Félix Bolaños contrata un cursillo sobre gestión del conflicto y control del estrés para reducir la tensión en su ministerio

Félix Bolaños está decidido a reducir la tensión y el malestar que se respira en su departamento. El ministro de Presidencia, relación con las Cortes y Memoria Democrática sabe que hay tensión entre las filas de su departamento. Los trabajadores de Presidencia están en pie de guerra. Por este motivo, Félix Bolaños ha decidido tomar medidas para intentar reducir la tensión y rebajar el nivel de estrés que están soportando. Así, ha tramitado un contrato para llevar a cabo un curso sobre ‘Gestión De Conflictos Y Control Del Estrés’. Y todo para que los trabajadores puedan controlar la tensión que se respira dentro de las filas de dicho ministerio. Así, con este cursillo puede que se reduzca el malestar. Eso sí, esta formación será pagada con el dinero de las arcas del Estado, es decir, con el dinero de todos los contribuyentes españoles. Y todo porque Félix Bolaños quiere reducir la tensión y el malestar que se respira en el Ministerio de Presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Desde hace tiempo, la tensión dentro del Ministerio de Presidencia, relación con las Cortes y Memoria Democrática no ha dejado de aumentar. El fantasma de la crisis de Gobierno suena cada vez con más fuerza. Tanto es así que ya se conoce la fecha en la que Pedro Sánchez llevará a cabo la purga sobre los ministros que se han convertido en políticos incómodos para el presidente. Sin embargo, ahí es donde entra Félix Bolaños y todo su equipo, dado que no han dejado de intentar ocultar esta cuestión, ya que trabajan junto al líder del Ejecutivo sobre la manera de llevar a cabo esta crisis de la forma más elegante posible. Y es que, no quieren que se repita la misma escena que la primera vez, no quieren llamadas incómodas ni sorpresas.

EL CURSILLO COSTARÁ 2.400 EUROS

Esta situación ha llevado a los trabajadores del Ministerio de Presidencia, relación con las Cortes y Memoria Democrática a un nivel de desgaste y estrés que está perjudicando al ambiente que hay dentro de este departamento. Tal es la tensión que se respira en el ministerio de Félix Bolaños que el ministro ha decidido tomar medidas y hacer algo para rebajar el mal ambiente que hay. Por este motivo, ha tomado la decisión de contratar un cursillo para enseñar a sus trabajadores cómo gestionar los conflictos y cómo controlar el estrés. Así, ha registrado un contrato en el Portal de Transparencia, cuya inversión asciende a 2.400 euros. Y todo ello con un objetivo claro, permitir que los trabajadores puedan relajarse en cierta medida y más de los meses que llevan soportando las informaciones sobre la crisis de Gobierno.

Lo que está claro es que esta tensión ha llevado a los trabajadores de Presidencia a un nivel de estrés que está afectado al ambiente que se respira en este ministerio y Félix Bolaños ha decidido tomar medidas. Sin embargo, el departamento no es el único que el que hay tensión. Hay una política que, con su mal carácter, ha provocado que se respire un ambiente de malestar. Se trata de Teresa Ribera, la titular de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, quien está acostumbrada a «abroncar» a los trabajadores de su ministerio. Esta situación sumada a las medidas que ha ido tomando y las gestiones que ha realizado la han puesto en el punto de mira del presidente y en su lista negra. Así, todos apuntan a que será imposible que Teresa Ribera se salve de las crisis de Gobierno.

EL MINISTERIO DE FÉLIX BOLAÑOS NO ES EL ÚNICO EN EL QUE HAY MAL AMBIENTE

La ministra Teresa Ribera ya tiene nombre. La conocen en Transición Ecológica como la ministra de “mal ambiente” por su “insoportable” carácter”, tal y como la definen quienes conviven con ella casi a diario. Viaja mucho y eso hace que en el ministerio de vez en cuando se respire algo de oxígeno, pero lo cierto es que desde los asesores de prensa hasta los directores generales se quejan abiertamente del mal ambiente de trabajo que hay en Transición Ecológica. Todo, marcado por el carácter de Teresa Ribera, alguien “altivo” que acostumbra a “abroncar” a los suyos de forma permanente. Tal es la reputación de Ribera, que ya incluso los ministros socialistas coinciden en que Ribera no suma. Más bien resta.

Es una conversación permanente en Transición Ecológica. El estrés que se vive en el ministerio ha convertido la sede en un caldero constante de quejas que poco le importan a Ribera. Quienes tienen a la ministra a tiro de Whatsapp tiemblan cada vez que suena el timbre y junto al icono verde se lee el nombre de la ministra. Esto es un sentimiento que ha llevado a muchos a inmolarse a nivel laboral con tal de no aguantar más la tensión que se vive en el ministerio a manos del “reinado del terror” de Ribera.