Organizaciones feministas han celebrado la aprobación de la Ley de ‘solo sí es sí’ este jueves el Congreso de los Diputados, con los únicos votos en contra de PP y Vox y la abstención de CUP, aunque han lamentado que la norma «no se haya atrevido a abolir la prostitución».
En declaraciones, la presidenta de Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Basteiro, ha valorado positivamente la aprobación de la norma porque desplaza la responsabilidad hacia la persona responsable de la agresión sexual y porque pone el foco en el consentimiento de las víctimas.
«Esperamos que se produzca un efecto importante en la confianza de las mujeres en el sistema judicial y que se responsabilice a los agresores y que se termine con esa sensación de impunidad», ha apostillado.
No obstante, ha lamentado que no se incluyan dos enmiendas que se propusieron inicialmente y que tenían que ver con la prostitución, como la tercería locativa y la sanción del proxenetismo. «Esta ley hubiera supuesto un gran avance en la violencia sexual», ha señalado.
Por su parte, desde Alianza contra el Borrado de Mujeres han defendido que la nueva ley contempla que la sexualidad «tiene que basarse en placer mutuo y no en una aceptación resignada» por lo que existe una violación si una mujer está ebria, drogada o no se encuentra en plenas facultades mentales.
Por otra parte, han criticado que la norma se «haya aprovechado de forma torticera» para incluir el concepto sexista ‘identidad de género’ y que se pretenda introducir la ‘teoría transqueer’ en las escuelas a través de los contenidos de «educación sexual» y de las ONG transactivistas que imparten talleres en los colegios.
«Valoramos positivamente que la ley haya cambiado la noción legal de consentimiento. Sin embargo, nos indigna que la ley se haya aprovechado de forma torticera para meter el concepto sexista identidad de género, ya que esa teoría les dice a los menores que todo el mundo tiene una identidad de género y que pueden haber nacido en un cuerpo equivocado que tendrían que modificar mediante hormonas o cirugía», han criticado.
Al respecto, han indicado que la norma sugiere que las preferencias de vestir o los juegos que les gusten a los menores pueden ser indicios de ser «trans». «Esto nos parece gravísimo porque está conduciendo a las y los menores a la medicación y, muy previsiblemente, a cirugías innecesarias e irreversibles», han lamentado.
Mientras, Confluencia Movimiento Feminista considera que la Ley «se queda coja» porque «deja desamparadas a las mujeres prostituidas» y critican que no se haya querido plantear esta medida.
«No han puesto en duda que las mujeres prostituidas no son voluntarias, no hay mujeres que voluntariamente se dedican a la prostitución porque la pobreza no te permite voluntariedad, la marginalidad no te permite voluntariedad y no tener papeles no te permite la voluntariedad. Es decir, nadie que tuviera una vida digna decide ser prostituta», ha recalcado la portavoz de la entidad, Sonia Gómez.
