Los casos de urticarias relacionadas con los cambios bruscos de temperatura se han incrementado, según ha indicado el doctor Ignacio García Núñez, jefe del servicio de Alergología de los hospitales Quirónsalud Córdoba y Campo de Gibraltar, quien ha alertado de que los episodios de olas de calor tan duraderos pueden provocar este aumento.
En una nota, el doctor García Núñez ha explicado que las urticarias pueden estar relacionadas con los cambios de temperatura tanto por frío como por calor.
Las urticarias por calor se producen por temperaturas extremas en la calle, playas, piscinas y algunos lugares de trabajo, mientras que las asociadas al frío ocurren con cambios bruscos de temperatura al bañarse en el mar por ejemplo, produciéndose ronchas y edematización junto con mucho picor, «pudiendo en los casos más severos, producirse bajada de tensión por vasodilatación compensatoria —la sangre sale de vasos grandes y va a los vasos pequeños para intentar arreglar el problema–«.
Según ha expuesto el alergólogo, «estos pacientes deben tener mucho cuidado, porque estas bajadas de tensión pueden causar mareos e, incluso, pérdida de conocimiento, existiendo peligro de ahogarse en aguas poco profundas por no poder poner el pie para levantarse».
«La solución para los pacientes que sufren estas circunstancias es bañarse acompañados, en sitios donde hagan pie y entrando poco a poco al agua, saliéndose cuando noten picores o ronchas en las piernas», ha recomendado el especialista, para agregar que «deben salir del agua y tomar el sol un rato, con lo que mejorarán rápidamente«.
El doctor García Núñez ha destacado que «otro de los principales motivos de consulta en verano se produce por las denominadas alergias al sol, personas que dicen ser alérgicas al sol porque cuando lo toman se llenan de ronchas». «El problema de estos pacientes es que su piel no metaboliza bien los rayos de sol, haciendo que reaccione de forma alérgica por considerarlo algo dañino y lesivo –a modo de aviso–«, ha señalado.
Este problema de metabolización de los rayos solares suele ser debido, según el alergólogo, «a falta de determinadas vitaminas y elementos antioxidantes que hay en la piel y que ayudan a metabolizar estos rayos solares dañinos». «Una dieta rica en antioxidantes y vitamina D y E suele ser suficiente para metabolizar estos rayos, pero algunos pacientes necesitan una dosis extra de vitaminas y antioxidantes», ha manifestado.
El doctor ha insistido en que «la piel es un órgano más y hay que cuidarlo». Para ello, «hay que evitar irritarla o herirla evitando el agua muy caliente y los geles de baño que resequen mucho«, ha aconsejado, para resaltar que «es recomendable el uso de crema hidratante para pieles atópicas –llevan menos colorantes, conservantes, alcohol y perfumes–, y la ingesta de mucho líquido, ya que la piel bien hidratada pica menos y molesta menos».
«Si no se cuida la piel pueden aparecer manchas oscuras por hiperpigmentación secundaria a quemaduras solares, manchas blanquecinas pasando por manchas rojas, picores, ronchas, hinchazones de determinadas zonas de la piel, entre otros efectos, junto a una gran reactividad cutánea ante un mínimo desencadenante como puede ser un estímulo físico –frío, calor, presión– o por las radiaciones solares», ha apuntado Ignacio García Núñez.