La preparación mental para la competición, de la mano de Scopum Coaching

Todos los deportistas buscan rendir al 100% y alcanzar el máximo. Marcar la diferencia es cada vez más complicado y la competitividad es feroz. Es por esto que el más mínimo detalle puede ser crucial para rendir regular o de forma excelente. La preparación mental de los deportistas en las horas previas a la competición debe jugar un papel primordial, tal como explican desde Scopum Coaching.

¿Qué es la preparación mental?

Es la utilización de múltiples herramientas mentales sencillas para predisponer al funcionamiento mental de la mejor manera posible para competir. Lo que significa que se aplicarán ciertos conceptos, ideas y rutinas para pulir variables mentales como el control de la capacidad atencional, la gestión de expectativas externas e internas y la planificación de las actividades previas a la competición. También la tolerancia a la presión y a la frustración, evitar el exceso de perfeccionismo, la planificación y organización del tiempo y el control de pensamientos intrusivos y negativos.

¿Qué beneficios tiene la preparación mental?

En primer lugar, mejora la autodisciplina y la fuerza de voluntad. También la eficiencia cognitiva realizando rutinas. La capacidad cognitiva está mermada antes de la competición, por eso es beneficioso automatizar acciones para desgastar lo menos posible al cerebro.

Por otro lado, los deportistas se habitúan a centrarse en objetivos que dependen de ellos mismos.

Otro beneficio es el perfeccionamiento técnico. Entrenamiento en imaginación y ensayo neuronal de los mensajes que trasladan a los músculos para la ejecución de tareas.

Por último, optimizar la respiración y la capacidad muscular. Activación óptima. Puesta a punto del pilar físico.

¿Qué aspectos se deben tener en cuenta?

Preparación mental

Se va a preparar al “coco” para estar seguros y convencidos de que se realizará lo que depende de uno mismo de la mejor manera posible.

Preparación fisiológica

Se dispondrán a las variables físicas internas al servicio de los objetivos. Es momento de preparar que los sistemas musculares, respiratorios y la activación cognitiva y fisiológica estén en un estado óptimo para la competición.

Preparación cognitiva

Se focalizará la atención a los estímulos relevantes para que pueda desatender a los irrelevantes, como el árbitro, los pensamientos intrusivos, la grada o los cambios climatológicos repentinos.

¿Cuándo empieza la preparación mental para la competición?

Se suele decir que el siguiente partido empieza en cuanto acaba el último. Y es verdad, la preparación comienza ahí. Pero a nivel mental, lo realmente primordial son las 24 o 48 horas antes de la siguiente competición.

Los aspectos tácticos, técnicos y el estado físico deben trabajarse con cierta antelación. Pero durante estas horas previas es crucial pulir y optimizar una preparación mental idónea que ayude a sacar esa ventaja extra de cara a la competición.

Es importante ser muy meticulosos en la planificación de actividades: «¿Qué actividades voy a realizar?», «¿Con quién me voy a relacionar?», «¿Cuándo y cuánto voy a dormir?» y «¿Cómo y cuándo me voy a alimentar?».

También es importante controlar la motivación y el estrés durante este periodo. Es decir, analizar objetivamente qué circunstancias particulares rodean a la competición. Reajustar autoexpectativas con base en estas circunstancias particulares. Asimismo, repasar y redefinir objetivos individuales y grupales.

Además, es momento de potenciar la autoconfianza: «¿Qué está en mi mano para conseguir los objetivos?» y «¿Qué hice en ocasiones similares pasadas para salir triunfante?».

Por último, se va a programar el tiempo para adecuarlo lo máximo posible a la hora y el día de la competición: «¿Cuándo voy a hacer mis actividades programadas?» y «¿Qué me interesa hacer en cada momento del día?».

¿Qué pasos y acciones se deben llevar a cabo?

Ya se está centrado de lleno en el día de la competición. En este momento, se elabora una rutina o secuencia de pasos desde que el deportista se levanta hasta el momento de competir. Se organiza la hora de despertarse, los horarios de comidas, los desplazamientos, la bolsa con el equipamiento y la hora de llegada a la instalación deportiva. También las rutinas de respiración y relajación muscular, ¿Cuándo buscar el nivel óptimo de activación?, las rutinas de pensamientos activadores, la utilización de autoinstrucciones, la potenciación de autoconfianza y las rutinas previas e inmediatas a la competición.

Se trata de dejar el menor número posible de aspectos a la improvisación. Se tiene algo previsto y planeado sin forzar al cerebro a consumir energía innecesaria para tenerla disponible más adelante. Con estas rutinas se tendrá todo el tanque de la atención centrado y disponible en las tareas encomendadas propias del puesto. Se dejará el menor hueco posible a los pensamientos interferentes.

¿Qué técnicas y herramientas se van a utilizar?

Durante las horas previas y los momentos inmediatos a la competición es muy importante poner el foco en potenciar las virtudes. Igualmente, es importante acostumbrarse a centrar la atención en repasar los “objetivos de proceso” para el desafío competitivo. Se dejan a un lado aspectos “menos controlables” y relacionados con los resultados directos. Durante las horas previas, se va a adaptar el comportamiento a la hora de la competición. Además, se visualizarán situaciones pasadas y recientes de buen rendimiento. Se reproducirán en la mente una y otra vez. Por último, se elaborará una lista jerárquica de estímulos “útiles”, dando prioridad a los más relevantes. Se dejarán para el final de la lista los “menos controlables”.

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