El presidente del Partido Popular ha sorprendido a todos al meter a Antonio Zapatero, exnúmero dos del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, en parte de su ejecutiva. Desde Sol entienden que fue Isabel Díaz Ayuso la que forzó la salida de este viceconsejero de Salud Pública porque vio que estaba coqueteando con la ejecutiva de Alberto Núñez Feijoo. Sin embargo, otras fuentes dejan claro que fue Zapatero el que ha querido abandonar el barco antes de que empezara la purga que se prevé en la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, no es el único que ha dado el salto a la ejecutiva del partido. Feijoo también está pescando voluntades en Andalucía para hacerse con ojos en la Junta de Juan Manuel Moreno Bonilla. La sensación en el PP es que Feijoo empieza a dar sentido a su liderazgo rodeándose de populares que no son gallegos. Y no ha gustado demasiado. Especialmente en la Comunidad de Madrid.
Son muchos los nombres que ha anunciado Alberto Núñez Feijoo para que formen parte de su nueva ejecutiva. Todos estos nuevos nombres han pasado más o menos desapercibidos, pero a medida que en el Partido Popular han reposado los nombramientos, han visto que hay más trampa de la que parece en las intenciones del expresidente gallego. Hay algunos cargos de la Comunidad de Madrid y otros de la Junta que, pese a que no cobran, han llamado la atención de Génova. En especial la de Antonio Zapatero, pero también otros nombres como los de José Francisco Herrera, Joaquín Miranda o Rocío Blanco. Para las fuentes de Génova, muchos de estos fichajes no han sido al azar.
El caso de Zapatero ha sido muy criticado por haber evidenciado la crisis de Gobierno y sobretodo por haber evidenciado que Alberto Núñez Feijoo no tiene ningún problema en fichar a los marcados de la Comunidad de Madrid. Se comprometió a algunas cosas, pero no a no robar según qué perfiles que han desechado en las comunidades autónomas y que conocen bien el perfil de las dos amenazas políticas del presidente gallego. Hay muchos fichajes, pero el caso de Antonio Zapatero ha sido especialmente evidente para que miren con lupa a todos los que vienen de Andalucía y de la Comunidad de Madrid.
Los fichajes que proceden de Andalucía también han hecho saltar las alarmas, aunque ninguno ha dejado su cargo por saltar a la ejecutiva del partido porque no está remunerado. En cualquier caso, las promesas de Feijoo a Juanma Moreno y a Ayuso de que no intervendría en sus comunidades autónomas y en sus asuntos de partido han dejado claro que no incluían el fichaje por otro lado de cargos sensibles para las administraciones. El problema es que hay ciertos recelos ahora en las comunidades autónomas con todos los nombramientos que han salido de sus dependencias. De hecho, en la Comunidad vigilan con lupa a otros nombres que sí han mantenido sus altos cargos.
LA CRISIS DE GOBIERNO COGE FUERZA
En la Comunidad de Madrid van a echar a más de uno del equipo. Los señalados saben que desde Sol no perdonan y son conscientes de que llevan meses cocinando la expulsión de los consejeros más desleales. Fuentes de la Comunidad de Madrid tienen claro que los movimientos para hacer realidad esa purga en Sol han empezado a agudizarse estas últimas semanas. No hay una fecha específica clara, pero desde la Comunidad dejan claro que no se prolongará más lejos de enero de 2023. La idea es sacar cuanto antes a aquellos consejeros que se mantuvieron leales a Pablo Casado en la guerra interna del PP, y la dimisión del número dos de Enrique Ruiz-Escudero, Antonio Zapatero, es uno de los primeros síntomas de la venganza institucional que se cuece en la Comunidad de Madrid.
Los señalados son conocidos por todos. Carlos Izquierdo, consejero de Administración Local y Digitalización de la Comunidad de Madrid, es quien encabeza esta lista por su «oportunismo político», tal y como detallan fuentes de Sol. Después de Izquierdo, está Enrique López, el consejero de Presidencia e Interior que se mantuvo leal a Pablo Casado a ver si así conseguía algo más que un alto cargo autonómico. Y tras estos dos hay otros dos consejeros que están en la cuerda floja. David Pérez, consejero de Transportes y hasta hace poco de Vivienda, y el propio consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, quien mantiene a día de hoy una relación profesional y personal algo tormentosa con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.