Brasil recibe el submarino que pudo tener España

Cuando todavía el futuro submarino español no ha realizado las pruebas de inmersión, la Marina de Brasil acaba de  recibir el pasado 1 de septiembre el primero de los cuatro submarinos “Scorpène” convencionales  del programa ProSub, modelo que barajó el Ministerio de Defensa español a principios de siglo.

Este primer submarino, vital para la modernización de la Marina de Brasil o Marinha do Brasil, que lleva el nombre de “Riachuelo” ha sido construido íntegramente en Brasil por la empresa  Itaguaí Construções Navais (ICN) gracias a un programa de transferencia de tecnología por parte de la multinacional francesa Naval Group.

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El submarino «Riachuelo» durante sus pruebas de mar. (Foto ICN)

En origen el desarrollo de estos submarinos de propulsión clásica (diésel/eléctrica) se basó en un programa de cooperación franco/español encabezado por sus empresas estatales DCNS (hoy Naval Group) y Navantia respectivamente. Los primeros encargos, que fueron realizados por parte de Chile y Malasia en 1997 y 2002, conllevaron la construcción de dos submarinos para cada una de estas naciones tan diferentes como distantes. Los trabajos se repartieron construyendo la sección de proa, incluida la vela y la cámara del sistema de combate, en Cherburgo (oeste de Francia)  y la de popa en la planta de submarinos de Cartagena (Murcia) de Navantia. Así mismo la puesta a punto de los navíos y el entrenamiento de sus dotaciones se repartió entre ambas plantas, siendo alistados los dos primeros de cada cliente en Francia, y las segundas unidades en España, en concreto el “Carrera” chileno y el “Tun Abdul Razak” malayo.

Pero en pleno proceso, en 2004 el Ministerio de Defensa español decidió que el modelo de submarinos con el que se equiparía la Armada española sería un diseño propio de Navantia, denominado como serie S-80, integrando sonares y otros sistemas de la norteamericana Lockheed Martin, dejando atrás la opción de dotarse con “Scorpène”, en cuya construcción se tenía un gran experiencia. Tal decisión, en la que pesó un intento del Gobierno de Rodríguez Zapatero  de acercarse políticamente a Estados Unidos tras decepcionarle con la retirada unilateral de Irak aquel mismo año, llevó al inició de la producción de los S-80 en 2005, aunque hoy en día, 17 años después,  todavía no se ha cerrado la entrega de la primera unidad.

Volviendo a Brasil, en 2009 se cerraba el acuerdo de cooperación estratégica en materia de defensa entre los Gobiernos de París y Brasilia, tras elegir a Naval Group para su Programa de desenvolvimiento de Submarinos (ProSub). Brasil decidió reforzar su fuerza naval con cuatro nuevos submarinos convencionales y, lo que es más, con uno de propulsión nuclear autóctono.

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La primera dotación del «Riachuelo» formando sobre cubierta en el momento de la entrega del navío. (Foto Marinha do Brasil)

Además en el caso brasileño, a diferencia de España donde se contaba con la planta de Cartagena, se hubieron de construir unas nuevas instalaciones para construir el submarino en Itaguaí, localidad sita al oeste de Rio de Janeiro,  por parte de la citada empresa ICN, además de una base naval de última generación, desde donde operarán.

Botado en diciembre de 2018, el “Riachuelo” completó con éxito sus pruebas en puerto y las de mar, que incluyen las de inmersión, que todavía tiene pendiente el primer S-80 español, por lo que el primer día de este mes ha sido entregado a la Marinha do Brasil.

El éxito de la entrega del “Riachuelo”, el primer submarino Scorpene construido íntegramente en Brasil, es una prueba del éxito de dicha transferencia de tecnología por parte de Naval Group, del Grupo Naval a ICN, que fue fundada en 2009 con capital público del Gobierno de Brasil, un 59% del total, correspondiendo el resto de la aportación a Naval Group. Actualmente cuenta con unos 2.000 empleados de los que la mayoría, 1.700, son brasileños. 

El “Humaitá”, el segundo submarino de la serie, que  fue botado en diciembre de 2020, comenzará sus pruebas en este mismo mes de septiembre de 2022.

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El segundo de los submarinos del programa ProSub, el “Humaitá”. (Foto Marinha do Brasil)

Naval Group además ha seleccionado y cualificado a muchos proveedores locales que se han incorporado a su cadena de suministro para hacer posible la viabilidad del programa ProSub, pero también para otras oportunidades de negocio. De este modo, los socios de la empresa pueden acceder a nuevos mercados aportando el know-how y la experiencia adquirida a través del programa.

El “Scorpène” es un submarino convencional que desplaza 2.000 toneladas  (en inmersión) y 71,6 metros de eslora (longitud), diseñado por Naval Group para desempeñar un amplio elenco de misiones, como la guerra antisuperficie, la guerra antisubmarina, los ataques de largo alcance, las operaciones especiales o la recopilación de información. Extremadamente sigiloso y rápido, tiene un nivel de automatización operativa que permite un número limitado de tripulantes, su dotación sería de 35 personas, lo que reduce significativamente sus costes operativos. Su capacidad de combate se basa en sus 6 tubos de lanzamiento de 533 mm, por los que se lanza su dotación de armas, 18 torpedos F-21 o 8 misiles MBDA SM 39 Exocet y en el futuro próximo los de desarrollo brasileño Míssil Antinavio Nacional (MANSUP).