Enrique Santiago cicatriza las heridas del PCE tras romper con Podemos 

El divorcio político entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz ha provocado un reseteo en la izquierda transformadora que ha llevado a varios agentes políticos a alejarse de Podemos y acercarse a la nueva plataforma Sumar, apoyada por dirigentes como Alberto Garzón o Enrique Santiago.

Es el caso de Izquierda Unida, que en las últimas elecciones andaluzas imposibilitó la utilización de la marca Unidas Podemos y fue clave en la inclusión de Más País dentro de la coalición Por Andalucía, o del propio Partido Comunista de España.

Los mimos de la histórica formación a Díaz han tenido consecuencias por parte del pablismo: su secretario general Enrique Santiago perdía la secretaría de Estado de la Agenda 2030 por decisión de la ministra Ione Belarra y la número dos Amanda Meyer se quedaba sin la jefatura de Gabinete del Ministerio de Igualdad por indicación de Irene Montero. 

EL PCE RECOSE HERIDAS

Santiago al menos está consiguiendo restañar heridas en el PCE, que salió al borde la ruptura de su XXI Congreso celebrado este verano. El secretario general revalidó el cargo con apenas el 54% de apoyos tras superar por la mínima al concejal zaragozano Alberto Cubero, apoyado por un equipo que llegó a acusar de «pucherazo» a su rival. 

Es cierto que esta tensión está siendo rebajada por Santiago, muy acostumbrado a los equilibrios políticos. El diputado ha aprovechado el enjuiciamiento de Cubero tras una querella de Vox para firmar un apoyo público a su adversario, arropado de forma cerrada por el PCE y por su órgano de expresión, Mundo Obrero.

Cabe recordar que Cubero se ha sentado en el banquillo tras ser denunciado por Vox por decir el pasado año que «en política fiscal y económica se les cae la careta, y luego les pasa lo que les pasa, que van a Vallecas y los reciben como los reciben. Ojalá les pase lo que les pasó en Vallecas en toda España».

El edil ha matizado sus declaraciones realizadas durante un pleno del Ayuntamiento de Zaragoza: «La intención de mis palabras fue llamar a la movilización no a la violencia», aseguró tras conocer que el Ministerio Público pide dos años y medio de cárcel para él y Vox exige cuatro años y ocho meses. 

El abogado de Cubero, Antonio Segura, afirma que «es la primera vez que se juzga a un político por una declaraciones que se hicieron durante su actividad política. Ha sido un juicio político defendido por una Fiscalía que ha hecho una defensa política de los intereses del grupo político Vox contra otro partido de ideología diferente, en este caso comunista. Vox ha insistido en que Alberto Cubero es comunista como si eso fuera un agravante».

Segura cree que el caldo de cultivo del juicio visto para sentencia se originó por la «querella de un partido político contra un político de ideología contraria y una Fiscalía que ha defendido políticamente al partido político Vox. El informe de la Fiscalía ha sido más político que técnico».

Antes del juicio, Cubero afirmó que acudía a los tribunales «con la normalidad política en la que un día estás mirando un expediente, hoy estás en la tertulia y mañana puedes estar en los tribunales si tu forma de hacer política es situar realidades incomodas encima de la mesa como es la naturaleza de la formación política Vox, porque nosotras siempre lo hemos calificado como lo que es: una organización política que promueve ideas racistas, homófobas y machistas«.

El PCE ha recogido centenares de firmas de apoyo al concejal a través del manifiesto ‘El antifascismo no es un delito de odio’. En el texto se asegura que «la querella forma parte de la estrategia judicial y política de la extrema derecha contra dirigentes de izquierdas y sociales para tratar de ocasionarles el mayor perjuicio posible. En el caso de Cubero, el objetivo reconocido de Vox es inhabilitarlo políticamente». 

CUBERO, MUY CRÍTICO CON SANTIAGO

Santiago está limando asperezas dentro de la formación centenaria tras recibir numerosas críticas por su gestión y por haber ordenado el retraso del inicio del XXI Congreso del PCE para que los miembros el partido apoyasen la presentación pública de Sumar por parte de Yolanda Díaz.

Cubero cree que al PCE le hace falta «estrategia, tener claro a dónde nos dirigimos. Una estrategia que solo puede ser de ruptura, pues el capitalismo es incapaz de ser reformado para que haga frente a las crisis que él mismo provoca. Sólo desde la ruptura con el capitalismo seremos capaces de hacer frente a las desigualdades sociales, la destrucción del planeta y el patriarcado. El camino de esa estrategia es el conflicto, la construcción de organización popular desde la intervención en la materialidad de nuestra clase».