundo ha visto la verdadera cara de un brutal asesino», ha subrayado Gosiewska.

Pese a todo, se ha mostrado convencida de que, «en nombre de la paz en el mundo, habrá intentos de volver a las antiguas relaciones con Rusia, sobre todo económicas» y ha alertado de que eso no puede «permitirse» y de que el sufrimiento de los ucranianos «no puede quedar impune».

INICIATIVAS PARA FRENAR LA AGRESIÓN

De su lado, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, también ha mostrado su deseo de que Ucrania, las democracias y las instituciones europeas salgan «victoriosas» del desafío ante el que les ha puesto Putin y de que, «además de solidaridad y compasión», desde «la política» se pueda «aportar algo más» para lograr ese objetivo.

«Gran parte de nuestro trabajo tendrá inevitablemente que orientarse a acordar qué podemos hacer, desde nuestros respectivos parlamentos, para contribuir a frenar esta bárbara agresión que se está produciendo en pleno corazón de Europa», ha dicho ante los parlamentarios españoles y polacos.

Batet ha elogiado la «resistencia del pueblo ucraniano y el esfuerzo solidario de los polacos» que están acogiendo a los refugiados, como ella misma tuvo oportunidad de comprobar hace unas semanas en la frontera entre de ambos Estados.

13 AÑOS DE FORO PARLAMENTARIO

«Somos dos países alejados geográficamente, y, sin embargo, hemos tomado expresamente la decisión política de constituir un foro, que ya perdura 13 años en el tiempo, para reunirnos y compartir visiones, acercar realidades, detectar intereses comunes y debatir prioridades políticas», ha destacado, poniendo en valor estas relaciones bilaterales.

También el presidente del Senado, Ander Gil, ha expresado su deseo de que el foro sirva para reforzar la relación entre Madrid y Varsovia para «poner un granito de arena» en los esfuerzos comunes por la paz.

Gil ha resaltado la «unidad de acción» de los europeos ante la invasión rusa y ha loado el ejemplar papel de Polonia en la crisis de los refugiados. También ha puesto en valor el multilateralismo como «única vía de acción conjunta frente a las amenazas». A su juicio, junto con la cooperación se trata de «los mejores antídotos ante la injusticia y la violencia».

En este contexto, ha destacado las iniciativas europeas que persiguen el «ambicioso objetivo» de que los europeos sientan su seguridad y libertad «garantizadas», mencionando específicamente la Política Europea de Vecindad y la Conferencia sobre el Futuro de Europa.