El Banco de España ha apreciado necesidades de mejora en algunos ámbitos en cuanto al cumplimiento de la normativa relativa a la información que las entidades deben proporcionar a los clientes en el proceso de apertura de cuentas de pago, así como sobre la operativa y los servicios de pago ligados a las mismas. Según ha informado este lunes, el supervisor visitó 152 oficinas de 12 bancos en los dos últimos meses de 2021 para realizar entrevistas al personal que atiende al público y así verificar el cumplimiento de la normativa.
El análisis efectuado, que ha sido compartido con las entidades visitadas y con las principales asociaciones bancarias, ha evidenciado que el grado de cumplimiento es desigual en los diferentes ámbitos de la información que se proporciona en el momento de la comercialización. Por un lado, el Banco de España ha observado resultados satisfactorios en la información proporcionada respecto al régimen de comisiones por retirada de efectivo a débito en cajeros de terceros y a los elementos esenciales de seguridad en la operativa de pagos de banca electrónica.
También ha considerado adecuada la información proporcionada sobre los servicios y costes asociados a la cuenta de pago y respecto al régimen de devolución de recibos autorizados en cuenta. Sin embargo, el supervisor ha apreciado «necesidades de mejora» en la información ofrecida sobre la gratuidad de la cuenta de pago básica para colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión financiera y sobre el servicio de traslado de cuentas.
Igualmente, el Banco de España ha apuntado que el personal de algunas sucursales no evidenció un conocimiento detallado del Documento Informativo de Comisiones, si bien reconoce que esta circunstancia no afectaba a la calidad de la información que permite comparar los costes y servicios ofrecidos por las distintas cuentas de pago. El organismo presidido por Pablo Hernández de Cos ha destacado que, con estas actuaciones in situ en oficinas, obtiene una información «fundamental» para la identificación de puntos de mejora en la relación de las entidades con sus clientes, al tiempo que ayuda a reforzar la cultura de conducta de las mismas.