La Guardia Civil propone que les permitan modificar la ubicación de puntos de verificación por la ola de calor

Los funcionarios de Tráfico de la Guardia Civil también son víctimas de la ola de calor, debido a la cantidad de horas que deben invertir en los puntos de verificación instalados a lo largo de toda la geografía nacional y más durante la época de vacaciones de verano. Es por ello que desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil elevaron una petición a la Jefatura de Tráfico del organismo, para solicitar que les permitan cambiar la ubicación de dichos puntos, así como reducir la duración de los operativos.

Esta solicitud la hacen a propósito del golpe de calor que tuvo recientemente un funcionario de Tráfico de La Rioja, que tuvo que recibir atención médica en un hospital, debido a que sufrió un desvanecimiento mientras se encontraba en la localidad de Autol. El funcionario era parte de un operativo de control de alcohol y drogas, que no era de carácter urgente, pero el uniformado colapsó por estar demasiado tiempo expuesto al sol.

La AUGC destacó que dos días antes de que esto ocurriera con el funcionario, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Zona número 10 de La Rioja envió una comunicación con las medidas a tomar ante la exposición y el estrés térmico, pero las obviaron y la consecuencia fue un funcionario afectado por las altas temperaturas.

Los uniformados piden que se modifique el título 1 de la normativa sobre prevención de riesgos, de manera que los que trabajan realizando controles puedan tomar decisiones sobre el tiempo de duración de dichos operativos y cambios de ubicación, para poder resguardarse ante situaciones adversas.

Los funcionarios de la Guardia Civil aseguran que es responsabilidad del ejercicio de Mando controlar las condiciones de seguridad laboral en las que cada uno de los uniformados cumple con sus funciones y cumplir con el desarrollo de los puntos de verificación, según estén ordenados, por lo que piden que se apliquen las normativas de seguridad establecidas, con la intención de que no se ponga en riesgo la vida de los uniformados durante todas las horas que deben estar desplegados en los puntos de verificación.

En la actualidad, los funcionarios no tienen potestad para poder hacer modificaciones en los puntos de verificación, sobre su ubicación o para la reducción de los tiempos durante los que deben permanecer desplegados en las áreas que les asignan, sin aprobación previa de sus superiores.

Este funcionario de La Rioja no ha sido el único afectado por la ola de calor a consecuencia de la cantidad de horas que estuvo expuesto, pues ya desde comienzo del verano otros uniformados también han presentado síntomas por horas de exposición al sol, deshidratación y síntomas típicos de cuando se está durante mucho tiempo sometido a altas temperaturas y aunque afortunadamente no han tenido que ser atendidos en centros de salud, la realidad es que desde la AUGC piden a los mandos superiores que tomen en cuenta todas estas situaciones para que se tomen los correctivos necesarios.

El funcionario afectado por la ola de calor en La Rioja ocasionó que se presentara una denuncia hecha por parte de la AUGC ante la Inspectoría del Trabajo, donde señalaron que el jefe de Sector de Tráfico de esa localidad ordenó que se instalara ese punto de control de alcoholemia, en momentos en que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había hecho las alertas por las altas temperaturas en todo el país.

Para el momento en que el funcionario se vio afectado, la temperatura en el área donde se encontraba instalado el punto de verificación de alcoholemia era de 41 grados, y a ello debe sumársele el hecho de que cada efectivo lleva el uniforme más un chaleco reflectivo que aumenta el calor corporal.

El equipo de trabajo del funcionario que fue afectado estuvo durante hora y media de esa tarde expuestos a esa temperatura en la zona de Autol, cuando el uniformado manifestó que comenzó a sentirse mal, hasta que tuvieron que trasladarlo hasta el centro de salud, para que recibiera atención médica, debido al estrés térmico provocado por todo el tiempo que estuvo expuesto al sol, con el uniforme.

Ante esta situación, la AUGC pidió que se iniciara una investigación para determinar de quién fue la responsabilidad de ordenar que se hiciera ese operativo, a esa hora, sabiendo que la AEMET había hecho la alerta por las altas temperaturas en todo el país, y con la idea de que estas situaciones no se repitan más el futuro, pues se pone en riesgo la salud y la vida de los funcionarios de seguridad.

La organización de los uniformados hizo un llamado a las autoridades para que consideren que los funcionarios de la Guardia Civil son trabajadores, como el resto de las personas, que merecen también condiciones óptimas para desarrollar sus labores, que tienen implicaciones y riesgos que no tienen otras profesiones.