miércoles, 11 diciembre 2024

Ferraz coloca a Juan Lobato como su nueva Adriana Lastra para controlar las listas

El secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, gana puntos ante los suyos. Que se vaya a presentar a las elecciones de la Comunidad de Madrid es algo que dan por seguro, pero lo cierto es que Lobato ha ampliado sus competencias para sorpresa de todos y cada uno de los socialistas. Desde que salió Adriana Lastra, Lobato ejerce por primera vez tras la victoria en las primarias como secretario general del PSOE. Tanto es así, que incluso ya le han dado galones para hacer las llamadas pertinentes a según qué candidatos a las listas electorales para decirle  a los dirigentes políticos si van o no van a las elecciones autonómicas y municipales. Que Lobato haya sustituido a Adriana Lastra ha pillado a contrapié a más de uno, pero las llamadas del secretario general generan más tensión de la esperada.

Juan Lobato ahora sí se dedica a llamar a los socialistas para decirles si irán o no a las listas. Incluso a quienes tienen más renombre en Ferraz. Desde que salió Adriana, en Ferraz están huérfanos de esa figura más parecida a la de un perro de presa que controle todos los movimientos y ambiciones de los socialistas con aspiraciones políticas. Los toques de atención de Adriana Lastra eran constantes. De hecho, mantenía a raya a todos los políticos que querían salirse del tiesto. Pero una vez salió, desde Moncloa han visto cómo se les ha descontrolado alguna que otra región y algún que otro socialista con aspiraciones. Pero en Ferraz han encontrado en Juan Lobato justo lo que buscaban: un nuevo sheriff que vigile y avise de las consideraciones que se hacen en el laboratorio de la Moncloa.

Lobato ha conseguido con su capacidad de trabajo convencer a todos y cada uno de los socialistas. Es cierto que su equipo no convence mucho en Ferraz, pero entienden que se tiene que sentir cómodo con quien elija. La clave está en que el PSOE ha encontrado en Lobato una inesperada Adriana Lastra porque han visto que, si le prometen la candidatura de la Comunidad de Madrid, es capaz de cualquier cosa. Ahora ha sido él el elegido para controlar a los socialistas con ambiciones. E incluso los ministros, o ministras, en este caso, que tienen aspiraciones políticas en la capital se acercan a Lobato para ver si así consiguen el deseado objetivo.

Madrid no preocupa prácticamente a Ferraz. Lo dan como un territorio perdido y están de acuerdo con la idea de que cualquier candidato que venga a la capital no tendrá opciones de Gobierno. Aún así, es muy cómodo para el PSOE tener un lugar donde colocar a varios diputados, concejales y asesores para dar salida a muchos socialistas. Madrid se ha convertido en una especie de cementerio de elefantes al que enviar a los ministros o políticos que ya no tienen mucho más que ofrece. Es como una especie de Senado 2.0 que Moncloa utiliza para reciclar a algunos ministros. María Reyes Maroto es la que más papeletas tiene ahora por recaer en la capital, pero como ella hay decenas de políticos a la espera de algo.

MARÍA REYES MAROTO, ¿LA 2 DE JUAN LOBATO?

El Gobierno estudia fórmulas para la Comunidad de Madrid, una de las autonomías en las menos esperanza tienen depositadas los socialistas. Aún así, el entusiasmo y el empuje de Juan Lobato ha llevado al PSOE a plantearse cómo podrían montar unas listas “decentes” que plante cara a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Es por eso que desde Ferraz han deslizado que su intención es la de colocar a la ministra de Industria y Turismo, María Reyes Maroto, como la número dos de Juan Lobato para “reforzar” la imagen del candidato y para buscar una salida digna a la ministra. Estas son malas noticias para todos los que calentaban en la banda para meterse en las listas y conseguir el puesto tan ansiado de diputado.

Juan Lobato no tendrá mano en las listas. Al menos no mientras Ferraz no diga lo contrario. Colocar a María Reyes Maroto en la Comunidad de Madrid es una obsesión del presidente del Gobierno desde hace años, algo que ahora podrá cumplir siempre que deslicen más o menos preocupación por las elecciones de la Comunidad. María Reyes Maroto no es que esté muy entusiasmada con la idea, pero la acepta y no ofrece ningún tipo de resistencia. Tanto es así, que la ministra no ha tenido problema en juntarse con Juan Lobato en más de un acto público (y alguno que otro privado) para aproximarse a la persona con la que tendrá un contacto estrecho.