La pizza saludable que puedes hacer en casa y no engorda nada

Con la llegada del verano tomamos más frutas, ensaladas, comidas en general frías como ensaladillas o picoteo; no digamos helados y batidos. Cambiamos en parte nuestra alimentación pero hay alimentos irresistibles que los tomamos todo el año, da igual a 0 que a 30 grados. Es el caso de las pastas o de la pizza. Sigue presente en verano, en cualquier chiringuito y también en nuestra casa, sobre todo en esos fines de semana donde te reúnes con la familia y los amigos. Siempre triunfas con una buena pizza y un picoteo, acompañado de buena bebida.

Pero ocurre que en este época no pasa como en invierno. Estamos más preocupados de no acumular michelines para luego lucir cuerpo en la playa o piscina, o al menos no ser de los que aumentas en verano, porque imagina luego el camino hacia la Navidad como puede ser. No pasa nada, porque incluso en las pizzas hay modos de hacerlas menos calóricas y disfrutarlas igual por su sabor, y encima triunfar tanto o más. Vamos a verlo.

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UNA PIZZA FITNESS Y DE RÁPIDA ELABORACIÓN

Como ves lo tiene todo: sana y fácil de hacer. Veamos qué lleva y cómo hacerla. La clave es usar productos 100% naturales y por tanto elaborar tú mismo la pizza. Con ello logramos, para empezar, controlar la base (nunca mejor dicho), que es la masa, y utilizar la más sana y natural. Podemos hacer una pizza vegetal, de carne o de pescado sin tener que disparar la ingesta calórica diaria y lo primero es eliminando lo procesado. Y lo que es válido para la masa lo es para el resto. Por ejemplo, sustituimos el tomate de bote por natural, ahorrándonos la cantidad de azúcares añadidos que llevan estas salsas.

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