El Gobierno de España ha lamentado que no se haya podido renovar el pasado 2 de octubre la tregua en vigor desde el 2 de abril en Yemen pese a los esfuerzos del Enviado Especial de las Naciones Unidas para Yemen Hans Grundberg y de países de la región como Arabia Saudí.
En un comunicado de Exteriores, España ha condenado la actitud «obstruccionista» de las milicias hucíes y las exigencias «poco razonables» para aceptar la extensión de una tregua, que «desde su entrada en vigor ha permitido una clara mejora de las condiciones de vida de la población yemení».
Asimismo, el Gobierno ha hecho un llamamiento a todas las partes y en concreto a las milicias hucíes para que cesen de manera definitiva las hostilidades y se inicie un proceso de negociación política.
Las partes en conflicto en Yemen acordaron el 2 de abril la puesta en marcha de una tregua que, sin embargo, los huthis y la coalición internacional liderada por Arabia Saudí se acusan mutuamente de haber incumplido.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo y apoyado por la citada coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los huthis controlan la capital, Saná, y zonas del norte y el oeste del país.