Los audios de Villarejo debilitan más la imagen de una Margarita Robles con «agenda propia»

La figura de la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha quedado aún más tocada de lo que ya estaba. Los últimos meses de legislatura, la socialista ha conseguido ponerse en contra al ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños, y a los propios integrantes de Moncloa al salir una nueva tanda de audios de José Manuel Villarejo en los que se señala directamente a la ministra. No es que se diga nada espacialmente perjudicial a priori para su imagen, pero sí ha dejado en evidencia que la ministra de Defensa tiene agenda propia y que nunca ha respetado la doctrina de Pedro Sánchez. Si ya se planteaban sacar a Margarita Robles por la crisis de Pegasus y por cómo ha mantenido su agenda propia, con este nuevo audio el destino de Robles será muy similar al de Dolores Delgado.

Todo son paralelismos entre la Fiscal General del Estado y Margarita Robles si se tienen en cuenta los últimos audios publicados por Crónica Global en los que se detalla una conversación entre el periodista Antonio García Ferreras y Mauricio Casals, presidente de La Razón y consejero de Atresmedia. En esa conversación en la que hablan de cómo se «cargaron» a Juan Carlos Monedero, dejan claro en una frase que Margarita siempre ha tenido agenda propia, algo que no ha sentado nada bien en Moncloa dado que refuerza la idea de que la ministra de Defensa no sigue lo que Sánchez dice. «Pedro Sánchez vuelve a estar en plena campaña y mientras Margarita Robles está completamente a nuestro favor y muy bien con nosotros, pero Pedro Sánchez, coño, joder, a ver si le calzas una hostia». De todo esto, Moncloa tiene claro que Margarita siempre ha trabajado su agenda propia. Y esto la ha puesto en una situación aún más comprometida.

Robles estaba en la cuerda floja por la crisis de Pegasus. El hecho de que las escuchas a los líderes independentistas trascendieran a los medios de comunicación ya le colgó un estigma a la ministra de Defensa. El desarrollo de los acontecimientos también tampoco fue favorable a la socialista dado que los cruces de competencias y las acusaciones llevó a la ministra socialista a enfrentarse directamente al ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños y a buscarse un enemigo importante dentro del Ejecutivo que ya no velaría por ella. Esto, sumado a sus intentos de entrometerse en el proceso de renovación del Consejo General del Poder Judicial y los persistentes intentos de colocar a personas afines en puestos de alto nivel en instituciones como el Tribunal Constitucional han creado un clima poco favorable para la ministra de Defensa.

Ahora, con estos audios, solo se ha constatado que Robles mantenía relaciones propias con según qué medios de comunicación para ensalzar su imagen, pero no la del presidente. La titular de Defensa siempre ha trabajado por ella y ahora hay unas grabaciones que deslizan que Robles siempre ha buscado ensalzar su figura y no la del presidente. Ya lo sospechaban en el PSOE, pero que salga salpicada en estos audios no ayuda a que su nombre sea de los primeros para salir en esta crisis de Gobierno que se cuece para dentro de meses, si es que finalmente Sánchez cumple los pronósticos internos del partido.

ROBLES, EN LA RAMPA DE SALIDA

La crisis de Gobierno está programada para 2022 y Margarita Robles lo sabe. Desde Moncloa ya se han puesto manos a la obra y tienen todos los preparativos muy avanzados para que tenga lugar a mediados de julio. Quien dará el pistoletazo de salida será el candidato del PSOE a las elecciones de Andalucía, Juan Espadas. Pero quienes aprovecharán la coyuntura para saldar “deudas de sangre” serán Félix Bolaños y Fernando Grande-Marlaska. La idea de esta crisis es la de cambiar de forma “profunda”, según fuentes del Ejecutivo, la imagen del Gobierno sacando del equipo a algunos ministros. Y quien tiene la diana más grande en la frente es la ministra de Defensa, Margarita Robles. La polémica del espionaje al presidente, Pedro Sánchez, unida a otras rencillas internas y tensiones que ha protagonizado con otros ministros le han granjeado más de un enemigo poderoso. El primero, Félix Bolaños. Y el segundo, Fernando Grande-Marlaska.

Por todo esto, las quinielas de Ferraz no apuestan porque la supervivencia de Margarita Robles se alargue más de la cuenta. Fuentes de Moncloa aseguran que la relación entre Robles y Bolaños está rota después del choque por el espionaje al teléfono de Sánchez. Pese a que la ministra también sufrió un hackeo de su teléfono móvil, lo cierto es que Robles no dudó en culpar a Bolaños del espionaje y en achacarle a su departamento las brechas en la seguridad, concretamente al Departamento de Seguridad Nacional. Este choque derivó en roces más que notables en encuentros privados entre la ministra de Defensa y el de Presidencia de Gobierno. Robles, por defender entonces a Paz Esteban López, directora del CNI, se enfrentó a Bolaños y deslizó que la responsabilidad del fallo en seguridad fue del general Miguel Ángel Ballesteros, director del DSN. Aunque las fuentes insisten en que la única razón por la que Margarita Robles defendió a Paz Esteban era porque sabía que la siguiente sería ella.