El Ejército de Tierra tiene entre sus filas a un avaricioso. Las Fuerzas Armadas cuentan con distintos servicios, entre ellos el de comida, ya que los cuarteles tienen comedores para los militares que prestan sus servicios en dichas dependencias. Además de a la alimentación de la tropa, desde el departamento de Defensa que capitanea Margarita Robles, también destinan parte del presupuesto a la gasolina de los vehículos. Sin embargo, parece que ser tanto la comida como el combustible se están acabando antes de los normal en el Batallón de Guerra Electrónica Canarias III/32. Y es que, uno de los militares que estaba destinado en dicha unidad se dedicó a robar pequeñas cantidades de comida que se encontraban en las zonas comunes, así como gasolina que se llevaba en garrafas. Sin embargo, fue pillado con las manos en la masa por su superior y denunció la situación. Así, los Tribunales Militares han decidido condenar a este militar a una pena de 36 días de multa a razón de dos euros por días. De esta forma, se le ha acabado el chollo al «gomias» del Ejército de Tierra.
Los hechos se remontan al año 2019, cuando este soldado del Ejército de Tierra se encontraba destinado en el Batallón de Guerra Electrónica Canarias III/32 y realizaba su servicios en la Base General Alemán Ramírez, ubicada en Las Palmas. Así, durante los meses mayo y junio este militar se dedicó a ir sustrayendo pequeñas cantidades de comida que se encontraba en las zonas comunes, como el vestíbulo, cuando nadie le veía. Al mismo tiempo se dieron cuenta de que algo más dentro de las dependencias militares comenzaba a escasear antes de lo normal. Así, a la desaparición de comida se sumó también la falta de combustible en muchos de los vehículos militares que se encuentran dentro de los cuarteles y que los militares del Ejército de Tierra utilizan para llevar a cabo los servicios.
El militar robaba pequeñas cantidades de comida y gasolina para no llamar la atención
Este soldado del Ejército de Tierra se dedicó a robar la gasolina de los grupos electrógenos alojados en sus instalaciones y del camión que se encuentra estacionado normalmente en dichas instalaciones. Al igual que con la comida, llevó a cabo el mismo ‘modus operandi’, ir sustrayendo pequeñas cantidades de que combustible de estos vehículos para que no se notara el robo. Sin embargo, los problemas vinieron cuando comenzaron a notar que el carburante duraba menos de los habitual y empezaron las sospechas. En un primer momento, pensaron que se trataba de un fallo en los medios de transporte que de uso militar. Por este motivo, llevaron a cabo una revisión de los grupos electrógenos y de los vehículos con el fin de descartar cualquier tipo de fallo técnico.
Así, tras descartar la primera opción, consideraron que podría tratarse de pequeñas sustracciones que alguien estaba llevando a cabo. Y, para corroborar que se trataba de esta sospecha, revisaron todas las cámaras de vigilancia y dieron aviso para orientar todas las cámaras hacia la zona de aparcamiento, aunque no observaron ningún movimiento extraño. Sin embargo, tras observar que faltaban 30 litros de combustible del camión, revisaron las grabaciones de las cámaras de la entrada y salida, en las que identificaron al militar condenado, quien aparece introduciendo en el maletero de su coche particular las garrafas donde había introducido la gasolina robada. Al comprobar de que se trataba de dicho soldado del Ejército de Tierra, el Subteniente Jefe Accidental de la Compañía de Plana Mayor, que fue quien observó estas prácticas, denunció la situación ante los Tribunales Militares, quienes decidieron condenar al militar por los hechos llevados a cabo. La justicia detalla en la sentencia, a la que ha tenido acceso MONCLOA.com, detalla que la pena impuesta a este soldado es un multa de 36 días, a razón de dos euros por días. De esta forma, consiguieron poner fin a la avaricia del gomias del Ejército del Aire
ESTE MILITAR NO ES EL ÚNICO QUE HA SUSTRAIDO COSAS DE UN CUARTEL
Algunos militares hacen lo que sea por sacarse un sobresueldo. Este es el caso de un marinero destinado en la 9ª Escuadrilla de Aeronaves de la Base Naval de Rota, en Cádiz, quien parece ser que no tiene suficiente con el salario que recibe como miembro de las Fuerzas Armadas y necesita más. Así este militar, que estaba destinado en el departamento de almacenamiento de material voluminoso decidido aprovechar su trabajo y urdir un plan con el que sacarse un sobresueldo. Cada día este marinero sustraía del almacén válvulas de bronce 2″, las cuales no estaba se encontraban registradas en ningún tipo de plataforma. Para llevar a cabo este robo introducía el material en una o dos mochilas con las que salía cargando a la espalda al finalizar su servicio. Sin embargo, finalmente fue pillado por un soldado y ha sido condenado a pena de 9 meses de prisión y una multa de 600 euros por el Tribunales Militares.
