Edmundo Bal levanta (como puede) los escombros de Ciudadanos

No lo repetirán. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, sabe que uno de sus principales activos es Edmundo Bal, pero aún no tiene claro dónde colocarle. Fuentes de la formación naranja aseguran que no tienen intención de volver a quemar a Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid o en alguna otra autonomía en la que vaya a desaparecer, pero lo cierto es que el personalismo de Arrimadas complica la ubicación que darle a Edmundo. En Ciudadanos le ven como uno de los pocos activos con los que pueden contar para mejorar la imagen y los resultados de la formación. Pero ahora mismo Edmundo es más un problema que una solución para Arrimadas, quien también tiene que lidiar con el ego de la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís.

En las elecciones de la Comunidad de Madrid dejó claro que sí que había políticos con capacidad de trabajo. Pese a que su empeño y dedicación no fueron recompensados, el diputado dejó claro que había quién aún sentía los colores de la camiseta. Con la polémica de la compra del nuevo iPhone 13 para todos los representantes del Congreso de los Diputados, Edmundo Bal lo ha vuelto a hacer y ha conseguido poner el nombre de Ciudadanos en el centro del debate. Ha sido uno de los pocos parlamentarios que se ha negado a que ese gasto de más de un millón de euros públicos se ejecute con tal de renovar el terminal de los representantes políticos. Pero sobretodo ha dejado claro que Ciudadanos aún puede encontrar nichos en los que hacerse fuerte.

Hay dudas sobre dónde colocarle, pero no las hay en cuanto a que es una de las pocas esperanzas de Ciudadanos para revivir. En la Comunidad de Madrid no le salieron bien los planes y ya están convencidos de que no pueden desaprovechar un activo tan importante como el de Bal en este tipo de elecciones. La idea es reanimar un partido que está prácticamente al borde de la desaparición y quemar de nuevo a Bal en la Comunidad de Madrid no es una opción, pues que Isabel Díaz Ayuso y su Partido Popular arrasarán en las elecciones no es algo que se ponga en duda.

Ciudadanos solo tiene tres personas en las que confiar para levantar la formación y conseguir algunos votos. Y una de ellas tienen pinta de que es más un problema que una virtud. Inés Arrimadas, pese a haber hundido al partido con sus pretensiones de mociones de censura, está más que decidida a presentarse a las elecciones generales. Son Villacís, la idea es simplemente dejarla o bien en Madrid capital o lanzarla a la Comunidad de Madrid, regiones en las que Arrimadas sabe que tiene potenciales votantes suficientes como para dejarles en una buena posición. Y con Edmundo Bal la postura es bien distinta porque parece el único que está bien visto por las bases de la formación.

La idea principal que figura en la cúpula de Ciudadanos es la de dejar a Edmundo Bal como está. Ser el número dos de Arrimadas sería la opción que más seduciría a la presidenta de la formación naranja, tal y como dictan las fuentes del partido consultadas por MONCLOA.com. Sin embargo, esta opción no seduce ni mucho menos a algunos dirigentes de la formación que entienden que Edmundo Bal está incluso llamado a liderar el partido.