El discurso oficial es que Óscar Puente, el alcalde de Valladolid, es el mejor candidato posible para mantener una ciudad tan importante bajo dominio socialista. Pero la realidad no es así. En el PSOE quieren deshacerse del «deslenguado» de Óscar Puente y no encuentran el modo. Sus viajes de lujo con empresarios y su paseo con el Mercedes G63 AMG prestado le han pasado factura, pero no la suficiente, según detallan fuentes del PSOE. Puente conservará la candidatura a Valladolid, tal y como insisten los socialistas, pero no porque Ferraz así lo prefiera, sino porque quieren evitar un enfrentamiento con Puente y su pretensión de hacerse con el PSOE de Castilla y León, ese que Luis Tudanca ha dejado en unas cifras ridículas. La sorpresa de los socialistas ha sido que a los rumores de la salida de Puente el alcalde haya respondido con pretensiones aún más elevadas dentro del partido. Y nadie está por la labor.
Puente seduce a buena parte de los vallisoletanos. En las elecciones de 2019, el alcalde se hizo con 59.981 votos frente a los 50.522 del Partido Popular. Teniendo en cuenta que Castilla y León es un bastión del PP, en el PSOE no ven con malos ojos aguantar alguna ciudad importante como es Valladolid y, de paso, controlar la ambición del deslenguado alcalde. En cualquier caso, y pese a que Puente vaya pregonando por la ciudad que los datos que maneja son buenos de cara a las elecciones municipales, lo cierto es que la razón por la que Ferraz le dejará mantenerse en el cargo es por evitar males mayores. Ya intentaron empujarle a su cese pero Puente mantiene una actitud «beligerante» y nadie quiere un enfrentamiento directo con alguien tan impredecible como el socialista.
En Ferraz se enteraron con sorpresa que Puente tenía pretensión de ocupar el puesto de Tudanca
En Ferraz se enteraron con sorpresa que Puente tenía pretensión de ocupar el puesto de Tudanca. Esto fue después de las elecciones y del batacazo socialista, pero lo cierto es que la actitud de Puente con este asunto hizo cambiar a Ferraz su estrategia.
El debate en el PSOE era cómo librarse de alguien cuyo estilo de hacer política tiene más que ver con José Luis Ábalos que con cualquier otro ministro. Puente no se ha cortado a la hora de aceptar invitaciones de los empresarios y tampoco ha tenido reparo en hablar en instancias judiciales sobre el tema. Pero lo peor de todo esto es que para Puente es normal que se filtren este tipo de fotos. Con todo esto sobre la mesa, el PSOE debatía la forma de apartar a Puente cuando se enteraron que estaba recabando apoyos internos en el partido para hacerse con el control de la delegación autonómica. Y para frenarlo, Ferraz ha entendido que es mejor dejarle como candidato de su ciudad una vez más.
Puente ha conseguido frenar su salida. Al menos el debate sobre la misma, dado que ahora pocos se cuestionan su candidatura a Valladolid. Lo que sí que espanta por completo a los socialistas es que sea el alcalde el que se presente como candidato a las autonómicas dentro de unos años, algo por lo que nadie está dispuesto a pasar ni a arriesgarse. Las dudas sobre qué saldría en un proceso de primarias han asustado tanto a los socialistas que han preferido dejarle el caramelo de Valladolid. Y así se quedará hasta ver qué ocurre en las elecciones, aunque las encuestas internas que maneja Puente digan que todo va muy bien.