Diana Morant tiene claro que el covid-19 todavía no ha acabado. La ministra de Ciencia e Innovación tiene claro la pandemia provocado por el coronavirus todavía no ha llegado a su fin aunque la vida de los ciudadanos españoles y, en general de todo el mundo, prácticamente ha vuelto a la normalidad. Sin embargo, los casos de contagios están volviendo a aumentar y las autoridades sanitarias se sienten temerosas de que los hospitales vuelvan a colapsar y las cifras de incidencia acumulada crezcan de nuevo. Por este motivo, Diana Morant se ha entregado al marketing institucional con el fin de concienciar a los ciudadanos de que se protejan ante el virus. Así, ha decidido vacunarse (tarde) con la tercera dosis todo ello como estrategia institucional del Gobierno para animar a la población a que pida cita para ponerse la última dosis de la vacuna, en el caso de que todavía no lo hayan hecho.
La ministra de Ciencia e Innovación ha diseñado toda una estrategia de marketing institucional que tiene un objetivo claro, concienciar a la población para que se vacunen. Se trata un plan de marketing que ha llevado a cabo Diana Morant y que ha utilizado su cuenta de Twitter para para difundirlo. Así, esta tratando de animar a la población a que no deje de protegerse contra el coronavirus y que se pongan la última dosis de la vacuna contra el covid-19. Y es que, a pesar de que el sentir en la población es de total relajación ante este virus, que parece que ya ha desaparecido, la realidad es muy distinta. Sin prácticamente ningún tipo de restricciones para combatir la pandemia, la población ya no están tan alerta, se ha relajación con los sistemas de protección. Tanto es así que mucho ni siquiera han completado la pauta de la vacuna y no se han puesto la tercera dosis. Algo que parece ser que es lo que le ha ocurrido a la ministra y lo ha utilizado como estrategia de marketing.
Diana Morant ha compartido a través de su cuenta de Twitter una imagen en la que aparece después de haberse puesto la tercera vacuna contra la covid-19. Además, la ministra ha escrito: «3ª dosis puesta. Como me ha dicho el médico, estoy hiperprotegida. Gracias a la sanidad pública por su trabajo y compromiso. Las vacunas funcionan. La ciencia salva vidas». Respecto a este mensaje difundido a través de su cuenta en la red social del pajarito llaman la atención dos cuestiones. En primer lugar que la ministra está tratando de concienciar a la población para que se vacuna a través de esta estrategia de marketing. En segundo lugar, el hecho de que todavía no se hubiera vacunado con la tercera dosis, dado que los políticos del Gobierno fueron los primeros que no dudaron en presentarse ante los centros de vacunación cuando les llamaron según su rango de edad.
Y es que, según han alertado las autoridades sanitarias el número de casos está volviendo a crecer y temen que los hospitales vuelvan a colapsar y las cifras de incidencia acumulada crezcan de nuevo. Por ello, están haciendo un llamamiento dirigido a toda la población para que tomen medidas de protección y evitar que aumente el número de contagios durante este verano. Y no solo eso, sino que se ha vuelto a poner sobre la mesa la opción de recuperar la mascarilla en interiores. El Gobierno se resiste, y más con las elecciones a la vuelta de la esquina, pero ya hay más de una voz a nivel interno que pide la vuelta de la obligación del uso de mascarilla en interiores. La situación en el Ejecutivo es compleja y está marcada exclusivamente por el panorama electoral. Desde Moncloa se resisten a añadir a la inflación un anuncio tan negativo como el de la vuelta de la mascarilla. Sin embargo, desde el Ministerio de Sanidad hay algunos expertos que avisan de que la situación está empeorando. Ante este panorama, Moncloa estudia qué hacer y si volver a exigir la mascarilla en interiores.
DIANA MORANT INVIERTE MILLONES EN UNA VACUNA QUE NO PASA LOS ENSAYOS CLÍNICOS
La vacuna española se está haciendo esperar. Los tres proyectos para sacar adelante una vacuna financiada por el Gobierno de España que estaban preparando los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) están estancados. Ninguno de ellos tiene fecha para el comienzo de los ensayos clínicos de fase I, donde se prueba la seguridad en humanos. No obstante, la que si parece afrontar la recta final es la inyección propuesta por la farmacéutica catalana Hipra que ya ha entrado en la fase 3 de los ensayos clínicos, la última antes de recibir el visto bueno de los reguladores si todo va bien. Una vez más, el sector privado se adelanta a los investigadores que trabajan en las instituciones públicas y que cuentan con el respaldo de fondos estatales millonarios.
El Ministerio de Ciencia e Innovación presidido por Diana Morant confió en el Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) la labor de sacar adelante una vacuna con recursos estatales. Sin embargo, los tres proyectos que se pusieron en marcha con distintos investigadores aún no han visto la luz a pesar de haber invertido recursos millonarios en los mismos. Casi dos años después, estas dosis aún no han sido probadas en humanos. Pero a pesar de la tardanza, estos planes siguen adelante. El primero de ellos es el desarrollado por los investigadores D. Mariano Esteban Rodríguez y D. Juan Francisco García Arriaza. Su vacuna ha sido denominada MVA-CoV2-S y está basada en un un virus distinto, atenuado, que sirve como vehículo de la proteína S. Esta vacuna funciona en ratones y gracias a una partida estatal de casi 400.000 euros fue probada en primates no humanos.