La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha defendido este jueves su inocencia ante la Mesa y ha abandonado la reunión antes de que se proceda a deliberar y votar su posible suspensión en el cargo tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de enviarla a juicio por presuntamente fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
La votación en la Mesa tendrá lugar después de que, en los últimos días, PSC, ERC y la CUP le hayan pedido que se apartara voluntariamente y que, en caso de no hacerlo, votarían a favor de suspenderla con base en el artículo 25.4 del Reglamento, que obliga a la Mesa a suspender a los diputados que se enfrentan a un juicio por delitos vinculados a la corrupción.
Sin embargo, Borràs siempre ha mantenido que es inocente, que no dimitiría y que es víctima de ‘lawfare’, y ha instado a los miembros de la Mesa a actuar «como diputados demócratas respetuosos con los derechos fundamentales, y no como jueces o inquisidores».
Fuentes parlamentarias han explicado que Borràs, en su intervención, ha sostenido que su causa no se ajusta a la finalidad del artículo del reglamento de Parlament que contempla la suspensión preventiva de los diputados.
Así, ha apuntado que se está aplicando mal el reglamento de la Cámara y ha pedido a los diputados de la Mesa que voten «en conciencia».