Pedro Sánchez engrasa su relación con Josep Borrell para tantear su futuro en Europa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo atiende a razones ante un español: el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell. Lo ha hecho en el debate sobre si enviar o no armas a Ucrania. Y lo ha vuelto a hacer en otras cuestiones clave como la posible vuelta de Borrell al Gobierno en caso de que el PSOE vuelva a ganar las elecciones y a conseguir la mayoría necesaria para gobernar.  En cualquier caso, los planes de Sánchez no se centran en seguir en la Moncloa. Los planes del presidente del Gobierno pasan por marcharse a Europa en calidad de presidente del Consejo Europeo o de la Comisión Europea. Y para ello, Sánchez está tirando de su delegado en Europa para que le allane el camino a su nuevo objetivo.

Borrell lleva tiempo paseando por Europa en un momento clave para la UE. La invasión de Ucrania ha puesto en relieve la necesidad de reforzar la Unión lo antes posible y el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ha desempeñado un papel básico. Tanto es así, que incluso Borrell ha asesorado a Sánchez en algunas cuestiones clave como fue el envío de armas a Ucrania. En un principio, el Ejecutivo se mantuvo en una posición edulcorada para no enfadar a sus socios de Gobierno, que eran contrarios a enviar material bélico al país invadido. Pero el paso del tiempo y una llamada clave de Borrell a Sánchez hizo que el presidente del Ejecutivo cambiara de opinión.

Borrell se ha convertido en un hombre clave para el presidente del Gobierno porque ahora le allana el camino en la UE. El presidente del Gobierno da, según cuentan fuentes de Moncloa, por amortizada la legislatura y no tiene ninguna intención de quedarse en la presidencia mucho más tiempo del necesario. De hecho, en Ferraz aseguran que ganar las elecciones y quedarse cuatro años más como presidente es el plan B de Sánchez. Para el socialista lo prioritario es conseguir dar el salto a Europa y olvidarse de su paso por Moncloa. Esto por no hablar de que el líder del PSOE no considera que vaya a ganar las elecciones.

El tiempo de Borrell como Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad no será eterno, pero ha ejercido de algo más que de jefe de la diplomacia. El presidente del Gobierno ha estado muy preocupado por mantener fluida la relación vía Whatsapp y vía conversación telefónica con Josep Borrell porque sus intereses pasaban por ahí. No es la primera vez que Pedro Sánchez llama de forma reiterada por teléfono a algún profesional que podría ayudar en su futuro político (aunque quienes han sido víctimas de estas llamadas relatan que te puede dejar de llamar de un día para otro y no volver a dirigirte la palabra). Sin embargo, la obsesión de Sánchez por Europa no solo pasa por controlar a Borrell, su hombre en la UE y su nexo con Úrsula Von der Leyen y otros altos cargos europeos, sino que también está obsesionado por controlar el Grupo Socialista Europeo.

hay una fuerte presencia del PSOE en la Eurocámara

El PSOE pocas veces ha tenido tanto peso en el Grupo Socialista como ahora. Tanto fue así que llegó el momento en el que se habló de que habría un líder español al frente de los socialistas. Esto no fue así, pero lo cierto es que hay una fuerte presencia del PSOE en la Eurocámara y Sánchez también espera que le sirva para allanar el camino a la presidencia del Consejo Europeo o de la Comisión. Llegar a esto no es del todo sencillo, pero es un objetivo a largo plazo que empezó como una broma interna de Moncloa y que ahora comentan todos y cada uno de los asesores del presidente del Gobierno.

Josep Borrell solo ha tenido un pequeño contratiempo a la hora de devolver el favor a Sánchez: la invasión de Ucrania. El país ha sufrido la devastación más grande que ha visto el corazón de Europa en décadas y la UE ha adoptado un papel protagonista. Y Borrell más. Pese a este contratiempo que ha retrasado las gestiones de Josep para Sánchez, lo cierto es que este trabajo de influencia se sigue viendo en el seno de Europa. Borrell tiene línea directa con los eurodiputados, con los máximos representantes de las instituciones europeas y sobretodo con los mandatarios clave de los países más importantes. Y dado que Borrell pactó su posible vuelta al Gobierno si el presidente del Gobierno seguía en el cargo, también ha prometido a Pedro Sánchez ayudarle en esta empresa.