ONG alertan del impacto de la trata en la infancia, instan a la prevención y piden una ley integral

La trata de menores se ha triplicado en los últimos 15 años mientras que la proporción de niños varones ha aumentado cinco veces, denuncia Manos Unidas en el Día Mundial contra la Trata de Personas, que se celebra cada 30 de julio. Las niñas son tratadas principalmente con fines de explotación sexual mientras los los niños son utilizados para trabajos forzados.

Según los últimos datos de Naciones Unidas, en 2018 se reportaron 50.000 víctimas de trata en 148 países, con un aumento de víctimas menores de 18 años: el 34% de esas 50.000 víctimas son niños y niñas. En España, según datos del Ministerio del Interior citados por UNICEF, en 2020 se identificaron 269 víctimas de trata, de las que 6 eran niños y niñas, frente a los 23 casos del año anterior.

Precisamente, UNICEF España alerta de la escasa visibilidad de la infancia y el hecho de que estos datos no reflejan la verdadera magnitud del fenómeno en España, «dado que hay casos que no llegan a formar parte de las estadísticas» debido a «la falta de un organismo que unifique los datos o a la falta de un lenguaje compartido entre administraciones, que hace que algunos casos se investiguen como otro tipo de delito», alertan.

Desde UNICEF reclaman una ley integral contra la trata que tenga en cuenta todos los factores y a todas las víctimas y perfiles, no solo a un tipo de víctima o a un tipo de explotación. Además, piden que incluya un enfoque de infancia y que contemple las necesidades específicas de los niños y niñas para garantizar su identificación como víctimas y su efectiva protección.

En la misma línea, la Red Española contra la trata recuerda que ha advertido en diversas ocasiones que el abordaje de la trata de personas en España no es integral, puesto que no se abordan todas las formas de explotación, no se aplican unos estándares mínimos de protección y atención a las víctimas en las distintas comunidades autónomas y algunas de las formas de explotación continúan estando invisibilizadas.

A todas estas causas, denuncia, se une la falta de conciencia de las sociedades de los países de origen sobre los riesgos que entraña la emigración y de los países de destino sobre la situación de explotación existente.

En materia de prevención, Manos Unidas subraya que apoya proyectos de prevención de la trata de niños y de asistencia a estos pequeños, contra lo que denomina «la peor forma de esclavitud en el mundo contemporáneo». Así, por ejemplo, en Benín, uno de los países de origen y tránsito de niños víctimas de la trata para trabajos forzados y para prostitución, la institución colabora con los Salesianos de Don Bosco en proyectos de búsqueda e identificación de menores en situación de riesgo.

La mayoría de estos pequeños son captados por las mafias de traficantes en las zonas rurales del país, y terminan siendo vendidos, explotados y maltratados en los mercados de las grandes ciudades como Cotonou, Parakou o Kandi.

«El destino de estos niños traficados puede ser la prostitución u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o la servidumbre», ha explicado la responsable de proyectos de Manos Unidas en Benín, Marta Goyeneche.

En este país, según la ONG, por 30 euros un menor puede pasar a ser propiedad de sus explotadores. «A veces es el engaño y la promesa de una vida mejor para los niños lo que mueve a los padres de estos pequeños a desprenderse de ellos. Este es el caso de los vidomegon, que, fundamentalmente, son niñas entregadas o vendidas por sus padres a otras familias con el engaño de que van a recibir educación y que terminan trabajando en régimen de semi-esclavitud, en el servicio doméstico», ha aclarado Goyeneche.

Otro de los países en los que la Manos Unidas tiene presencia es en Camboya. En este país, la pobreza, que afecta especialmente a las comunidades del medio rural, incrementa los índices de migración a Tailandia, el abandono de las familias y la explotación de los hijos menores.

Uno de los proyectos de prevención y acompañamiento a niños víctimas de la trata y el tráfico de menores que apoya Manos Unidas se localiza en la ciudad fronteriza de Poipet que, según la responsable de proyectos de Manos Unidas en el sudeste de Asia, Ana Luna, «es un lugar extremadamente peligroso para los niños» porque pueden ser víctimas de la trata de personas, la explotación sexual, la drogadicción, el contrabando y otras lacras sociales.

«La mayoría de estos menores no asiste a la escuela o no lo hace con regularidad. Por eso, el principal objetivo de Damnok Toek, la ONG local con la que Manos Unidas colabora desde hace años, es, además de la prevención de abusos a la infancia, la rehabilitación de aquellos menores que han sido víctimas de ellos en cualquiera de sus manifestaciones y la reintegración en la sociedad, usando la formación como vía de inserción», ha apostillado.

Educo también impulsa programas que previenen la trata o que dan apoyo a las víctimas en distintas regiones del mundo. En Bolivia apoya a supervivientes de trata, a través de actividades de formación para niñas, niños y adolescentes y trabajando para concienciar a la población con el programa ‘Tejiendo redes seguras – Protejeres’, que tiene el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID).

Asimismo, desde el inicio de la guerra en Ucrania, Educo ha puesto en marcha un programa en Moldavia para dar apoyo a las familias de refugiados que huyen del conflicto, ya que en estos contextos el riesgo de caer en las redes de la trata es alto por la mayor vulnerabilidad de las posibles víctimas.

«LOS TRAFICANTES JUEGAN CON LOS SUEÑOS E ILUSIONES»

«Los traficantes juegan con los sueños e ilusiones de sus víctimas, la posibilidad de un mejor futuro, de escapar de la violencia o de la pobreza. Y van adaptando sus formas de captación según los contextos. Sea la emigración forzada en Latinoamérica o la guerra en Ucrania, el mensaje es el mismo: ‘yo soy la solución a tu problema'», explica Nancy Alé, especialista de la ONG en temas de trata.

Desde Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, también instan a mejorar la prevención y reclaman trabajar para la detección de casos ‘online’, además de impulsar la sensibilización. A su juicio, la pandemia primero y después la guerra de Ucrania han agravado la vulnerabilidad de las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual debido a un mayor uso de los espacios privados y la captación en ‘online’.

Cruz Roja añade que un total de 710 personas en situación de trata y explotación sexual han sido atendidas en lo que va de año por la ONG, que ha detectado un aumento en esta lacra y que avisa que, de mantenerse la misma tendencia, se superará el número de atenciones de 2021, que ascendió a 1.384 personas.

Por último, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) reclama la necesidad de profundizar en las medidas necesarias para acabar con estas conductas delictivas a nivel social, en general, y en el mercado de trabajo, en particular.

Además, UGT reclama que la Ley integral contra la trata incluya en el Código Penal las figuras del trabajo forzoso, la servidumbre y la esclavitud y la penalización de la demanda; que se destinen fondos al establecimiento de un sistema de protección e inserción sociolaboral de todas las victimas de trata de seres humanos, sea cual sea su finalidad; y que se desarrollen campañas de concienciación sobre la trata laboral y el trabajo forzoso, entre otras demandas.