La construcción de las corbetas sauditas por parte de Navantia y la cualificación de sus dotaciones por parte de la Universidad de Cádiz y la Armada española están demostrando la gran eficacia de los profesionales españoles en culminar un programa militar de primera categoría, con un cliente tan exigente como el Ministerio de Defensa del Reino.
Los sauditas están altamente satisfechos, según se publica en sus medios oficiales al referirse a la cualificación de la dotación de la corbeta “Al-Jubail”, aunque lejos de promocionarse este éxito, la información oficial del Gobierno de España, con la inestimable colaboración de sus fieles terminales mediáticos, no hacen la menor referencia.
La razón de no promocionar esta competitiva circunstancia para la industria naval española, que permite codearse con la primeras potencias en la venta de sistemas de defensa como los norteamericanos, franceses, británicos, italianos, etc, se debe a querer evitar una nueva polémica entre la parte PSOE del Gobierno y la de Podemos. Desde la misma llegada al poder de Sánchez este programa se ha mantenido informativamente hablando al mínimo perfil mediático, y más tras un grave error del Ministerio de Defensa en septiembre de 2018, que se rectificó, pero que a punto estuvo de acabar con este contrato. Aunque a nivel gubernativo español se mantiene al más bajo nivel informativo posible, genera 6.000 empleos en la Bahía de Cádiz y podría ser un magnifico reclamo para otras ventas de la construcción naval española.
El epicentro de la actividad es la localidad gaditana de San Fernando, donde en el astillero de Navantia se construyen las cinco corbetas de la clase “Al Jubail”, que componen el pedido cerrado en 2018, en buena parte gracias a los oficios de la Casa Real española ante la monarquía saudita, y su hombre fuerte Mohamed Bin Salman.
Además de forma paralela, alrededor de 500 marinos de la Real Marina de Arabia Saudita o Royal Saudi Naval Forces (RSNF), que integrarán las dotaciones de las corbetas, están completando el proceso de formación y capacitación en el Navantia Training Centre (NTC) en San Fernando.
En dicho contexto el Ministerio de Defensa publicaba a finales de julio que la dotación de la primera corbeta del pedido, la referida «Al-Jubail”, acababa de finalizar su entrenamiento, tras una salida al Gofo de Cádiz, en el curso de la cual se disparó un misil antiaéreo.
También, la información oficial saudita confirmaba que el proyecto «Sarawat», como lo definen éstos, en el ámbito de la formación de las dotaciones consta de tres fases. La primera lleva a los marinos árabes al Reino Unido, donde durante 46 semanas aprenden el idioma inglés. Posteriormente se trasladan a España, donde se desarrolla el adiestramiento naval principalmente en tierras y aguas de Cádiz, donde cada futura dotación, que es de unos 90 hombres, recibe una serie de cursos básicos y avanzados convenidos con la Armada española y la Universidad de Cádiz, además de aprendizaje en las operaciones, de mantenimiento y adaptación al buque por parte de la Armada y Navantia. La última fase del entrenamiento, como en el caso de la dotación de la primera corbeta «Al-Jubail», se centra en los ejercicios prácticos.
La importancia del programa de formación se demuestra con la presencia del Comandante de la Real Marina de Arabia Saudita, el teniente general Fahd Bin Abdullah Al-Ghufaili, a bordo de la corbeta «Al-Jubail» en la zona de operaciones navales españolas sita en el Golfo de Cádiz, donde se finalizó y certificó dicho adiestramiento. Los marinos sauditas culminaron esta fase con un exitoso ejercicio de tiro con un misil antiaéreo francés de la firma MBDA, de los denominados Missile d’Interception et de Combat Aérien Marine (MICA-M) de la tercera versión (Bloque 3), que identifica sus objetivos y hace la interceptación de forma autónoma, lo que se define como un sistema “dispara y olvida”.
El referido Comandante expresó su orgullo por la cualificación obtenida por la dotación de la primera corbeta de la RSNF, de la clase “Al-Jubail”, así mismo resaltó la capacidad de ésta para operar con los múltiples sistemas avanzados del buque, que culminó en el referido lanzamiento desde las células de lanzamiento vertical o Vertical Launcher (VL) del misil MICA-M, que alcanzó y destruyó un blanco aéreo programado. De una foto en la que se ve a los marinos sauditas con una tarta en la que figuran, además de la bandera del Reino, las de Francia y España, se desprende la asistencia de los profesionales de amos países al entrenamiento. En el caso galo se trataría de señalar el apoyo de los técnicos de las empresas MBDA, y la enseña de España se debería al apoyo a la formación dado por la Armada. De hecho en el video distribuido por el Ministerio de Defensa saudita aparece en el puente de mando de la “Al-Jubail”el Almirante de la Flota española Eugenio Díaz del Río Jáudenes, al que saluda su entusiasta colega saudita, para celebrar la eficacia del disparo del MICA-M.
Igualmente el teniente general Fahd Bin Abdullah Al-Ghufaili estuvo presente en el astillero de Navantia de San Fernando, el día 26 de julio, en la ceremonia de entrega de la segunda de dichas corbetas, la “Al-Diriyah”, procediendo al primer izado de la bandera de su nación en el mástil de popa del navío.