Bildu asume que otoño no será «un periodo placentero» y que habrá que negociar y pelear en el Congreso

El diputado de EH Bildu en el Congreso Oskar Matute ha dado por hecho que el otoño que se avecina no será «un periodo placentero» y ha afirmado que el Congreso es «constantemente un espacio de negociación, tensión y pelea» y ahora «es lo que toca también» con la tramitación como ley del decreto energético y lo que «tocará después» con los presupuestos y «las medidas excepcionales» que se adopten.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, ha explicado que la coalición independentista dio este pasado jueves su voto favorable en el Congreso al decreto sobre medidas energéticas porque el Gobierno de Pedro Sánchez «atendió y aceptó» varios elementos «fundamentales» para EH Bildu. Entre ellos, ha precisado, que, ante la situación de emergencia climática, «se acelerara el grado de cumplimiento de los acuerdos Kioto, Glasgow y París» en materia de transformación «hacia parámetros más sostenibles en términos ecológicos y justos».

Otro de ellos fue que «las comunidades autónomas contaran con más recursos», de manera que Euskadi y de Navarra tengan «más recursos para poder planificar y desarrollar desde su especificidad, desde su realidad, para poder incidir en eso». En todo caso, ha recordado que, tras su aprobación como proyecto de ley, se abre un mes de plazo para presentar enmiendas que puedan mejorar el contenido del Decreto.

El diputado vasco ha precisado que, de cualquier modo, «no es que ahora toque negociar» porque en el Congreso «es constantemente un espacio de negociación, de tensión y de pelea». «Y eso es lo que toca también ahora y lo que seguramente tocará después de este real decreto porque vendrán los presupuestos, y con todas las medias excepcionales que probablemente habrá que tomar, porque todo el mundo augura que lo que viene en otoño no es un periodo placentero y tranquilo, sino más bien todo lo contrario».

Matute ha defendido la postura «coherente» que EH Bildu mantiene en las Cortes y ha asegurado que en la coalición están «relativamente satisfechos de lo que vamos obteniendo». En este sentido, ha incidido en que «todo lo que se está haciendo en este Gobierno no es por su voluntad, sino porque le vamos empujando» y, si «la mayoría no estuviera determinada por la fuerza» de la izquierda independentista vasca y catalana, «probablemente no habría habido escudo social o todas medidas de protección que hicieron que millones de personas no tuvieran que vivir en niveles de pobreza aún más sangrantes».

Asimismo, ha apelado al Ejecutivo de Sánchez a «escuchar mucho más» y a «romper sus amarras para con las élites económicas», que «no se presentan a las elecciones pero determinan hacia dónde tiene que ir la política del Estado con más intensidad que quienes votan». «Cansa que este gobierno, como otros, no se dé cuenta de que su fuerza está en la capacidad que muestre para resolver los problemas de la ciudadanía», ha advertido.

En esta línea, ha insistido en que el Ejecutivo «va a tener que optar: o intenta hacer una especie de café para todos donde las elites no vean erosionadas sus posiciones y a la vez intentar mitigar las dificultades que la inmensa mayoría de la población va a tener que soportar, o decididamente vuelca todo su esfuerzo en proteger a la gente, en defender vidas dignas para todos con independencia de su poder adquisitivo».

Tras indicar que EH Bildu «va a «estar en esta segunda opción», ha advertido de que, si el Gobierno no lo está, «probablemente su recorrido se verá truncado en las próximas elecciones porque la gente entenderá que votar a un partido que dice que les representa pero que luego no les defiende no es su mejor opción».

ESCUCHAR

Matute también ha censurado al Ejecutivo vasco que «se queja de que el Gobierno central no dialoga con ellos», pero en Euskadi «hay un montón de colectivos sociales, centrales sindicales, partidos políticos, entidades con niveles de representación elevados que se quejan de que el Gobierno Vasco no dialoga con ellos».

Por ello, ha instado al Ejecutivo de Iñigo Urkullu a «hacer lo mismo» que pide y «escuchar, dialogar e intentar buscar acuerdos» porque, «en realidad, los ciudadanos de Euskal Herria lo que quieren es que sus gobiernos sean útiles para mejorar sus vidas». Por otro lado, ha considerado que la única diferencia entre el actual presidente del PP, Alberto Núnez Feijóo, y su predecesor, Pablo Casado, es «la pose», ya que «mantienen las mismas ataduras y las mismas tesis».