La AN desestima la petición de Villarejo de citar de nuevo a declarar a Linares y Sánchez Corbí

El tribunal de la  (AN) que juzga a José Manuel Villarejo ha rechazado este lunes la petición del comisario jubilado para que declararan de nuevo en el juicio quien fuera director adjunto operativo de la Policía, Agustín Linares; el exjefe de la Unidad Central Operativa de La Guardia Civil (UCO), Manuel Sánchez Corbí, y el exjefe de la Unidad de Asuntos Internos, Francisco Javier Migueláñez, al entender que los nuevos audios desvelados por un medio digital carecen de relación con este procedimiento.

La magistrada y presidenta del tribunal, Ángela Murillo, que ha anunciado esta decisión en la sesión con la que se ha reanudado el juicio tras el parón veraniego, ha rechazado las pretensiones de Villarejo y ha pospuesto a cuando se dicte la sentencia la posibilidad de deducir testimonio a Linares y Sánchez Corbí.

A criterio de la defensa de Villarejo, que esos nuevos audios hayan salido a la luz era motivo para que en un plazo de 30 días la AN requiriera al medio de comunicación que aportara las grabaciones originales del comisario con otros mando de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para comprobar su autenticidad.

Para la magistrada, en cambio, el contenido de esos audios «no se refiere al núcleo de este procedimiento», mientras que sobre la solicitud de citar de nuevo a los funcionarios policiales mencionados es algo que en «este momento no se puede decidir».

Villarejo había solicitado, en caso de que no se citara de nuevo a testificar a los tres, que se acordara en la sentencia «deducir testimonio» al considerar que Linares y Corbí habrían podido incurrir en la comisión de un delito de falso testimonio al mentir en su contra. Esos audios, según explica el comisario jubilado en un escrito, evidenciarían que ambos «habrían faltado a la verdad en sus manifestaciones sobre aspectos nucleares de los hechos objeto de enjuiciamiento prestados en la vista».

LA FISCALÍA, TAMBIÉN EN CONTRA

En la sesión de hoy, el fiscal Miguel Serrano se ha opuesto también a abrir una instrucción complementaria, aunque «sin perjuicio de que el tribunal lo pueda valorar a la hora de dictar su sentencia». «El contenido de esos audios no afecta en modo alguno a los elementos nucleares» de este juicio, ha indicado.

La Fiscalía ha insistido en que Villarejo es juzgado porque compaginó sin permiso su trabajo de policía con actividades privadas de inteligencia «guiado exclusivamente por el ánimo de lucro».

El representante del Misterio Público ha asegurado que da por «válida» las transcripciones de los nuevos audios desvelados, pero ha destacado que en ellos «no hay ningún tipo de dato nuevo» respecto a la declaración ya realizada por estos funcionarios.

Para el fiscal, el contenido de los nuevos audios «lo único que pone de relevancia es el nivel o importancia de la corrupción» en la conducta de Villarejo, «en modo alguna autorizada o autorizable».

Si hubo conocimiento o pasividad de sus superiores cuando el comisario compaginaba labores públicas con otras de carácter privado con su empresa Cenyt, eso llevaría, según el fiscal, a la depuración de responsabilidades por parte de sus jefes como «potenciales miembros integrantes o colaboradores» de una presunta organización criminal, algo que se investiga en la pieza principal del caso.

«No lo prejuzgamos en estos momentos», pero «esas serían las consecuencias de ese conocimiento, jamás exculpatorias», ha dicho.

MINTIERON «CLARAMENTE»

Antes del fiscal, la defensa de Villarejo ha reiterado que tanto Linares como Sánchez Corbí, «dos testigos esenciales», «faltaron a la verdad» en sus intervenciones como testigos en el juicio: «Se evidencia cuanto menos una duda severa sobre la credibilidad».

Del exjefe de la UCO, Villarejo sostiene en su escrito que «testificó faltando a la verdad, tratando de desviar la atención sobre el verdadero origen de la causa Tándem al asegurar ser el impulsor de la irónicamente llamada ‘denuncia anónima’, ante la Fiscalía Anticorrupción, origen de la referida causa general».

Considera que de las conversaciones grabadas por el comisario en 2016 con él, se entiende que Sánchez Corbí mintió «claramente» en el juicio respecto a cuál había sido la verdadera génesis de la «falsa investigación», que sirvió de base a la querella de Fiscalía «y provocó la detención y encarcelamiento» de Villarejo.

Villarejo también pone en cuestión el testimonio de Linares tras escuchar esos nuevos audios y lo tacha de espurio. Así, le acusa de mentir «impunemente» en el juicio que sigue la AN debido a que esos audios no vieron la luz antes del comienzo de esta vista oral.

Señala que, en concreto, mintió sobre cómo fue la reincorporación al servicio en 1993 de Villarejo, y se apoya en que existen y se han hecho públicos audios de 2012 y 2014 en los que queda en evidencia la verdad. Lamenta que a pesar de que los investigadores pudieron unir a la causa estas grabaciones, como elemento de descargo, «se eliminó intencionadamente».

Considera Villarejo que los audios prueban «el conocimiento y la aceptación oficial de la compatibilidad de actividades prestadas por él y su utilización a su vez para fines de inteligencia policial», algo vital en esta causa porque se trata de demostrar si el comisario se valió de su cargo policial para lucrarse con negocios propios, algo que encajaría en el delito de cohecho.

El juicio al comisario jubilado por tres piezas de la causa Tándem encara ya su fase final después de que Villarejo haya sido reconocido por el médico forense de la Audiencia Nacional tras sufrir un percance que le apartó de asistir a las últimas sesiones.