Enrique López cava su tumba política: conocía el acuerdo del PP y el PSOE por el CGPJ y no informó a Ayuso

El consejero de Presidencia es ahora mismo, junto a David Pérez o a Carlos Izquierdo, el dirigente con el futuro político más incierto de toda la Comunidad de Madrid. Lo curioso es que a medida que pasan las semanas, Enrique López ahonda cada vez más y más en su tumba política. Que tomara partido por Pablo Casado y no por Isabel Díaz Ayuso en la guerra interna ya fue un problema, pero que conociera el pacto oculto entre el PSOE y el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial ha complicado más el futuro político de Enrique López. El consejero negoció por Pablo Casado, era el elegido para tratar estos asuntos, pero no informó a Ayuso del resultado y de este documento filtrado. Más problemas para el consejero de Presidencia, Interior y Justicia, quien está a la espera de una crisis de Gobierno que se resiste a llegar. 

El Partido Popular pactó con el presidente del Gobierno un pacto oculto con el que se comprometía a renovar el CGPJ. Esto lo hizo Casado, pero por él hablaban su secretario general, Teodoro García Egea, y el propio Enrique López, el asesor del Partido Popular en temas de justicia. Este acuerdo tiene el sello de López, algo que saben todos en el PP y que el propio López intenta ocultar. Sin embargo, el hecho de que conociera al 100% el documento, la negociación y que no hubiera informado a su presidenta ha generado más dudas que certezas. Pero una de las pocas certezas que sí ha lanzado es que el futuro político de López está completamente muerto si tiene que ir de la mano de Isabel Díaz Ayuso y de su jefe de gabinete.

Tras la salida de Casado, la situación de López pasó a ser muy comprometida. Era el primero en la lista de candidatos a abandonar la Comunidad de Madrid, pero el verano ha retrasado su salida hasta el punto de que ya hay quien habla de evitar un circo mediático y aguantar hasta las elecciones de mayo de 2023. Aún así, la tensión está disparada en Sol tras conocerse este documento oculto que se ha filtrado y que tiene el sello de Enrique López. No informó a nadie e intentó colocar como vocales a magistrados afines a él. Y por si fuera poco, no solo dejó a Ayuso sin influencia en esta negociación, sino que ni siquiera la informó de nada en ningún momento. Ni ahora que se ha filtrado ha sido capaz de hablar del asunto. No es de extrañar que se vuelvan a ver esos paseos solitarios de Enrique López en los eventos del PP. Nadie quiere acercarse a alguien tan señalado y con tan negro futuro político.

Casado Ayuso
 

La renovación del Consejo General del Poder Judicial se frenó en seco y faltaron a su palabra todos y cada uno de los que formaron parte de esa negociación. El problema es que este documento filtrado ha dejado en evidencia que el trabajo que Enrique López hizo para Pablo Casado fue bastante más estrecho que el que se imaginaban. La mano de Enrique López estuvo siempre en los dos bandos, pero su lealtad se quedó, por puro oportunismo, del lado de Casado. Y ahora tiene que pagar los platos rotos ante una Comunidad de Madrid que ve en silencio y con frialdad todos los pasos que dio su consejero de Presidencia cuando la presidenta autonómica estaba en el punto de mira del casadismo a través del Ayuntamiento de Madrid. 

Luego está el daño reputacional que las negociaciones de López han hecho al Partido Popular. La desafección del PP con el consejero de Presidencia, Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid no se limita al ámbito autonómico. Ni mucho menos. En el Partido Popular a nivel nacional también están visiblemente molestos con el hecho de que les haya estallado este documento oculto en la cara a sabiendas de que quien lo negoció está aún en activo. El PP directamente se ha desmarcado de lo que hiciera Casado. No han querido saber nada de este compromiso que adquirió el partido y que luego no cumplió de ninguna de las maneras. Esteban González Pons ha asegurado que esto no va con ellos. Pero que López les haya metido en este problema sin un aviso previo también ha provocado que Génova no tenga ninguna intención de dar cobijo a un consejero que saldrá por la puerta de atrás.