Denuncian tratos discriminatorios y xenófobos en un hospital de Cuenca

La mística profesional de un par de médicos del hospital Virgen de La Luz, de la ciudad de Cuenca, ha sido señalada por una paciente que asegura haber sufrido discriminación y tratos xenófobos por ser venezolana, tras haber sido atendida allí el pasado 20 de julio, después de haber sufrido una fractura de pelvis y de brazo a consecuencia de una caída en Las Chorreras de Cabriel.

La víctima se llama Karlina Fernández, de 38 años. En una conversación con Moncloa.com relató cómo sucedieron los hechos y cómo tras su recuperación denunciará a dos galenos que la atendieron de mala manera: uno de ellos echándola a la calle a las 11:00 pm, tras haber sufrido una fractura abierta de pelvis, y el otro preguntando insistentemente su nacionalidad cuando la paciente pidió el desayuno.

«Yo me fui con dos amigas de paseo a Las Chorreras de Cabriel; eso queda como a tres horas de Madrid; pasamos el día allí y ya cuando íbamos de regreso me resbalé y me caí por una cascada de cuatro metros. Entre los turistas que había en la zona estaba una socorrista que me tranquilizó hasta que llegaron a buscarme y me trasladaron en helicóptero hasta el hospital de Cuenca», relata Fernández desde su hogar, donde permanece en reposo.

En el hospital Virgen de la Luz recibió la atención médica, sutura, rayos x, medicación para los dolores y la limpieza de las heridas que se había hecho durante el accidente, pero tras la llegada del traumatólogo todo comenzó a tornarse desagradable para la paciente, que presentaba doble fractura más un par de heridas abiertas.

«Eran como las 11:00 de la noche más o menos cuando el médico me dice que me puedo ir, a pesar de que estaba adolorida y le dije que era muy tarde, que me daba miedo, que yo vivo en Madrid. En ese momento le digo que si hay alguna ambulancia para hacer el traslado y me dice de mala manera que si quiero una ambulancia, tengo que pagarla, me niego y me dice que buscará un juez para decir que me niego a abandonar el hospital. Ahí le dije que llamara al juez, que como tenía un mes de reposo iba a denunciar al hospital y pedí que me atendiera la otra doctora que me había atendido antes», relató Fernández.

Para el momento en que llegó la otra doctora, le confirmó que efectivamente la iban a trasladar a una habitación y que la orden de desalojarla del hospital era un mero capricho del traumatólogo, que ni siquiera le había dado las instrucciones de los cuidados que debía tener para recuperarse de las dos fracturas que sufrió en la caída.

Toda esta situación está siendo documentada por la ONG Accem, encargada de defender los derechos de personas migrantes refugiadas o en situación de vulnerabilidad, para proceder a formalizar una denuncia contra los profesionales de la medicina que trataron de mala manera a la paciente venezolana.

Según el relato de la paciente, a la mañana siguiente, para el momento en que llegó la hora de repartir el desayuno, a la vecina de la cama de al lado le sirvieron fruta, agua, café y pan, mientras que a ella solo le dieron un pan duro y el café frío. «Cuando le dije al médico que si me podía cambiar ese pan comenzó a tratarme mal y me decía ‘¿cómo se te ocurre a ti reclamar el desayuno? ¿Tú sabes cuánto nos cuesta a los españoles mantener la seguridad pública? Seguramente tú no pagas impuestos ¿De qué país eres?’ me decía, mientras yo le decía que nos costaba a todos, porque yo también pago impuestos y me insistía en que le dijera de qué país soy», expresó Karlina Fernández en una conversación con Moncloa.com.

Para la paciente, la peor parte es que además de que los médicos jamás le dieron indicaciones sobre cómo debía ser el reposo para recuperarse de la fractura abierta de pelvis, más la fractura en su codo izquierdo, fue el trato por parte de estos médicos que de muy mala manera pretendían hacerla salir del centro de salud, a pesar de la gravedad de su situación y posteriormente le insistían en saber cuál era su nacionalidad, porque pidió que le cambiaran el desayuno.

«En mi hospital de referencia en Madrid jamás me han tratado de esa manera y en España, en general, las personas suelen ser muy amables; de hecho, cuando llegué al hospital en Madrid, el médico que me atendió me preguntó que cómo me habían tratado en el hospital Cuenca, porque tienen fama de tratar mal a los pacientes y ese día lo pude comprobar», dijo la paciente, que todavía está en proceso de recuperación. Finalmente, Fernández aseguró que espera poder estar del todo recuperada para proceder legalmente contra este centro de salud, por la manera en como fue tratada por los médicos que la atendieron ese día.