Félix Bolaños teledirige «a ciegas» los «planes judiciales» para el CGPJ

El ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños, se ha convertido en el «chico para todo» de Moncloa. Lo mismo te vale para meter en vereda a la vicepresidenta del Ejecutivo Teresa Ribera como te vale para buscar los nombres que deberían trufar el Consejo General del Poder Judicial. Bolaños lleva tiempo pendiente de qué ocurre tanto con el Ministerio de Justicia como con cuestiones clave como es la renovación del CGPJ, pero el problema es que la sensación en Ferraz de que están «a ciegas» en estos asuntos crece por momentos. Bolaños se ha encargado desde hace meses de estos problemas, pero no han conseguido los objetivos buscados por Moncloa. Aún así, desde Ferraz aseguran que no hay ninguna duda de que es de los pocos ministros que gozan de la total confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sigue siendo el asesor de cabecera.

El ministro socialista se ha convertido en la persona favorita del Gobierno. Desde la salida de Iván Redondo, exjefe de gabinete del presidente del Ejecutivo, Bolaños se ha hecho con todos los dominios que antes controlaba el predecesor de Óscar Puente. Tal es la obsesión y el fervor en Ferraz por Félix Bolaños, que incluso se habla de él como candidato para Madrid, ya sea Ayuntamiento o Comunidad. Esto no dejan de ser historias para no dormir, pero lo cierto es que el peso de Bolaños sí que le ha valido imponerse en algunas áreas, como es el caso de la materia de justicia, donde se ha impuesto a la ministra Pilar Llop y a la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Bolaños tiene claro que una de sus competencias es la de controlar las relaciones con el Consejo General del Poder Judicial. También hablar sobre todas las cuestiones en materia de Justicia, esas en las que se entrometía Margarita Robles siempre que podía y esas que la ministra de Justicia ha dejado totalmente desatendidas por preocuparse por las discusiones que escucha en el Metro sobre la renovación de los vocales del Consejo. Ahora su labor se ha convertido en algo fundamental para el Gobierno, pero tiene un problema: Bolaños no tiene ni ojos ni oídos dentro del Consejo General del Poder Judicial. Aún así, el encargado para diseñar las listas, las negociaciones y de mantener abiertas las conversaciones es él. Pedro Sánchez solo baja de vez en cuando para reunirse con alguien de primera línea, pero no sabe ni quién suena como vocal socialista.

Bolaños lleva meses intentando desatascar la situación. Se ha reunido con Esteban González Pons al igual que hizo con Teodoro García Egea. En esos encuentros, hay acercamientos puntuales, pero fuentes del PSOE dejan claro que nunca se ha llegado a cerrar un acuerdo como se hizo en su momento mediante un documento con Pablo Casado. Desde que Feijoo llegara al poder dentro del Partido Popular, tampoco es que Bolaños haya conseguido grandes avances en materia de renovación del CGPJ. El PSOE está dispuesto, pero también carga con un San Benito que el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, le recordó hace unas semanas: el Gobierno le ha quitado las competencias para hacer nombramientos al Consejo General del Poder Judicial por llevar casi cuatro años en funciones, algo que los jueces le recuerdan en cada intento de acercamiento.

Bolaños aún así es permeable a las exigencias de los magistrados con los que se reúne. Para él, según fuentes de Ferraz, no está siendo sencillo hacerse una cartera de «amigos» dentro de la judicatura porque no tenía ningún conocimiento previo de la casa. Otro de los miedos que se respira en Moncloa, según fuentes solventes, es que el Gobierno consiga renovar el CGPJ pero no tenga ni idea de cómo funciona. El Partido Popular tiene muchos más amigos dentro de la judicatura y muchos más pesos pesados que conocen las entrañas de la justicia española. Aunque el PSOE logre su objetivo, el PP aún tiene más peso dentro del CGPJ, algo que algunos asesores del PSOE dan por sentado.

Bolaños tiene el encargo desde hace años de intentar que el PP ceda y renueve el CGPJ, pero sabe que Enrique Arnaldo tiene mucha influencia en el partido y que es uno de los artífices de la no renovación. Aún así, él siempre ha intentado reunirse con altos mandos del PP para ver si consigue alguna concesión. Si no lo consigue ahora, tendrá que esperar a las generales, pero Félix seguirá llamando a la puerta de Génova para ver si consigue el objetivo que le han encomendado desde Moncloa.

BOLAÑOS TAMBIÉN ECHA UN PULSO

El ministro socialista aún así no ha sido diestro a la hora de calmar los ánimos en la justicia. El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha asegurado que el Gobierno podrá nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que le corresponde por cuota aunque no se renueve el Consejo General del Poder Judicial, que debe proponer otros dos nombres. Dado que el Consejo se resiste, Bolaños ya ha avisado de que el Ejecutivo no tiene ningún problema en hacer lo propio, algo que a los magistrados conservadores no les convence para nada.

“El Gobierno podría nombrar sus magistrados porque tiene la facultad porque así lo establece la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, podría nombrarlos”, apuntó en su momento en una entrevista en Onda Cero, en la que aseguró con contundencia que la voluntad del Gobierno es renovar el CGPJ.

En este sentido, explicó que la manera de que el CGPJ pueda nombrar a los dos magistrados que le corresponde del Constitucional es “renovando” precisamente el órgano de elección de los jueces y ha responsabilizado al Partido Popular del “bloqueo sistemático permanente”.