Las claves de la llegada de dos destructores norteamericanos adicionales a España

La información más importante que surge de la reciente Cumbre de la OTAN, en lo referente a España, es el anuncio por parte de Pedro Sánchez durante su comparecencia, junto al norteamericano Joe Biden, de la próxima llegada de dos  destructores extras de la Marina de Estados Unidos a la base de Rota (Cádiz). Aunque nos tendremos que referir más que a una noticia a una confirmación de alto nivel, porque tal intención era vox populis desde hace casi tres años.

Tampoco se logró sacar una declaración nueva y explicita de la OTAN citando a Ceuta y Melilla, cuyo riesgo de agresión vendría potencialmente prácticamente solo de Marruecos.  Otro punto importante que surge del evento es la anunciada intención del jefe del ejecutivo español, ante las presiones de sus socios de la Alianza Atlántica, de destinar cerca del 2% del PIB español a Defensa de aquí al año 2029, aunque de nuevo hablamos de una “promesa” de  Sanchez a la que se opone  la otra parte de su Gobierno, marcadamente anti OTAN, y sus socios independentistas catalanes con lazos con los servicios secretos de Putin.

Volviendo a la asignación de dos nuevos destructores de la todopoderosa Marina norteamericana o US Navy a la base andaluza de Rota, ya fue adelantada en 2020 por parte de El País, que es el órgano oficioso del Ministerio de Defensa de España.

USS Paul Ignatius DDG 117 prepares to moor at Naval Station Mayport on 31 July 2019 2 Moncloa
El destructor de la US Nav

 Ya entonces se adelantó que los planes del Pentágono pasaban por incrementar de cuatro a seis los destructores de su denominada Fuerza Naval Avanzada Desplegada  en Europa o Forward Deployed Naval Forces-Europe (FDNF-E), para poder así contar siempre con cuatro de estos navíos de escolta operativos, y poder mantener el necesario ciclo de reparaciones, mantenimiento y sostenimiento con los otros dos.                                                                                                             

En este último punto es crucial el concurso de la empresa pública española Navantia, con cuya Unidad de Negocio de Reparaciones de la Bahía de Cádiz la US Navy firmó un nuevo contrato para satisfacer dichos trabajos en enero de 2021 con vigencia hasta primeros de 2028, por un montante de 822,4  millones de euros. Dicha nueva entente triplica la inicial de 229 millones firmada en 2013, previamente a la llegada del primero de dichos navíos de la FDNF-E, el USS “Donald Cook”, que atracaba en Rota por primera vez el 11 de febrero de 2014.

Este último navío, además de los otros desplegados en Rota, y los que llegarán son de la denominada clase Arleigh Burke, modelo que representa la actual columna dorsal de los navíos de combate de la US Navy, dado que ya cuenta en servicio con en torno a 70 de estos destructores, estando encargada otra veintena.

LOS DESTRUCTORES DARÁN MÁS TRABAJO

También el nuevo contrato supone una gran carga adicional de trabajo; así de los actuales 450 trabajadores implicados, tanto de Navantia como de la industria auxiliar, se irán incrementando según fuentes de la empresa a más de  un millar, a medida que lleguen los dos destructores adicionales.

Previamente a la Cumbre de la Alianza en Madrid, en concreto el pasado mes de marzo el máximo responsable militar de la OTAN y jefe del Mando Europeo de Estados Unidos o European Command (EUCOM), el general norteamericano (cuatro estrellas) Tod Wolters confirmaba el acuerdo, tras declarar que “España está dispuesta a acoger dos destructores más en la base naval de Rota”. El militar realizó estas declaraciones durante una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado de los Estados Unidos para explicar las medidas que se están tomando para contrarrestar la invasión rusa de Ucrania.

Otra de las claves es el incremento de personal de la US Navy en Rota, ya que las dos dotaciones de los destructores, formada por marinos que no marines como se pone erróneamente habitualmente, que serían de los más modernos de la subclase Flight II o III, sumarían  650 profesionales. Igualmente el incremento de navíos llevaría a asignar algunos miembros extras de la US Navy a su unidad de Mando, de la denominada fuerza de destructores  o DESRON (Destroyer Squadron Sixty) 60, que tiene también sede en la conocida por éstos como Naval Station o NAS Rota, y que actualmente alinea unos 1.300 efectivos. En total en la instalación trabajan en torno a unos 4.000 militares en activo/reservistas y personal  civil norteamericanos, a los que se sumarían cerca de 3.000 familiares y jubilados. Además a la base entran a diario en torno a 1.000 trabajadores españoles, contratados por la US Navy.                                                                                            

La presencia del personal del DESRON 60 es todo un “maná” para las localidades de Rota y el Puerto de Santa Maria, limítrofes con la base, que esperan la llegada de los navíos, pero sobre todo de las dotaciones, que se materializaría el verano de 2024, y el sexto y último en fechas similares del año 2026. Basta pasarse sobre todo por Rota para ver la buena acogida de las localidades al personal de los Estados Unidos, en algunos de  cuyos negocios se pueden ver la bandera de las barras y estrellas.

Además la US Navy está reemplazando los destructores iniciales por los otros de las referidas evolucionadas subclases, como sería el USS “Paul Ignatius” (DDG 117), de la denominada Flight IIA, que desplaza nada menos que 9.300 toneladas y tiene 55 metros de eslora, que llegaba a la NAS Rota, para incorporarse al DESRON 60, el pasado 17 de junio, procedente de la base  de Mayport (Florida).