Isabel Díaz Ayuso da la «zancadilla» definitiva a la Consejería de Sanidad

El cese de Antonio Zapatero como viceconsejero de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha sido el último golpe a la estructura que ha sufrido el departamento de Enrique Ruiz-Escudero en los últimos meses. Un evidente desgaste de la Consejería de Sanidad que se pone de manifiesto a pocos meses de las elecciones autonómicas, y tras los peores momentos de la pandemia del coronavirus. Las decisiones de Isabel Díaz Ayuso y su entorno han cambiado radicalmente el equipo de de la Consejería de forma casi radical en los próximos meses, eliminando da los principales protagonistas con que Ruiz-Escudero ha pilotado hasta ahora la Consejería de Sanidad.

Uno de los «puntos débiles» de la Comunidad de Madrid liderada por la popular Isabel Díaz Ayuso es, para muchos, la Sanidad. En concreto, el departamento gestionado por Enrique Ruiz-Escudero. Una Consejería que, sin duda, ha sufrido gravemente el desgaste provocado por la pandemia del coronavirus, especialmente relevante sanitaria y políticamente en la Comunidad de Madrid.

Desgaste pandémico que, sin embargo, no ha sido el único elemento que ha afectado a la Consejería de Sanidad, que atraviesa uno de sus momentos más delicados. Y es que Isabel Díaz Ayuso no ha dudado mostrar su «incomodidad» con algunos aspectos del departamento; algo que ha llevado a sucesivos cambios dentro del personal de la Consejería, y que podría llevar a la presidenta de la Comunidad de Madrid a continuar con la «eliminación» de algunos pesos pesados de Sanidad antes de las elecciones autonómicas.

Ruiz Escudero ha visto cómo dos directores generales clave de su departamento han abandonado su equipo, según fuentes no por decisión del consejero, sino por inspiración de Sol. En este caso, el hábil equipo de comunicación de la presidenta ha vestido de ascenso a los altares de Génova lo que no ha sido sino un cese. La concatenación de los acontecimientos ha sido el nombramiento de Zapatero como responsable de política sanitaria de la dirección nacional del partido Popular, seguido del consiguiente enfado de la presidenta y cese del médico en el Gobierno regional. El cargo de Génova no sólo no es retribuido, sin que es compatible y complementario del que ocupaba en la Consejería de Sanidad

EL DESGASTE «PANDÉMICO» DE ANTONIO ZAPATERO

Sin duda, una de las grandes pérdidas que ha sufrido la Consejería de Sanidad recientemente es la dimisión de Antonio Zapatero como viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Una decisión que él mismo hacía pública a través de las redes sociales.

«Termino hoy una etapa dura y difícil. Empecé en IFEMA, luego en la gestión Covid-19, con criterio científico y por último asistencia sanitaria, siempre como objetivo proteger a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid» explicaba el ya exviceconsejero. Una dimisión que justificaba con su nuevo proyecto dentro del equipo nacional de Alberto Núñez Feijóo.

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Explicaciones en las que, sin embargo, Antonio Zapatero evitaba hablar del claro desgaste sufrido dentro de la Consejería de Sanidad durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus. Un desgaste que fue especialmente relevante en su persona, ya que fue uno de los claros defensores de la «apertura» de Madrid frente a las restricciones. Una posición que, tal y como ha podido saber este diario, no fue compartida por parte del equipo de Gobierno regional, a pesar de que, finalmente, resultó ser la estrategia «ganadora» en el equipo de Isabel Díaz Ayuso.

Un desgaste del viceconsejero al que se une también, según aseguran fuentes, la situación de tensión constante dentro de la Comunidad de Madrid de las últimas semanas. Una tensión dentro de los pasillos populares de Madrid que hace prever una posible crisis interna del partido, siendo su salida a la Ejecutiva nacional una «salvación» para Zapatero, tanto de la crisis de la Comunidad de Madrid, como del desgaste sufrido en la Consejería de Ruiz-Escudero.

LA «SANIDAD» DE RUIZ-ESCUDERO IMPUESTA POR PABLO CASADO

Sin embargo, tal vez sea el propio consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz-Escudero, el que más ha sufrido las «zancadillas» de Isabel Díaz Ayuso desde su llegada a la Consejería de Sanidad. Y es que ni siquiera los comienzos dentro del Gobierno regional parecieron ser fáciles para el consejero. Especialmente, debido a que fue Pablo Casado, el exlíder de la formación, el que decidió «colocar» de número dos por Madrid al actual consejero en las listas de Isabel Díaz Ayuso.

Una posición destacada dentro de las listas autonómicas que le valió la consejería de Sanidad, una de las más delicadas del Gobierno regional. A la gestión del coronavirus se ha unido ahora las protestas por los problemas de atención a los ciudadanos que arrastra un sistema altamente estrenado tras la gestión, ni más ni menos que de una pandemia que se cebó en la Comunidad de Madrid.

Escudero ha mantenido, además, diferentes duelos presupuestarios con el Consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. Lasquetty fue consejero de Sanidad en los gobiernos de Esperanza Aguirre, lo que sin duda hace que tenga una especial lupa puesta en la gestión de este departamento. Personificación del espíritu liberal en economía, tras ser jefe de Gabinete de Pablo casado gua sido capaz de ganarse ampliamente la disputada confianza de Isabel Díaz-Ayuso

Situación dentro del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, en la que las «zancadillas» de la popular hacia el departamento de Sanidad parecen ser constantes, que podría terminar con el «exilio» del consejero a las listas municipales del Partido Popular por Pozuelo de Alarcón. Y es que, a la vez que ostenta el cargo de consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero lidera también a la formación azul en el municipio madrileño.

Algo que podría dar pie, según deslizan fuentes a este partido, a que la Ejecutiva popular de Isabel Díaz Ayuso acabe «exiliando» a Ruiz-Escudero, dando por finalizado su tiempo en la Comunidad de Madrid, y confiándole las listas municipales de Pozuelo de Alarcón, uno de los claros bastiones populares en la región. Una decisión que supondría una última «zancadilla» de Isabel Díaz Ayuso a la Consejería de Sanidad, que perdería a gran parte de su actual equipo, pero que ayudaría a la presidenta popular a «deshacerse» de uno de los últimos vestigios de Pablo Casado en la Comunidad de Madrid, antes de ser reelegida, según presumen las encuestas, en las urnas del próximo mes de mayo.