Presidente de Melilla ve «impresentables y desleales» las declaraciones de la exministra Trujillo sobre su españolidad

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha calificado como «impresentables» y «desleales» las declaraciones de la exministra socialista María Antonia Trujillo, en unas jornadas en Tetuán (Marruecos), en las que manifestaba que Ceuta y Melilla son «vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país y en las buenas relaciones entre los dos países«.

A pregunta de los periodistas, Eduardo de Castro ha manifestado que «me parece que la exministra ha sido desleal con su cargo y con el Gobierno de España, y fundamentalmente ha sido injusta».

Para el jefe de gobierno de coalición que integran CPM, PSOE y Grupo Mixto, «esta señora, independientemente de su estatus familiar o social, que no se olvide que tiene nacionalidad española, y que precisamente el día 17 de septiembre Melilla hace 525 años de españolidad, y eso no se puede olvidar y no se puede romper con unas declaraciones extemporáneas, fuera de lugar y creo que bastante impresentables«.

De Castro, por todo ello, ha expresado su «más dura condena a esas palabras y no creo, y lo digo sinceramente, que nadie, del partido que sea, incluido el PSOE, esté de acuerdo con esas palabras». «Por supuesto, yo estoy totalmente en desacuerdo, e invito a esta señora a que venga a Melilla y vea la realidad, porque me parece a mí que vive en otro mundo», ha concluido la primera autoridad.

Por otro lado, ya desde la oposición, el presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda, ha tachado de deleznables las palabras de la exministra María Antonia Trujillo, y sospecha que «el amor con un marroquí y supongo que algo más material la lleva a ir contra España».

Para el también senador del PP, «lo de la ex-ministra Trujillo renegando de la españolidad de Melilla y Ceuta, es deleznable, y más aún reconociendo nuestros más que probados derechos que nos unen indefectiblemente a España«.

REVUELO EN CEUTA Y MELILLA

El revuelo en las dos ciudades autónomas españolas del norte de África se ha producido después de que la exministra de la Vivienda manifestara en unas jornadas en Tetuán que Ceuta y Melilla son «vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país y en las buenas relaciones entre los dos países».

«Ante los efectos nocivos de unas fronteras no sanas«, ha afirmado la exministra, «la respuesta política es el diálogo y no mirar hacia otro lado o el silencio… La reivindicación marroquí está plenamente justificada, inscrita en su ideario nacional y es irrenunciable».

Trujillo, que en mayo fue destituida al frente de la Consejería de Educación de España en Rabat, ha intervenido en el I Congreso Internacional ‘Relaciones hispano-marroquíes: presente y futuro’, organizado por la Escuela Normal Superior de Tetuán en colaboración con la Universidad Abdelmalek Essaadi y el Centro Marroquí de Estudios e Investigaciones en Economía y Desarrollo Sostenible. En el plantel de ponentes invitados también está el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que contó con ella como ministra.

Al referirse a la existencia de un contencioso por la soberanía de Ceuta y Melilla, la profesora de Derecho Constitucional ha dicho que «el peso de los argumentos históricos y jurídicos [a favor de la españolidad de esos territorios], que los hay y son relevantes, cede ante el devenir de los hechos que reclaman una respuesta política, ética, razonable y aceptable para ambos países mediante un diálogo abierto y sincero«.

«Los embajadores Jaime de Piniés y Máximo Cajal establecieron una posición respecto a Ceuta y Melilla; el historiador inglés Charles Powell lo ha reflejado en sus libros históricos, y el Partido Comunista en 1987 habló de la retrocesión de Ceuta y Melilla», ha recordado antes de posicionarse a favor de la creación de algún tipo de «cédula de reflexión» sobre el futuro de ambas ciudades, o de recuperar el ‘Espíritu de Barajas’ que enmarcó la distensión entre Franco y Hassan II a finales de los años sesenta.