El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha reconocido este martes que los datos de paro de julio, con un aumento de 3.230 personas, «constituyen un toque de atención» ante la posibilidad de que «la crisis y la inflación puedan trasladarse al mercado de trabajo».
«Estamos ante un mal dato de paro registrado en julio, pero en un contexto muy positivo de empleo», ha dicho Pérez Rey durante la rueda de prensa de presentación de los datos de paro y afiliación, aunque ha indicado que la cifra total de desempleados sigue por debajo del nivel de los 2,9 millones, en 2.883.812 parados.
Ante estos datos, el secretario de Estado ha señalado que es momento de «redoblar los esfuerzos» y «no bajar la guardia».
Además, tanto Pérez Rey como el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Pérez, también presente en la rueda de prensa, han resaltado la «capacidad de resistencia» del mercado laboral español gracias a la reforma laboral, aprobada en diciembre de 2021.
«Estamos hablando de unos niveles de afiliación extraordinarios, con una consolidación de un nivel que se sitúa por encima de 20,1 millones de afiliados (20.111.143 desestacionalizados) y en afiliación media nos consolidamos por encima de 20,3 millones (20.340.964). Más allá de las coyunturas concretas, es muy importante que veamos los niveles en los que nos encontramos y, sobre todo, las tendencias», ha manifestado Suárez.
A pesar de destacar la «fortaleza» y la «tendencia positiva» del mercado de trabajo, Pérez Rey y Suárez han responsabilizado a la incertidumbre económica, provocada por la guerra en Ucrania, y a la inflación, del aumento del paro y la caída de la afiliación.
En el caso del paro, el desempleo aumentó en el sector servicios, la educación, la agricultura y la construcción. Los parados en el sector educativo sumaron 23.708 personas el mes pasado, como consecuencia del «fin del ciclo escolar», según Trabajo.
«Se ha producido un fuerte incremento del paro en la educación. Esto suele ocurrir en todas las ocasiones, pero esta vez de manera cualificada porque en el sector de la educación ha venido trabajando más gente que de costumbre», ha matizado Pérez Rey, que también ha recordado que en este sector la reforma laboral todavía no ha alcanzado «plena intensidad». Además confía en que a partir de septiembre pueda revertirse esta situación.
En julio, también incrementó el desempleo entre las mujeres, hasta sumar 4.573 desempleadas más (0,27%) y situarse en 1.728.388, mientras que en el caso de los hombres descendió un 0,12%, con 1.343 parados menos, hasta 1.155.424 personas.
«La explicación es que el paro se ha producido sobre todo en sectores, con la educación a la cabeza, que tienen una mayor presencia de mujeres. Está claro que este mes el paro crece entre las mujeres», ha añadido Pérez Rey.
No obstante, ha resaltado que en julio se logró «el mejor dato de desempleo juvenil de la historia», con una caída del paro de 12.604 personas entre los menores de 25 años y una cifra total de 188.605 parados. Además, el 40,5% de los contratos firmados por jóvenes menores de treinta años fueron indefinidos, frente a una media habitual del 7%, como ha puntualizado el secretario de Estado de Empleo.
La Seguridad Social perdió 7.366 afiliados en julio, con una caída del 0,04% respecto a los datos registrados el mes anterior, el peor dato de la última década. Con este descenso, el número total de cotizantes cerró julio en 20.340.964, de los que 10.880.380 fueron hombres y 9.480.585 eran mujeres.
En términos desestacionalizados, el número de afiliados a la Seguridad Social subió en 9.104 trabajadores, un 0,05% menos que en junio. El dato desestacionalizado de julio es el más bajo desde que comenzó el año y el peor julio desde 2013, cuando se registraron cifras negativas. Pese al descenso de cotizantes desestacionalizados de julio, el número total de ocupados se situó en 20.111.143, su nivel más alto de la serie desestacionalizada.
Para el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, estas cifras muestran que la «afiliación está demostrando una fortaleza desconocida», con «altísimos niveles» de cotizantes y afiliados, debido a «una mejora sustancial de la calidad del empleo» por la reforma laboral.
El análisis de los datos ofrece a Suárez una «fotografía de fortaleza» de la afiliación y la consolidación de una «tendencia positiva».
Por sectores, «el crecimiento del empleo se concentra en actividades que tienen un mayor valor añadido», como la información y comunicaciones (+6,55%), la educación (+4,34%) y las actividades científico-técnicas (+2,97%). Además, la hostelería, «que tenía un retraso en la recuperación», registró un aumento del 3,62% respecto a finales de 2021 y prácticamente recuperó el nivel de afiliación previo a la pandemia.
Al igual que Pérez Rey, Suárez también se ha referido al impulso de los jóvenes en el mercado laboral, ya que dos de cada tres jóvenes ya firma un contrato indefinido.
«Esa buena marcha del empleo, la fortaleza del mercado de trabajo, sirve también para reforzar la fortaleza de nuestro Estado del Bienestar y nuestro sistema público de pensiones», ha agregado Suárez.
Los datos de julio muestran una tendencia negativa a partir de la mitad del mes, por lo que Trabajo y la Seguridad Social no descartan que en agosto pueda prolongarse ese descenso.
Pérez Rey ha explicado que los ciclos estacionales del empleo no desaparecen y julio es un periodo de tránsito» y ha añadido que en agosto el mercado laboral normal «normalmente entra en fase de estacionalidad negativa».
No obstante, ha insistido en que no tiene por qué verse agravada por la crisis económica si el Gobierno mantiene sus medidas paliativas.
«No sería sorprendente ni llamativo que el paro entrara en un ciclo de estacionalidad negativa. Creo que es difícil hacer cualquier tipo de conjetura, pero el nivel de incertidumbre económica es muy importante y hay muchas variables en juego», ha advertido.
Pérez Rey ha pedido analizar los datos «en un escenario de prudencia» y ha negado que las cifras de julio supongan «una hecatombe».
Suárez, por su parte, ha coincidido en que el mercado de trabajo español está expuesto a la «incertidumbre» del contexto internacional y también ha apelado a la prudencia.
«Hay que transmitir un mensaje de confianza. Nuestro mercado de trabajo es hoy más fuerte, tiene una mayor capacidad de aguante. Esos elementos de incertidumbre están ahí, pero la capacidad que tiene hoy nuestro mercado de trabajo es hoy mayor», ha concluido.