Podemos se desmarca del PCE para denunciar el Régimen de Nicaragua

Algunos partidos de la izquierda occidental, quizá más ligados sentimentalmente al siglo XX que al XXI, no se han atrevido todavía a condenar al Régimen antidemocrático que lidera en Nicaragua un dictador como Daniel Ortega, que se reviste del ilusionante sandinismo pretérito para mantener ciertos apoyos.

En las últimas elecciones-pantomima del país centroamericano celebradas a inicios de 2022 ‘ganó’ Ortega y el PCE se apresuró en felicitarlo: «Las elecciones en Nicaragua han sido una nueva muestra de soberanía y civismo a pesar de la cruel campaña mediática contra el FSLN. El pueblo nicaragüense ha votado por la paz, la estabilidad y la prosperidad de su Patria».

«Felicitamos al Frente Sandinista por la victoria y hace un llamamiento a la comunidad internacional y en especial a EEUU y a la UE a respetar los resultados emanados de las urnas y la democracia en Nicaragua», país en el que el empresario Jaume Roures estuvo de voluntario político entre 1978 y 1980.

HARTAZGO

En Podemos no tragan con el teatro y es por ello que han expresado su solidaridad «con las y los presos políticos en Nicaragua y sus familiares, así como unirnos a las voces que solicitan su liberación».  «Reiteramos, también, nuestro rechazo a la socavación de todas las libertades públicas por parte del Ejecutivo de Ortega-Murillo, en particular a los cierres masivos, arbitrarios e indiscriminados de organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos que se están produciendo en los últimos meses», añaden.

La formación morada reconoce que «la situación actual de las personas presas políticas en Nicaragua es ciertamente preocupante, en especial la de las mujeres, las personas mayores y con enfermedades crónicas y las personas más vulnerables. Muchas de ellas muestran un fuerte deterioro físico y psicológico por la situación de malos tratos y el aislamiento a los que están sometidas, situaciones que han sido denunciadas por sus familiares y por organismos de derechos humanos». 

«Desde el inicio de la crisis en Nicaragua cientos de personas han sido encarceladas por motivos políticos. Las propias organizaciones de derechos humanos han establecido que se trata de detenciones arbitrarias y enjuiciamientos sin las debidas diligencias, bajo la actuación de poderes judiciales controlados por el Ejecutivo de Daniel Ortega. También se han denunciado malos tratos, torturas y detenciones en condiciones diferenciadas —como celdas de aislamiento o de máxima seguridad—, así como la falta de una adecuada alimentación, ventilación, iluminación, atención psicológica o respeto a los procedimientos de visitas de familiares», denuncian.

Podemos asegura que «ante estas graves vulneraciones de los derechos humanos en el país, instamos al Estado nicaragüense a que permita el acceso del Grupo de Expertos de la ONU al país, como mecanismo de rendición de cuentas independiente establecido por la resolución del 31 de marzo de 2022 del Consejo de Derechos Humanos». 

El partido liderado por Ione Belarra expresa su compromiso «con los derechos de las personas presas políticas y exigimos su liberación inmediata y con garantías, así como la protección de sus familiares víctimas del acoso y de los hostigamientos».

PODEMOS Y LA GEOPOLÍTICA

La geopolítica ha sido un campo minado para Podemos, que ha visto como sus adversarios lo azotaban a cuenta de sus falsas relaciones económicas con regímenes como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador o Cuba.

El penúltimo disgusto morado a cuenta de la geopolítica ha tenido como protagonista a la periodista de la SER Paloma Rando, que afirmó que en Podemos no condenaban el intento de asesinato de Salman Rushdie: «¿Lo oyen? Es el silencio. Ni uno solo de los ministros de Podemos en el Gobierno se ha pronunciado al respecto. Tampoco lo ha hecho su portavoz, Pablo Echenique. Ni la cuenta oficial de Twitter del partido. Ni siquiera su ex líder, Pablo Iglesias«.

Iglesias le mostraba que mentía y denunciaba que «desde la SER, cadena con la que colaboro, se pretende usar el intento de asesinar a Salman Rushdie para atacarnos». El exvicepresidente aseguara sentir «vergüenza», «asco» e «indecencia» por esta fake new que no dista demasiado de otras que se han publicado en los últimos años contra la formación que cogobierna España.