La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) considera que la reforma del sistema de cotización para los trabajadores autónomos aprobada por el Gobierno es positiva para introducir una mayor equidad en el sistema y un mayor nivel de protección social para el colectivo, pero advierte de que algunos aspectos de la misma harán que los autónomos reciban «un mejor trato» que los asalariados que cotizan al Régimen General.
Así, según un análisis realizado por Miguel Ángel García Díaz (URJC), este «mejor trato» se debe a que, en los tramos inferiores de renta, los autónomos serán tratados como trabajadores a tiempo completo aun cuando declaren rendimientos inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI) a jornada completa, con el consiguiente efecto favorable sobre sus prestaciones sociales.
Al mismo tiempo, el autor advierte de que también serán mejor tratados en los tramos superiores, ya que con rendimientos netos superiores a la pensión máxima cotizarán siempre por debajo de ésta y, por tanto, «no estarán obligados a realizar el esfuerzo exigido a los trabajadores asalariados cuya base de cotización máxima es superior en un 28% a la pensión máxima«.
En general, Fedea considera que la orientación general de la reforma es positiva al tratar de acercar el tratamiento de los autónomos al de los trabajadores asalariados, pero insiste en que hay algunos aspectos de la reforma, al menos con las tablas de cotización fijadas para los próximos tres años, que pueden ser «problemáticos y tendrán el efecto contrario» al perseguido.
Así, además de tratar mejor a los autónomos, Fedea señala que el objetivo de acercar las bases de cotización a las rentas reales de los trabajadores autónomos «se ve empañado al haber elaborado unas tablas para los tres primeros años (2023-2025) con una relación decreciente entre las bases de cotización y los rendimientos netos declarados al IRPF a medida que aumentan los ingresos del afiliado«.
Además, considera que la decisión de establecer para una buena parte de los trabajadores autónomos bases y cuotas inferiores a los mínimos del Régimen General de asalariados para un contrato a tiempo completo «puede generar competencia desleal con las empresas y aumenta el riesgo del uso de la figura del falso autónomo, disminuyendo la calidad del empleo».