La diputada socialista de la Asamblea de Madrid Pilar Sánchez Acera se ha convertido en un apoyo fundamental para la candidatura de Juan Lobato. Que el candidato del PSOE para la Comunidad de Madrid, previsiblemente, tiene capacidad de trabajo no es algo que nadie pueda cuestionar, pero quien está dando sentido a sus intervenciones y apariciones es la parlamentaria que ahora parte el bacalao en el PSOE de Madrid (o al menos en lo que queda de él en la Asamblea de la capital). Desde el partido hay quien vive con tensión todos los movimientos que se dejan entrever en la formación, pero también aseguran que quien mantiene el orden es Pilar Sánchez Acera. Estas mismas fuentes también detallan que se ha pegado a Juan Lobato para mantener cierta posición de poder en el partido y para ser ella quien domine la Asamblea en ausencia de Lobato, algo que habla muy mal de los méritos de Jesús Celada.
Pilar Sánchez Acera se ha convertido en una pieza importante del equipo de Juan Lobato. Tanto, que desde el PSOE entienden que ya le hace todo el trabajo. Pero cuando dicen «todo el trabajo» se refieren a que pone orden en los asuntos de la Asamblea y en las cuestiones de partido que Juan Lobato no llega a atender por su ritmo frenético de trabajo. Que Lobato será el candidato a la Comunidad de Madrid es algo que ahora nadie se cuestiona. Ha conseguido convencer a Ferraz con su persistencia y con su trabajo de que es el mejor candidato posible para batirse con Isabel Díaz Ayuso. Ha sido capaz de buscar constantes cara a cara y de muchos de ellos ha salido bien parado. Y dado que Lobato ha apuntalado su candidatura, ya empiezan a verse quienes se acercan al poder para conseguir puestos de relevancia, aunque sea en la oposición.
Pilar Sánchez Acera se ha convertido en esa «Mocito Feliz» de lobato
Pilar Sánchez Acera se ha convertido en esa «Mocito Feliz» que se cuela e todas las fotografías oficiales de Juan Lobato. No es fácil seguirle el ritmo, pero Pilar ha sido capaz de convertirse en una imprescindible para Lobato dado precisamente su control de los asuntos de la Asamblea y de las consideraciones de los diputados. Aún así, Pilar Sánchez Acera saca tiempo para acompañar al candidato socialista a sus tareas diarias y para colarse de vez en cuando en alguna que otra foto mientras despierta los celos de algunos de sus compañeros.
Ahora no todos hablan bien de Pilar. Especialmente ese 40% que no votó por Lobato en las elecciones primarias para la secretaría general del PSOE de Madrid. Los seguidores de Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada y «enemigo» de Lobato en las elecciones primarias, se han sumado a los defenestrados junto a Mercedes González para manifestar su odio por Juan Lobato por haberse plegado a las consideraciones de Ferraz con algunos asuntos clave. Este grupo de socialistas que no es precisamente pequeño ha puesto en el punto de mira también a Pilar Sánchez Acera porque consideran que ha sido muy oportunista y se ha pegado a un candidato que no necesariamente se casa con los socialistas madrileños. Pero sea como sea, Sánchez Acera se ha convertido en una pieza fundamental para Lobato, especialmente en la Asamblea de Madrid.
LA GUERRA QUE SE AVECINA
Los ánimos están caldeados. El PSOE de Madrid vive una auténtica revolución interna dado que siguen viendo cómo Moncloa utiliza su candidatura a su antojo. Todos daban por hecho que Mercedes González, la delegada del Gobierno en Madrid, sería la candidata al Ayuntamiento de la capital. Sin embargo, una llamada cambió todo y dejó a la socialista a los pies de los caballos. Ahora todos saben que no será Mercedes la elegida pese a que el presidente del Ejecutivo así se lo había dicho. El problema es que tanto Mercedes González como aquellos que pretendían crecer políticamente con ella están visiblemente molestos tanto con Ferraz como con el propio Juan Lobato, a quien consideran que se ha plegado a la voluntad del partido. Estos mismos críticos prevén una guerra interna después de las elecciones porque «no se ha tenido en cuenta a los socialistas de Madrid» para elaborar las listas.
Se habla de Luis García Montero, el marido de Almudena Grandes, y de otras ministras como posibles candidatas. Pero ha sentado visiblemente mal que desde Moncloa no hayan dado un voto de confianza a los socialistas madrileños. Pedro Sánchez está buscando a alguien de fuera para liderar unas listas locales. Pero estos mismos socialistas también ven que algunos de los suyos, como es el caso del secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, siguen la doctrina impuesta por Ferraz. Es todo esto y la destitución de Mercedes González a última hora la que lleva a los seguidores de la delegada del Gobierno a prever una guerra interna feroz después de las elecciones.